Cine

Denominación de origen: «abrazando la cultura chilena» – FICVALDIVIA

Escrito por Barbara Conejero

Cada ciudad tiene su orgullo particular, aquel sello que los distingue. Y si no lo tienen, lo inventan. Para algunos son las celebridades que han nacido ahí, para otros algún producto típico. Para San Carlos, la pequeña ciudad de 53.000 habitantes, ubicada a 375 kilómetros al sur de Santiago y a 27 kilómetros al norte de Chillán, su símbolo distintivo es su longaniza. Pero para desgracia de los sancarlinos si uno busca en internet cuál es la capital de la longaniza, la ciudad de Chillan capital de la región del Ñuble, es el nombre que aparece en grande. Y eso es algo que los locales no pueden aceptar.

Denominación de origen es un falso documental, que llega a la 31° Edición del FIC Valdivia, que escenifica, se inspira y transforma en comedia un hecho real. En 2018, en la clásica Fiesta de la Longaniza de Chillán, la ganadora del premio a la mejor longaniza de Chile (cata que se realiza a ciegas) fue para una fábrica ubicada en San Carlos. Pero luego los organizadores anularon el premio diciendo que, según las bases del concurso, la ganadora debía provenir de Chillán.

Es así como a partir del escándalo que generó este hecho que un viejo productor de longanizas, una activista social, un DJ, un historiador y un abogado se unen bajo el lema “Vecino, Vecina: la longaniza es Sancarlina” para conformar el Movimiento Social por la Longaniza de San Carlos y conseguir la ansiada Denominación de Origen (D.O) que permite la certificación oficial.

La película de Tomás Alzamora se apoya en ese hecho (en parte real y en otra, no tanto) para reconstruirlo en tono de comedia, llevando al extremo las absurdas situaciones que atraviesan los líderes del MSPLSC mientras pelean contra; la burocracia para conseguir la importante sigla que los acredita; el irónico desinterés del resto de la comunidad y sus propias desgracias.

El gran acierto de Denominación de Origen es mostrarnos esta historia con personas reales, fuera de los rostros ya muy vistos del cine o la televisión chilena. Los protagonistas son habitantes de San Carlos y quién mejor que ellos para ser la cara de esta historia.

Otro punto a favor es la visión creativa del director, donde la indumentaria de la longaniza y el imaginario alrededor del movimiento social ficticio, dan para una cantidad inagotable de planos novedosos y llenos de vida.

Denominación de Origen resulta ser una comedia liviana cargada de simbolismos chilenos. Con un humor ágil y rápido, como le gusta al chileno, la última cinta de Alzamora demuestra que a través del humor se puede hablar de temas sociales relevantes como lo son la burocracia y la importancia de los movimientos sociales.

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