ALDOUS HARDING – DESIGNER
La cantautora neozelandesa se manda un trabajo de introspección como ningún otro. Con todo el encanto, calidez, y detalle que profesa en cada acorde ejecutado, Aldous hace partícipe al oyente para interpretar y significar «Designer» de la manera en que estime conveniente. Sí, eso va directo de sus palabras, y claro, para que sus fans encuentren las respuestas y significados, Harding facilita el trabajo con un indie de autora que hartos trucos toma del folk más íntimo, como el hilo conector que se traduce en un idioma universal.
Pero todas las maravillas de «Designer» no quedan ahí, sino que el álbum cobra carácter de clásico contemporáneo de inmediato, no sólo por lo que mencioné antes, sino por el valor personal introducido en este, que llega a alturas inimaginables con la interpretación de Aldous Harding. Cosa de escuchar el tremendo coro de «Zoo Eyes«. Una de esas voces que conmueven profundamente.
OTOBOKE BEAVER – ITEKOMA HITS
Caótico, ruidoso, y desafiante. El nuevo álbum de Otoboke Beaver encarna todo el espíritu del punk de una manera única, o al menos así se siente. Ello parte desde la idea de abrazar la excentricidad e integrarla en este sonido que a fin de cuentas, termina convirtiéndose en la mejor de las fórmulas donde la palabra «impredecible» se torna en la gran tónica de todo el álbum.
Quiebres rítmicos, riffs estridentes que chocan con el noise, melodías que no temen a la velocidad, y una comunión de voces con una sincronización perfecta que abraza el caos como núcleo de vida absoluto. El paso de «ITEKOMA HITS» es realmente fulminante –en todo el significado de la palabra–, y desafía todos los cánones que el punk haya tenido alguna vez. Los desarma, transforma, rearma, disecciona, y arma otra vez.
Otoboke Beaver no sólo hizo uno de los mejores álbumes de punk en lo que va del año –si es que no el mejor–, las japonesas realmente hacen una declaración vívida de aceptar nuestra humanidad y cada una de sus particularidades. Después de todo, es sumamente raro escuchar un álbum con tanta libertad. Llega a dar envidia. Gran trabajo.
LOCAL NATIVES – VIOLET STREET
Muchísimas bandas fracasan al intentar abrazar una postura mucho más accesible, más de rock de arenas y estadios, pero eso no es algo que suceda aquí con los Local Natives, pues «Violet Street» no es nada más que un éxito y un hito único en su carrera. Algo de lado queda la estética melancólica de antaño, pero sin abandonar la esencia clásica de su propio sonido como banda, lo que permite conectar de inmediato con este álbum y caernos por la sorpresa.
Así es como debe ser. La evolución es realmente importante en estos tiempos para que el indie rock «clásico» tenga sustentabilidad en el tiempo –a diferencia de lo que hizo Catfish & The Bottlemen, que comentaré más abajo–, y los estadounidenses tienen éxito en darle un prisma más inquieto que sabe de texturas y entramados sonoros entre trucos de producción, capas de sonido y detalles sorpresa –como los bronces en «Shy«. Buen disco.
BEABADOOBEE – LOVEWORM · EP
Beabadoobee es una de las caras más nuevas de Dirty Hit –la casa discográfica de Wolf Alice y The 1975–, y en «Loveworm», su segundo epé, sigue indagando en los terrenos de un indie de corte melancólico, donde su voz silente y suspirada se hace con el estrellato absoluto, tomando personalidad de inmediato. En lo instrumental, si bien en lo estructural es algo plano, en el contenido manufactura distintas texturas con encanto propio y sumamente atrapantes. El camino está claro, y el potencial es tremendo. Un diamante en bruto, como dicen por ahí.
MARINA – LOVE + FEAR
Marina Diamandis se refugió en su espacio seguro en el que la diversidad de emociones expresadas nos confunden, y aunque entendamos la dualidad, el desplante instrumental no nos entrega muchos argumentos para ello. Es palpable sí los anhelos de la cantante de integrarse en el mainstream más directo, pues poco y nada queda de los sonidos aventureros de «Froot», y ciertamente cumple sus propósitos –aunque sigue siendo cuestionable que esté el tema de Clean Bandit en el que Marina colaboró junto a Luis Fonsi–.
El álbum sigue más tendencias y pierde las particularidades que tanto nos encantaron de su música en el pasado, y aunque el álbum no es malo, tampoco es realmente bueno. Por lo demás, entre «Love» y «Fear», nos quedamos con la segunda parte del disco, una vez hecho el balance.
NUBES – NUBES · EP
Nubes se ubica en algún lugar entre el post-hardcore y la escuela más melódica de Deftones, apostando por un sonido vulnerable pero que inunda cada rincón donde las canciones de Nubes resuenen, y eso no es sólo por la brillantísima e impoluta producción que permite relucir cada elemento y detalle, sino que está la estricta pero natural correlación entre los sentimientos que quieren evocar, que se esparcen libremente entre lo instrumental, la voz, las letras y la estética. ¿Qué sacamos de eso? Que Nubes en su primer EP ya cosechó un sonido propio, con una tremenda proyección creativa, y sumamente necesario en la escena chilena.
Puede que la etiqueta más correcta a su propuesta sea «post-metal«, pero eso no es bajo un sentido literal, sino por la libertad de los sonidos que obedecen a sus propias emociones y no directrices musicales per sé. Realmente hermoso este epé.
VARIOUS ARTISTS – FOR THE THRONE (MUSIC INSPIRED BY THE HBO SERIES GAME OF THRONES)
Se ha hecho una costumbre que cada vez que salga un soundtrack inspirado en una serie o película, se critique a ciegas el contenido de este siendo que en verdad, casi nunca han sido pensados como un álbum. No hay que hacerse tanta mala sangre, después de todo, es casi seguro que cada uno de estos álbumes serán desordenados. El de Black Panther el año pasado fue la gran excepción.
Por lo demás, realmente hay todo un ejército de grandes nombres en este álbum: The National, SZA, The Weekend, Travis Scott, ROSALÍA, Matt Bellamy, Mumford & Sons, entre otros más. Si bien, la decisión de no poner «Jenny Of Oldstones» de Florece + The Machine en el tracklist es algo confusa –considerando que apareció en la serie–, si hay que conceder que cada banda y artista se empeñó en enfundar con la estética de la serie su propia música. No sólo en las letras, sino también en el ambiente generado.
Por supuesto, hay varias joyas andando por ahí, como «Me Traicionaste» de ROSALÍA, o «Power Is Power» de SZA en colaboración con The Weeknd y Travis Scott. Por lo demás, hay otras piezas que pueden ser indicadores de que camino tomarán sus carreras, como es el caso de «Hollow Crown» de Ellie Goulding, con una notoria influencia del trap.
NEW YEARS DAY – UNBREAKABLE
La agrupación liderada por Ashley Costello es sin duda una de las revelaciones actuales del metal, y en «Unbreakable» sigue esta carrera en plena marcha ascendente a punta de puros hits, porque ese es el gran fuerte de New Years Day: coros incandescentes, melodías pegajosas y riffs contundentes.
No es como si la banda californiana esté buscando revolucionar el género, al menos no en un sentido estructural. Más bien, han optado por desdibujar la estética de la música pesada mezclándose sin temor con elementos del pop y la electrónica –e incluso uno que otro guiño rítmico a sonidos urbanos–. Por supuesto, nada de eso tendría sentido sin la producción, que conjuga los distintos elementos en algo más bien homogéneo, que es lo que hace que esto funcione y sea sumamente atractivo al mismo tiempo.
REVENGA – UN DÍA DE FURIA
Revenga viene a inyectar de infinita personalidad un entramado de sonidos particular pero sumamente familiar. No es como si se empeñaran en adoptar alguna etiqueta, sino que tan sólo hacer lo suyo con música de guitarras, pero si nos lo preguntan, haciendo el esfuerzo vemos un poco de Danzig por aquí, y stoner y rock’n’roll por allá. Así es como los chilenos nos hablan desde la cotidianidad, con riffs tremendos que estremecen cada gen rockero de cada quien, convirtiéndose en un ejercicio de catarsis que agradecemos profundamente.
Por lo demás, puntos extra por la interpretación en las voces, repletas de teatralidad y una personalidad absorbente que atrae nuestros oídos de inmediato.
CATFISH AND THE BOTTLEMEN – THE BALANCE
Lo que sucede en «The Balance» es justamente lo que el indie rock «más clásico» debiese evitar a toda costa: estancarse. Haciendo memoria, Catfish and The Bottlemen llegó tarde a la fiesta (su primer álbum fue lanzado en 2014), pero ciertamente su música derrochaba encanto y existía una particular habilidad para manufacturar éxitos, pero los tiempos dominados por The Strokes y Arctic Monkeys ya estaban algo atrás.
Los galeses en «The Balance» –lamentablemente– adoptan el aspecto más cliché de su música, y la tratan con palpables intenciones de adoptar el rock de estadio como mantra principal. Siendo claros, tienen éxito en eso, y sumarán varios hits a su arca de canciones, pero todo se tornó increíblemente predecible y carente de ambición.
Sundara Karma evolucionó y tuvo éxito; Circa Waves –con errores– también se atrevió a evolucionar un poco; creo que Catfish and The Bottlemen tiene toda la capacidad de ello y esperamos que suceda en el futuro. De lo contrario, su música no podrá superar el paso del tiempo.
SABBATH ASSEMBLY – A LETTER OF RED
El séptimo disco de Sabbath Assembly nos trae una propuesta seductora entre el doom, el psychedelic, y uno que otro elemento del heavy metal/hard rock, pero claro, todo con esta parafernalia ocultista que tan bien sabe en cada uno de los riffs de los estadounidenses. No es de extrañar que las atmósferas atrapantes que profesan se sientan como verdaderas brujerías, pues esto, a pesar de lo «exclusivo» que puedan resultar los tópicos tratados, existe una apertura natural a aceptar cualquier adepto. Tal vez sea el carisma, o que su música se sostiene por sí sola y hace rato que separó de los designios de Black Sabbath, pero en el fondo, Jamie Myers y los suyos supieron darle vida propia a una música que realmente no estuvo destinada a coexistir en esta época.
FOXYGEN – SEEING OTHER PEOPLE
Es cierto que Foxygen jamás ha optado por hacer lo mismo, y ciertamente «Seeing Other People» no iba a romper con ello. Todo lo contrario, el dúo de California abrazó la música disco y le dio una particular forma propia «a-la-Foxygen«, ya que realmente se las arreglaron para darle una vida propia, actualizada y absolutamente coherente a estos tiempos. Tal vez el único problema es la falta de impacto, pues entre tanto groove seductor y festivo, el clímax casi nunca llega.
Así, tal vez esto se sienta como un álbum de transición, pues si bien es bueno tiene las credenciales suficientes para ser considerado bueno, estamos seguros que Foxygen dejará estas ideas madurar y mandarse un discazo indudable en el futuro.
CAMALO – CAMALO · EP
El cantautor santiaguino desprende acordes cándidos llenos de idiosincrasia e identidad que extraen nuestro lado más vulnerable y cotidiano al paso, con historias diarias sumamente conocidas para muchísimas personas en nuestro país y que se entrelazan finamente en su indie guitarreado que tanta sabiduría extrajo del folk nacional.
Así, Camalo cuenta historias personales que forjan unidad desde la naturalidad del ser chileno, del pueblo, lo que en la marcha reivindica un montón de elementos idiosincráticos que suenan actualizados –de una manera extraña y nostálgica–. Pasé un buen rato escuchando este epé, de esos que dejan el corazón calentito.
JOSEFIN ÖRHN + THE LIBERATION – SACRED DREAMS
La cuota de sorpresa la trae esta agrupación sueca liderada por Josefin Örhn, que nos deleita con una sólida propuesta de electropop condimentado en sabores psychedelic y ambientado en auras space. ¿Qué sale de ello? Pues bueno, una música que nos habla a distintas esferas del ser humano: entre lo esencial y primordial, hasta la terrenalidad misma. Dicho de otra manera, «Sacred Dreams» nos hace bailar y reflexionar de una manera absolutamente natural, y respetando en matices cada momento en el que nos encontramos bajo los designios de Josefin.
¿Lo mejor? Que todo estos sonidos funcionan porque convergen de forma orgánica, lo que por supuesto permite que se adopten distintas formas en el paso del álbum. Más rockeras, más poperas, más ceremoniosas.
SOAK – GRIM TOWN
SOAK en «Grim Town» ha optado por darle vida propia a cada uno de los sentimientos que trata de expresar, lo que llega a remecer nuestras fibras estremeciéndonos, y una vez que nos damos cuenta, ya estamos en esta danza de texturas y melodías cándidas.
Además, SOAK se saca un par de trucos para condensar maravillosamente el pop y el indie rock en algo que grita una y otra vez la identidad de la irlandesa. Algo mesurada, pero sumamente apasionada. Vulnerable, pero orgullosa de su persona. Instrumentalmente minimalista, pero con melodías esbozadas en pura grandeza. El atributo de la personalidad brilla en todo su esplendor en «Grim Town».
SUNN O))) – LIFE METAL
Titulado bajo una broma interna de la banda en contraposición al death metal, Sunn O))) se mantiene única a su espíritu sin igual –y tal vez sea la única banda que sea tan fiel a sus principios en el mundo–, y remece los horizontes con una contundencia que es capaz de hacerte sentir tanto claustrofobia como agorafobia. El cómo esas guitarras infinitas contrastan con hilos de sonido producidos por el sintetizador o el cello es algo que termina generando una búsqueda por algo más allá del ser, lo que nos lleva a intentar buscar entre las diversas capas sonoras las respuestas a ello.
«Life Metal» es un trabajo de infinitud y solitud sólo para mentes en búsqueda de algo más primordial y esencial. Tremendo trabajo. A ver que nos deparan con el «álbum hermano» que saldrá dentro de este año también.
EZRA COLLECTIVE – YOU CAN’T STEAL MY JOY
«No puedes robar mi goce», recita el nuevo álbum de Ezra Collective que nos sitúa en el camino correcto que el jazz toma y ha de seguir cultivando. Entregado de lleno a los encantos que es capaz de producir, existe un tratado conceptual muchísimo más popero que permite a los distintos músicos sacar lo mejor de sí.
Los ritmos urbanos y el jazz tienen bastante en común, y Ezra Collective reconoció a la perfección dichos puntos de convergencia y manufacturaron algo más allá de tenernos embobados admirando su talento. Aquí, la conexión es inmediata y realmente hacen gala de sus conocimientos al mantenernos al ritmo de un exquisito groove constantemente.
Lo anterior no sólo está demostrado con los tremendos features de artistas como Loyle Carner y la talentosa Jorja Smith. También la amplia sección instrumental del álbum está hecha para hacernos disfrutar, y definitivamente, jamás sueltan el momentum.
KEVIN MORBY – OH MY GOD
Kevin Morby realmente le dio un vuelco a su propuesta que, bastante alejada de las guitarras –en lo principal–, toma una vitalidad sin igual al retratar tópicos algo más religiosos. Tal vez sea por ello que la interpretación de Kevin y su voz suenen tan dedicadas, como si se haya preparado para representar con profundo cuidado y muchísima inspiración esta nueva etapa en su persona que inunda cada rincón del álbum. Digámoslo, esta madurez le viene de maravillas, y en el proceso realmente se mandó un álbum bastante balanceado con canciones que pertenecen a cualquier época.
KING GIZZARD & THE LIZARD WIZARD – FISHING FOR FISHIES
Stu Mackenzie declaró en su momento que «Fishing For Fishies» sería un un álbum de blues rock, y si bien tiene mucha razón, al mismo tiempo, el espíritu hiperkinético de la banda permanece más que firme. Así, a medida que el elepé avanza, aparecen cada uno de los elementos que han caracterizado a la banda: lo psychedelic, lo garage, lo prog, e incluso exquisitos atisbos de un space rock que tan bien le vino al álbum.
Para cualquier curioso o alguien deseoso de ello, «Fishing For Fishies» es el álbum perfecto para sumergirse en el alborotado y dinámico mundo de King Gizzard & The Lizard Wizard, pues, por sorprendente que parezca, la banda acaba de mandarse un disco sumamente equilibrado en donde su carácter aventurero se transforma en el ingrediente sorpresa que en ningún momento baja la velocidad. Buen álbum.
THE CRANBERRIES – IN THE END
«In The End» es todo lo que un fan de The Cranberries pudiese esperar: canciones tratadas con encanto y melodías extraídas directas del imaginario único de Dolores O’Riordan –Q.E.P.D– y sus compañeros de banda. Pero claro, el último álbum de The Cranberries cumple otro propósito, y que aunque lamentablemente sea así, nos sirve a todos los fans aún dolidos por el fallecimiento de la legendaria cantante para poder cerrar las heridas, o al menos poder sobrellevarlo.
La melancolía adorna cada arista del álbum, y entre lágrimas, agradecimos profundamente esta despedida. Después de todo, este álbum póstumo realmente se siente con ese sentido. Respetuoso con su memoria. Muchas gracias.
PLANETARIO – CYAN · EP
En palabras de la banda «Cyan» representa «los sueños, el optimismo y la esperanza», y eso es algo que Planetario se ha encargado de construir con profundo detalle pero al mismo tiempo, con una gran empatía para compartir y vivir dichos anhelos de los que la banda nos hace parte también.
De esa manera es como los santiaguinos le dan una nueva cara al indie de guitarras, y es que en «Cyan», si bien el sonido orgánico es lo que mueve y conecta cada segmento del EP, Planetario elaboró un exquisito prisma mucho más cercano al indie pop, dándole una revitalización al género. Realmente esperamos ese álbum debut con muchísimo optimismo y esperanza.
KEVIN ABSTRACT – ARIZONA BABY
Kevin Abstract –de BROCKHAMPTON– se lanza con «Arizona Baby» para arremeter con una versión más personal e innovadora de lo que conocemos por hip hop actualmente. Con la ayuda de su compañero de banda Romil Hemnani, y el productor Jack Antonoff –quien ha producido a grandes nombres como Lorde, Lana del Rey y St. Vincent–, Kevin nos refresca nuestras nociones del género con una visión muchísimo más personal, en el que las melodías cándidas representan el gran flujo de energía que mueve a todo este álbum. Así Kevin tiene la libertad suficiente para jugar con su voz en interpretaciones cercanas al neo soul, así como también dejar que su flow adopte distintas formas.
Aún hay harto espacio para madurar, pero Kevin Abstract en «Arizona Baby» firma una declaración personal que aboga por la versatilidad y la evolución, con una directriz única que enaltece el encanto como manifiesto a seguir. Buen álbum.
BUBASETA – BABYBUMBLEBEE
Al rapero nacional le viene como anillo al dedo esta postura más madura, pues Bubaseta hace gala de su amplia experiencia no sólo en lo musical sino también en lo lírico. Se ve como alguien que abraza su identidad y este sentido de pertenencia es el cimiento perfecto por el que a lo largo de la historia a crecido y es aquí en «Babybumblebee» donde el chileno llega a su epítome. Cómo no, si es que la variedad de sonidos hacen de este álbum un verdadero festín conectado por el espíritu del rapero que nos lleva entre beats que desprenden sus conocimientos entre, además de hip hop, tenemos reggae y dancehall también.
P!NK – HURTS 2B HUMAN
P!nk se mantiene tranquila en su zona de comfort, apostando por esbozar cada línea de reflexión extraída directamente desde su corazón y hacerlas llegar a todas las personas con himnos que harán cantar a todo pulmón. No hay mayores ambiciones realmente, pero si hay una que otra luz de un futuro más promisorio –como es el tema homónimo junto a Khalid–, y su voz está en plena forma.
FERNANDA ARRAU – NEO HOUSE · EP
La productora nacional se anota con un epé con un claro propósito de indagar y disfrutar de las probabilidades de su propia y nueva versión del house. Dado ello, cada beat que resuena no sólo forjan un ambiente único sino que también dejan entrever una ansiedad de darle rienda a sintetizadores más estrambóticos y desafiantes, reminiscentes de la sed de evolución de la electrónica de hace un par de décadas, pero claro, esta vez con los ojos puestos tanto el presente como en el futuro. Así, mientras Fernanda tiene a sus oyentes hipnotizados, aporta con ambición al género.
MÅNEGARM – FORNALDARSAGOR
Ha pasado ya un tiempo desde el último álbum de Månegarm –unos cuatro años ya–, y los suecos realmente le dieron un ingrediente extra a su pagan metal. Aprovecharon la evolución del género a lo largo de los años, y se entrometieron con ese prisma más inmenso que bandas como Vintersörg y la etapa final de Bathory popularizaron. ¿Qué sale de ello? Un álbum de Månegarm fiel a sus principios, que se da espacio a evolucionar y enaltecer su propuesta, lo que evidentemente decantará en que nuevos fans se sumen a sus arcas. Después de todo, lo logrado en «Fornaldarsagor» es realmente épico y esos segmentos con voces limpias y arreglos sinfónicos le da nueva vida a la banda. Realmente bien por ellos. Buen álbum.
DINOSAURIO – SUPERFICIE
El dúo de electrorock apuesta por brindar un lugar en donde convivan el rock y la electrónica de manera equilibrada. Seamos claros, Dinosaurio realmente tiene éxito en el balance de los elementos de cada género, logrando conseguir esa amalgama tan deseada por muchos que en «Superficie» ostenta el carácter de único y se permite esparcirse a sí mismo por toda una gama de grises que con absoluta naturalidad, resuena en nuestras consciencias.
Con ambos géneros como sus gran armas, las posibilidades son infinitas, y ya fuimos testigos de como le dieron forma propia a atisbos de synth-pop e incluso indie folk. Pero ojo, siempre claros de su propuesta, lo que hace que suene muy cohesionado todo.
SCHOOLBOY Q – CRASH TALK
Lo nuevo de ScHoolboy Q es algo de lo más confuso. Es plausible su dirección más accesible pero «CrasH Talk» pierde bastante del carácter más aventurero del rapero, sonando incluso sin inspiración. Aunque sin duda el hype fue un elemento en contra, es patente que ScHoolboy Q se lo tomó más como un capricho donde dar pie a su lado más íntimo, pero la duda está, si hasta Kendrick Lamar y Jay Rock le advirtieron que su trabajo no era tan bueno.
Lo malo de esto es que a la larga, estos bangers perderán fuerza con el tiempo. Pero que va, seguimos con la fe intacta y el futuro será benevolente con el catálogo del rapero.
PETER DOHERTY – PETER DOHERTY & THE PUTA MADRES
Tal parece que el agitado miembro de The Libertines ha madurado al fin. Peter Doherty hace un cálido display de un rock de raíces folk –muy a lo Bob Dylan– entremezclado con el clásico garage del británico que se sitúa ya como un hombre con experiencia. Ya poco queda de la fulminante y constante furia guitarrera del cantautor, pero ya no era necesario que siguiera así, pues esto acaba de darle sustento con argumentos contundentes para celebrar el rock como tal.
Escritas por:
Jota