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Radiografía a la rutina obrera: Chips y la Gran Ciudad estrena álbum ‘Infraordinario’

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Desde el estreno de sus dos EP’s, ‘Ensayo para la angustia’ (2020) y ‘Afuera la tormenta’ (2021), la vida musical de Chips y la Gran Ciudad ha estado algo más quieta. Aunque en privado las cosas siguieron su rumbo, quedando claro con su más reciente lanzamiento, el tan esperado primer larga duración, ‘Infraordinario’.

Sin embargo, Diego Márquez se ha nutrido de distintas experiencias que de alguna u otra manera han repercutido en su propuesta. Tocar con Laurela y Los Valentina no es algo menor, considerando el alto flujo creativo que recorre la obra de ambos proyectos, más no es suficiente para llenar sus expectativas e inquietudes artísticas.

Sus canciones necesitaban salir.

Radiografía a la rutina obrera

Si bien la ciudad aparece como una constante en sus trabajos, es en ‘Infraordinario’ donde adquiere un rol aún más predominante. Sus composiciones anteriores servían como un refugio dentro del andar caótico y angustiante que significa vivir inmerso en el hoy, lo que se mantiene pero también expande en estas 9 piezas que conviven con las presiones diarias de la existencia, atreviéndose a palparlas desde más cerca.

Una radiografía al desafío que significa la rutina obrera, con sus bajones emocionales, frustraciones materiales, bucles que deterioran y ciertos halos de luz que convocan algo de esperanza. Poca pero la hay, pues la perspectiva contemplativa de las situaciones recreadas en la obra se traspasan al diseño sonoro, que resulta de vital importancia al momento de recrear ambiciones y expresiones.

Chips y la Gran Ciudad invita a vivir el viaje como una suerte de bitácora de la experiencia diaria de las personas, con una escritura sofisticada que llama la atención. No necesita ser complicado para tocar temáticas profundas, a ratos difíciles de abordar.

El sentir efectivo y real

Bastan 31 minutos para explorar diversas formas de acercarse a la música, siendo a todas luces su trabajo más versátil. Algo del folk de antaño queda en temas como «Estival y primaveral», punto alto que cuenta con la colaboración de Niña Tormenta, pero el sonido indie rockero que cruza la obra en su vertiente de neo-psicodelia es total.

Precisamente, el uso de efectos, texturas y atmósferas exploratorias se vuelve una constante. Desde el comienzo con las estimulantes y melódicas «Himno matutino» y «Normcore» junto a Koe, hasta las reflexivas y abismales «Después de ir al trabajo» y el tema titular. De esta última, la frase «que exploten los poetas de una vez» queda resonando en la mente.

En el medio se encuentra la enigmática y a instantes disonante «Conchalí», la cálida «Pequeña revancha», el sentido post-rock de «Sueño en catacumbas» o la colorida decepción de «El remordimiento». Cortes que dan cuenta una evolución sustancial de su música.

Chips y la Gran Ciudad demuestra que es un proyecto de búsquedas y honesta introspección.

Escrito por Felipe León


Escucha ‘Infraordinario’
Por Chips y la Gran Ciudad
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Prensa por Ovoide
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