Parece asombroso lo que Javuligan ha logrado en este, su más importante trabajo. Isla rompe esquemas, cruza paradigmas, encara la adversidad y lo hace de una manera casi sobre natural, analítica y sorpresivamente inquietante. Es un deleite sintético en donde transcurren muchas ideas, mostrando al productor como todo un arquitecto de un universo propio plagado de detalles microscópicos y transmutaciones personales.
«Nace de un proceso previo al encierro y post encierro, en donde quise poder utilizar más elementos dentro de mis composiciones, para hacerlas más interesantes y también aplicar la teoría musical. También el disco busca seguir una atmósfera de un nuevo planeta, desde la imaginación y no de lo real. Buscando siempre una poesía en la forma de hacer beatmaking.«
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