Escrito por Felipe León
Fotos por Aarón Castro
A estas alturas hablar de la importancia de Nicole en el panorama musical chileno resulta un ejercicio de rutina, puesto que la consolidación es un elemento hace bastante rato ya presente en su carrera. Por lo mismo, el anuncio de su presentación en el Teatro Municipal de Santiago, más allá de generar sorpresa (que sí, la hubo), responde al sólido lugar que ocupa a estas alturas en la escena local.
En particular, la etapa noventera de la cantante es recordada con bastante cariño por su fanaticada más acérrima, pero también por los escuchas casuales. Aquellos que experimentaron en dicha época la magia de discos como ‘Esperando nada’, motivo de celebración que llevó a la artista a esta presentación doble en el histórico recinto, y también aquellos que descubrieron sus canciones más adelante, ya sea por un familiar, la radio, etc.
Es que su música no pasa de moda y esta velada vino a demostrarlo.
Esperando nada… lo consigue todo
El primer concierto inició a eso de las 16:30 horas, con un Teatro Municipal repleto de almas que admiraron su propuesta, conectaron con su música, y respondieron con ganas a cada momento desplegado por Nicole. En ese sentido, la primera parte estuvo marcada por la conmemoración de los 30 años del ya mencionado ‘Esperando nada’.
Un hito no menor que recuerda con mucho cariño la propia artista, siendo el puntapié definitivo para que se dedicara a esto. Una decisión siempre compleja en Chile, pero que sustentada por éxitos tempranos como «Mundo perdido» y la propia canción que da nombre al álbum, no podía más que augurar un futuro prometedor. Que en retrospectiva llegaría más temprano que tarde.
Una cosa son las composiciones; tesoros valiosos de por sí. Otra tan espectacular es la presencia escénica de Nicole, decidida a darlo todo con una interpretación honesta, que en definitiva le dio un plus a piezas como «Extraño ser», «Va a llover», «Dame luz», o la especial versión de Los Abuelos de la Nada para «Sin Gamulán», la que fue acompañada junto al Coro ciudadano Pedro Aguirre Cerda.
Mirar hacia atrás desde el hoy
El show contó con instantes emotivos, melódicos, rockeros e intensos, donde la figura de Nicole sobre el escenario resultaba tan hipnótica como estelar. Bajo este contexto, la artista dispuso de variados temas que le permiten mirar hacia atrás desde el hoy, como un recordatorio extendido de la buena cosecha que posee con cada nuevo trabajo que lanza.
Así, la recepción en tan solemne lugar de composiciones como «Baila», «Noche», «Hoy» y «Despiértame», dejó la impresión de estar viviendo un momento único y especial. Claro, muchos asistentes de seguro ya las han escuchado en directo ocasiones anteriores, pero el peso de lo vivido el 22 de diciembre permitió experimentarlas de forma diferente desde el goce y la admiración.
Ya la guinda de la torta con «Veneno» junto a su hijo tocando batería, así como la versión a cappela de «Tal vez me estoy enamorando», terminarían por sellar una velada digna de remarcar. No fue solo un paso más en su trayectoria.