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Grandes discos que cumplen 10 años Vol. III

Volumen I

Volumen II

 

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The Verve – Forth (Parlophone)

No existe banda con más conflictos que The Verve. Las siempre tensas relaciones mantuvieron por años el suspenso de un posible sucesor de esa obra magna de 1997 llamada Urban Hymns. Tuvieron que pasar 11 años para que los cuatro miembros originales acabaran lanzando un cuarto disco titulado acertadamente Forth. Si bien la posterior separación repercutió fríamente en el disco, este se ha sabido defender por si solo, ocupando un lugar más que especial en el corazón de aquellos fans que vieron como Richard Ashcroft y Nick McCabe forjaron tan brillante alianza, entre experimentos variados, sonidos reciclados y una linda manera de crear un álbum superior a cualquier hit. Mala pata por ellos que pudieron haber hecho más música.

 

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MGMT – Oracular Spectacular (Columbia)

El batacazo que significó la reinvención del Pop psicodélico dentro de un concepto Indie bajo el alero de MGMT, movió masas, cambió mentes, expandió horizontes y por sobre todo, dejó un álbum tan generacional como el arte mismo de crear postales musicales capases de transportarte con facilidad a determinada época. Oracular Spectacular es casi un show de magia, repleto de buenos himnos, radiante de energía, dispuesto a acelerarnos la mente a través de sonidos sintéticos alto en ritmos azucarados, sonoridades pomposas y un fino sentido del tacto con un público hambriento de nuevos héroes. Eran los elegidos perfectos para llevar la música Indie al equilibrio, siendo una obra monumental de grandes ambiciones, que no descuidaba en ningún momento el placer de crear algo único y honesto. Es quizás el disco trascendental de aquel año, nadie quedó indiferente a esos bombazos llamados Kids, Electric Feel o Time To Pretend. 10 temas que hasta la fecha, siguen ganando adherentes. Ojo que este disco salió el 2007 pero físicamente el 2008 y eso mandaba bastante los tiempos.

 

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Beck – Modern Guilt (DGC Records)

Beck vivió un momento extremadamente trabajolico la segunda mitad de la década pasada. Modern Guilt sirvió como un punto de encuentro entre los trazos más experimentales y abundantes de sus últimos dos discos, el lado más Rock o clásico de sus influencias de la contracultura y una mirada madura sobre el futuro. Quizás su único gran pecado fue no haber puesto un hit como ya era costumbre pero oigan, para qué necesitar un hit si encontramos verdaderas joyas como Replica, Modern Guilt o Gamma Ray. Profesa una elegancia alucinógena, directamente servida desde el espacio más oscuro y espeso de Beck. Un álbum un poquito subvalorado.

 

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No Age – Nouns (Sub Pop)

La magia de un disco tan brillante como el debut de No Age, radica en lo impredecible que es. A ratos resuena demasiado entre el ruido y la idea de quebrantar todo tipo de leyes de la física y el sonido; a la vez nos contagia con una belleza emocional única, sin el afán de sonar demasiado quisquilloso, más bien todo lo contrario, una carta a corazón abierta entre el caos y la calidez de sus canciones. No Age forjó un trabajo tan bien armado, siendo hasta la fecha un disco definitorio para cualquiera que ose indagar en estas aguas más turbias pero de grandes consuelos. Un buen momento para escuchar Nouns es ahora, si no lo ha hecho.

 

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Santigold – Santogold (Downtown/Atlantic Records)

Santigold le aportó a la música una notable retrovisión de los vicios más íntegros del New Wave ochentero y todo el boom de diversidad de géneros precursores de este, invocando una capacidad extraordinaria de fusión, sin restarle mérito a su prontuario como artista exploradora de ideas y sonidos. La producción de Diplo solo sumó cualidades a este debut, que bien podríamos definir como un álbum de síntesis, invocador, provocador y muy disfrutable. Sinceramente hasta la fecha nada se le ha parecido mucho, y quizás solo puede verse comparado con la excitación que provocó M.I.A. un año antes con su Kala. De todas maneras, corren en ligas separadas, siendo Santigold una verdadera embajadora de una propuesta, que lamentablemente vio su auge y caída ese mismo año.

 

Midnight Boom

The Kills – Midnight Boom (Domino Records)

Dos años después de haber colaborado con Placebo en la canción Meds y uno antes de haber formado The Dead Weather junto a Jack White, Alison Mosshart desenfundaba una serie de inspiraciones para dar justo en clavo con la simetría formada entre ella y su compañero Jamie Hince. Si bien Midnight Boom carece un poco de la crudeza y el carácter más tormentoso de sus dos discos anteriores, sobresale como un gigante moderno, equilibrado, más jugado y cercano a lo que podríamos definir como mainstream. Las canciones que The Kills cultiva en este álbum, varían desde la ambivalencia de su estructura, hasta la comodidad de poder ser interpretado de manera eufórica y minimalista. La obra mejor lograda por el dúo que a tan solo ocho años, ya lideraban la movida más independiente de aquellos años.

 

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Adele – 19 (XL Recordings)

Para nadie es sorpresa ya que cuando Adele lanza un disco, la industria se revoluciona pero hace 10 años atrás, el tímido debut (comparado con ese monstruo lanzado 3 años después) ya comenzaba a mostrar la faceta más omnipresente que Adele le impregnaba a las canciones. Un cover de Bob Dylan gatilló las cosas, para que 19 viera la luz, y con él la reinvención de ese Pop más clásico de orquesta y sinfónico, con baladas de amor y desilusión y un sentido atemporal que le valió el reconocimiento de una fanaticada de todas las edades, que se sobaban las manos por el potencial comercial que la cantante mostraba con sus cortos 19 años.

 

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N.E.R.D. – Seeing Sounds (Interscope Records)

La absoluta libertad con la que N.E.R.D. se predispuso a grabar su tercer disco Seeing Sounds, terminó por dictar de manera dispar su resultad final. ¿Qué ocurrió? Por un lado un sector de sus fans lo amo por la manera brillante en que se paseaban por todo tipo de influencias y posibilidades, mientras que otro lo sepultó de manera inmediata por ser un mal dolor de cabeza. A 10 años desde ese tercer acto, solo podemos decir que sigue luchando por encontrar su lugar, un tanto anticuado a estos tiempos, pero que aguarda como un cofre repleto en tesoros, los últimos grandes esbozos de esa comunidad magnífica compuesta por Chad Hugo y Pharrell Williams. Dos años más tarde vendría la revancha.

 

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Fother Muckers – Justo y Necesario (CBA Discos)

Hace 10 años era Justo y necesario retomar las viejas andanzas que hablaban de formar una banda con amigos y liberar tensiones. Los sueños intactos de cinco músicos puestos a la orden del día en un álbum repleto de un espíritu aventurero y circundante. Cristobal Briceño y compañía ya habían lanzado un disco antes, pero fue en aquel 2008 que la esencia que hasta la fecha (como Ases Falsos) continúa preponderando en el panorama guitarrero nacional, tomó raíces y forjó una identidad difícil de obviar. Justo y necesario es por sobre todo, una obra con tremendas canciones, cada una aportando visiones dispares de una realidad y un sentido común alejado de lo políticamente correcto, acercándose a un parón de aquello que está bien como debe ser, para plantearnos el «está bien como no debe ser» o algo así.

 

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The Black Keys – Attack and Release (Nonesuch/V2)

La década pasada fue la de los dúos. Muchos que desaparecieron, otros que lentamente se fueron haciendo un espacio. Después de todos esos ejemplos, se encuentra The Black Keys, esa mega bomba que estalló el año 2012 con El Camino y que lideró cuanto festival se le puso enfrente (incluido Lollapalooza 2013), pero que ya unos años antes con Attack and Release, se ganaban silenciosamente esa chapa de Rock clásico casi de manera inmediata. A esas alturas la música de guitarras más directa estaba viuda de nuevos héroes y estos dos chicos de Ohio vieron una oportunidad para reinterpretar la sangre Blusera por excelencia, dentro de las inmensas posibilidades que les brindaba la música desde una vitrina artesanal y dramática, lista para ser reproducida por los amantes de la crudeza y sensibilidad por partes iguales. La producción de Danger Mouse fue todo un plus para traspasar la propuesta a un radiante mucho más abierto a las radios y los conciertos, sin perder ni un apéndice de integridad.

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