Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Juan Manuel Hernández
Cada vez que Iron Maiden se presenta en Chile se sitúa como un deber que cada vez más y más metalheads parecieran querer cumplir. Después de todo, cada presentación que la Doncella ha realizado en nuestro país termina siendo Sold Out, reflejo de la estrecha relación del público chileno con los británicos. Incluso con visitas truncadas en sus inicios, con un DVD de por medio, y hartas visitas al Estadio Nacional, jamás dejarán de sorprender.
Entre uno de los motivos de dicho asombro, está el hecho de que Bruce Dickinson, Nicko McBrain, Adrian Smith, Dave Murray, Janick Gers y Steve Harris siempre se han empeñado en realizar giras y presentaciones con un fuerte concepto como base, permitiéndoles explorar su discografía de forma más minuciosa –incluso si es que tienen que dejar múltiples hits de lado–. Así fue en la primera de dos noches de su nueva visita, en el marco del ‘The Future Past Tour’, el cual tiene como ángulos centrales el ‘Somewhere In Time’ (1986) y su último disco a la fecha, ‘Senjutsu’ (2021).
La otra razón de ello, es que la respuesta efervescente del público chileno no tiene comparaciones. 62.000 fanáticos de Iron Maiden repletaron el Estadio Nacional la primera noche, misma respuesta que se espera en la segunda velada. Es decir, más de 120.000 almas se embarcaron en el viaje en el tiempo que propusieron estos líderes de la NWOBHM, un suceso único para agrupación de metal en nuestro país. Un récord y un capítulo de historia recitalera muy valioso.
Si desde la clásica previa con «Doctor Doctor» de UFO ya era posible ver a los miles y miles de asistentes estallar en saltos y gritos, energía contenida posteriormente en el track de Vangelis de Blade Runner, canalizando todo ese ímpetu en luces de neón y penumbras para atrapar a toda la fanaticada en algún lado en el tiempo. Así es, el espectáculo de altas proporciones comenzó con «Caught Somewhere In Time», galopante pieza que desató a la bestia que es el público chileno con saltos incesantes y gritos.
El enfoque narrativo de este show fue fundamental. Era posible generar nexos –incluso a nivel cinematográfico– entre los distintos tracks que desplegaron. De ahí que la pesada «Stranger In a Strange Land» fuese tan celebrada, lo que fue un lujo para todos aquellos que buscan ese algo más en los shows en vivo. No obstante, los seguidores locales de la Doncella de Hierro siempre se expresarán en constante ebullición, tal y como Bruce Dickinson hizo notar en la previa a «The Writing On The Wall», arengando a la audiencia a dar saltos tan grandes que «generen un terremoto» –lo que, en sus palabras, iban a medir–. Todo un frontman.
Las canciones de ‘Senjutsu’ (2021) fueron recibidas con devota atención más que euforia, aunque las sectores de la cancha más cercanos al escenario igual encontraban la forma de saltar y corear los riffs de «Days of Future Past» y «The Time Machine«. Este último siendo el umbral propuesto por la banda para «viajar a 1986» como declaró efusivamente Dickinson. Acto seguido, la locura local reaccionó instantáneamente a «The Prisoner», único tema del ‘The Number of the Beast’ (1982) que tocaron, y que fue celebrado de forma descomunal de parte de sus fans. Si hasta un moshpit se vio en la cancha, fenómeno inusual en shows de heavy metal como tal, demostrando la evolución de la cultura de conciertos.
Después, la ópera primera «Death of the Celts» nos trajo al Iron Maiden contemporáneo por excelencia. Ese bien progresivo, que le da un espacio a respirar a cada decisión instrumental que toman. Uno en el que el bajo de Harris y las seis cuerdas de Smith, Murray y Gers brillaron como nunca, muestra de la maquinaria compositiva que son los británicos. Las ovaciones no se tardaron en llegar. Un contraste perfecto para lo que sería «Can I Play With Madness?», que con los cantos desaforados y constantes saltos, daría paso a una seguidilla de sorpresas y clásicos de la mejor forma posible: con todo el Estadio Nacional cantando ese fenomenal estribillo.
Es que de aquí en adelante todo sería una colección de momentos esperadísimos por la fiel fanaticada de la Doncella de Hierro. Es decir, «Heaven Can Wait» no sólo fue correspondida de forma enérgica sino que también tuvo un duelo entre Eddie y Bruce Dickinson en la sección instrumental a la mitad de la canción, con pirotecnia emulando una batalla con armas de fuego demostrando la excelente noción del espectáculo que ostentan los músicos. O también, una de las más esperadas de la noche, «Alexander The Great», canción que debutó en esta gira por lo que la noche del 27 de noviembre Iron Maiden tocó dicha pieza por primera vez en Chile. Y vaya que el público lo celebró, en especial los fans más acérrimos, quienes sabían lo inédito que era este instante.
El océano de voces más grandes llegó con «Fear of the Dark», extenso track que puso a los asistentes a armonizar con las guitarras e incluso opacar a la excelente voz de Bruce con lo fuerte que sonaron en términos de decibeles. Un instante ya infaltable en los conciertos de los ingleses, quienes volvieron a desatar moshpits en las secciones más veloces y agitadas de la canción. Era como si el público estuviese renovado, no, si que está renovado con harto vigor de las nuevas generaciones de fans de la Doncella, mismos que mantuvieron dicho momentum en «Iron Maiden».
Antes de pasado al encore, cabe destacar la performance de Nicko McBrain, quien a sus 72 años y habiendo enfrentado un derrame cerebral que paralizó parcialmente su cuerpo en 2023, sigue entregando interpretaciones increíbles en ese armatoste de tambores y platillos.
Tras los fuegos incesantes de «Hell On Earth», el concierto llegaría a su clímax con «The Trooper» y «Wasted Years», clásicos por antonomasia de Iron Maiden, los cuales sacaron a relucir la faceta más inagotable de la audiencia chilena. Esa que saltó cada riff, armonizó con la voz de Bruce y gritó tan fuerte que de seguro se escuchó a kilómetros a la redonda. Una postal que se repite en cada concierto de los británicos, que seguramente se repetirá en la segunda jornada que tiene lugar hoy 28 de noviembre, y que pasará a la historia como uno de los pasos más masivos de una banda de metal por nuestro país.
El regreso a casa de seguro estuvo lleno de risas, cervezas, conversaciones en detalle, y, por sobre todo, la alegría de haber visto a Iron Maiden en Chile nuevamente. Y ojo que Bruce Dickinson anunció en pleno concierto que esperan regresar en 2026 por el aniversario 50º de la banda. Gigantes.
Setlist de Iron Maiden en Chile:
- Caught Somewhere in Time
- Stranger in a Strange Land
- The Writing on the Wall
- Days of Future Past
- The Time Machine
- The Prisoner
- Death of the Celts
- Can I Play With Madness
- Heaven Can Wait
- Alexander the Great
- Fear of the Dark
- Iron Maiden
- Hell on Earth
- The Trooper
- Wasted Years