Venom en Chile: Los verdaderos reyes del averno

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Andie Borie

No han sido mucho las visitas de la agrupación británica Venom en Chile –tan sólo dos aparte del show que nos convoca–, al menos para una agrupación clásica de metal. Más shows ha tenido su contraparte Venom Inc. inclusive. No obstante, el legado de Cronos y los suyos es gigantesco, incluso si sus obras pivotales sean tan sólo las 2 primeras. Obra suficiente, sí, para meter en las fauces del averno al Teatro Teletón.

La jornada contó con los brasileños Flageladör, quienes tuvieron la ardua tarea que suelen enfrentar los opening act de encender los recintos con una convocatoria más bien baja. Pero en estos casos, la ética de trabajo siempre hace la diferencia, y es que con un thrash metal feroz e incandescente, captaron la fiel atención de los más comprometidos con canciones como “Perseguir e Exterminar” o “Maxima Voltagem”.

Los siguientes en arribar serían los estadounidenses Warbringer, uno de los tantos artífices del sonido muscular y apresurado del thrash metal dosmilero, y que forman parte de este tramo del tour con los ingleses. De esta forma, y con un público creciendo en número lento pero seguro, entregaron un set incandescente de inicio a final con temas como «Firepower Kills», «Living in a Whirlwind» o el cierre agitadísimo con «Total War» y «Remain Violent».

Los moshpits ya estaban siendo el protagonista de la cancha, y de cierta forma la cultura thrasher vieja escuela reinaba en el ambiente. ¿A qué me refiero? En que las nuevas generaciones tienen tanto la energía como la apariencia de esos años, siendo una victoria para el género, por supuesto. Por otro lado, en cuanto a la banda, da curiosidad que sucedería con un show en solitario de ellos hoy en día.

Con Venom el caso del público creció exponencialmente –el peso de ser clásicos–, hasta hubieron intentos de avalancha. Pero el ambiente dentro del Teatro Teletón era de lo más increíble, un festejo incluso. Más que mal, era hora de atestiguar un poco de la historia del género, de una banda citada repetidamente como un punto seminal para el desarrollo del metal extremo a posteriori.

Sin muchos rodeos, Cronos y los suyos empezaron su presentación con unos de sus hits más grandes: «Black Metal» y «Welcome to Hell». El hervidero llegó rápidamente con crowdsurfers y un circle pit agresivo que hacía gala del compromiso local con el género, una entrega que igual se hacía ver con temas más recientes como «Pedal to the Metal».

El foco estuvo en las primeras dos obras, en el que el sonido potente y hasta relativamente rústico, permitía extraer todo el poderío de piezas como «One Thousand Days in Sodom», «Buried Alive» o «Don’t Burn the Witch». De hecho, los británicos estaban de lo más contentos al punto de no sólo felicitar la entrega chilena, declarándose Cronos impresionado siempre con Chile, sino también nos regalaron «Bloodlust», tema que no habían tocado en el tour y debutaron acá.

Ya el final mostraba lo grandilocuente que podía sonar la banda, en especial con los coros potentes de «Countess Bathory» e «In League With Satan», en el que parecía escena pura. Como mencioné antes, había mucho de esa magia ochentera que pocas bandas pueden invocar el día de hoy, con una energía rebosante del público buscando más y más, porque con Venom siempre va a faltar, dando cierre con «Witching Hour» en una última arremetida,

Setlist de Venom en Chile: