Discos

Discos (26/01 – 01/02): Ty Segall, Aldu, Nadine, Evidence y más.

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ALDU – PÉSIMO EP

¿Qué hacer con un micrófono roto, una guitarra vieja y un amplificador? Fácil, música. No, no es tan fácil pero nada es impedimento para dejar que las canciones fluyan. Mejor aún, aprovechar la pobreza de los medios con los que grabarás algo, para darle un toque más personal y original a los temas. Porque nadie dijo que un Ep debía sonar de tal forma, así lo entendió Cristian Aldunate al ponerse bajo los exorcismos de Aldu y componer el genial Pésimo, un trabajo que sin duda todos, aspirantes a músicos debiéramos grabar alguna vez.

 

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NADINE – OH MY

Nadia Hulett es la gran artífice tras Nadine, un proyecto que viene a buscar más que a proponer; experimentar más que establecer. Un patrón poco definido, bastante ambiguo pero con una coherencia mágica, resalta en cada punto que Oh My aborda desde sus melodías Pop recicladas de viejas tonadas y ritmos ligados al Jazz y Funk, mientras que en lo vocal, recoge una suavidad bastante alucinógena, sin caer en los vicios sicodelicos. Más cercano al Pop Barroco o al Art Pop, Nadine dispara con su mejor arma, esas balas con sabor a candy que parecen imposibles de rechazar.

 

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NO AGE – SNARES LIKE A HAIRCUT

La suma del Pop y el lado más Rock de las cosas, alcanza cuotas inestables de un sonido carente de momentos desperdiciables. Así suena Snares Like A Haircut, quinto disco de estudio de este dúo más cercano al Noise, que bien viene a ponerle un toque de gustos simples y digeribles, a esa distorsión palpable en la esencia de No Age. Temas cortos que funcionan como un compendio de buenos momentos, por sobre las complejidades de lo experimental. Algo así como un Sonic Youth o un Dinosaur Jr. abrazando lo mainstream, aunque se sientan más cercanos a los Misfits.

 

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DREAM WIFE – DREAM WIFE

Cuando escuchamos el debut de Dream Wife, inmediatamente nos asalta ese sentimiento generacional que sin duda todos aquellos adolescentes en alguna etapa de la década pasada, vivimos, pasamos, masticamos y saboreamos, hasta más no poder, gracias a los clichés Power Pop y Revival Indie que nuevamente traen a la vida este trió Inglés. Buenas canciones, mucha potencia, bastante diversión. Un disco para disfrutar a concho.

 

 

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EVIDENCE – WEATHER OR NOT

El experimentado MC vuelve a las pistas, un gusto apreciar como su estilo crudo y retorcido sigue sonando vigente. Las instrumentales son una agradable combinación entre vieja escuela y  búsqueda de nuevos sonidos. Los amigos, como el inseparable Alchemist, no pueden faltar y juntos demuestran que no importa lo que diga el tiempo ni el clima, siempre se podrá salir a la calle a conquistar el mundo un rato.

 

 

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STRANGEJUICE – ARTIC TUNDRA

El llamado «Picasso de la música independiente australiana» nos trae su paisaje de tundra, un delicado pop de autor basado en la mezcla de gran variedad de instrumentos (desde guitarras convencionales, piano, sitar, banjo, tanbura o bodhrán) experimentando además con sonidos electrónicos y cotidianos. El recorrido por los sentimientos del autor resulta fluido y el viento de la tundra llega soplando fuerte a despedirse de nosotros.

 

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HELADO NEGRO – ISLAND UNIVERSE STORY FOUR

La islita ecuatoriana donde vive Helado Negro sigue creciendo. La fauna electrónica que compone se muestra exuberante y muy entretenida en su experimentación, finas capas de sonido bañan los pies y a momentos una refrescante brisa pop resuena entre los árboles. Como dije anteriormente la islita se expande, pero además se eleva gracias a la fuerza de una imaginería lúcida y atractiva.

 

 

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                                                 TY SEGALL – FREEDOM’S GOBLIN

Desde el 2016 que los eneros son de Ty Segall. El superhéroe guitarrero, el incansable garajero, el amistoso psicodélico, el más bacán de los fuzzes, vuelve a abrir el año con disco. Lejano parece el Manipulator (2014), obra cumbre que lo lanzó a la fama, que tenía el pero en su extensa duración que agotaba la fórmula del disco. Ya en pleno 2018 el autor solo da muestras de seguir creciendo y arremete nuevamente con una larga producción de 19 canciones y una hora y cuarto de aguante que en esta ocasión no cansa en nada. ¿Cuáles son las novedades que se suman a las dosis habitual? Inclusión del saxo (hermosa en “My Lady’s on fire”, demencial en “Talkin 3”) y jugueteos funky (por ejemplo en la atractiva “Every 1’s A Winner”).

En fin, increíble este Ty Segall y como sigue consolidándose en lo más bacán del panorama rockero actual. El 1° de junio va a tocar en el Primavera Sound en Barcelona y que ganas de estar ahí porque dicen que sus presentaciones en vivo son la más hermosa de las locuras.

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