Escrito por Antonia Hernández
En octubre de 2022, a tan sólo unas semanas de Halloween, se estrenó ‘Smile’, película dirigida por Parker Finn que había comenzado su filmación un año antes y que contaba con las actuaciones de Sosie Bacon y Kylle Gallner. Una vez llegó a la pantalla grande, sin mucha expectativa por parte del público y la crítica, no tardó en recibir rápido reconocimiento por parte de ambos, enfrentando a un presupuesto de filmación de $17 millones a una enorme recaudación de $213 millones, junto con una serie de reseñas positivas que destacaron su premisa original y sus distintas decisiones cinematográficas.
Ahora, a dos años de esta primera entrega, ‘Smile 2’ llega a los cines con una premisa más grande y aterradora, lo que en sus inicios siguió a una terapeuta acechada por una maldición siniestra, se convierte en una propuesta de mayor magnitud, donde la protagonista de esta historia es una estrella pop con miles de fanáticos, llamada Skye Riley e interpretada por Naomi Scott.
El primer y único rostro familiar que vemos en ‘Smile 2’ es Kyle Gallner, quien interpreta a Joel en el primer filme, y que es el encargado de abrir esta cinta por medio de un plano secuencia particularmente adrenalínico, que asegura sangre y tensión desde el primer segundo. Joel, si se hace memoria, resulta infectado por una maldición a finales de ‘Smile’, una infección que busca cobrar la mayor cantidad de víctimas posibles mediante una cadena horrorosa: una vez malditos los huéspedes tienen no más de una semana antes de que esta entidad los posea y los lleve a cometer suicidio frente a un testigo, quien pasa a ser la siguiente persona infectada, y así sucesivamente.
Esta idea es ciertamente terrible, y ‘Smile 2’ aborda las distintas aristas que abarca, mostrando los intentos desesperados por liberarse de esta fuerza sobrenatural a cualquier costo y ahondando en una temática que no queda nunca obsoleta en el cine de horror: aquella de la inevitabilidad de la muerte. Son elementos clásicos de películas como Final Destination (2000), The Ring (2002) o It Follows (2019), donde pese a que el espectador intuye el final trágico de los protagonistas, elige apoyarlos igual y continuar viendo, ante la espera de un terrorífico desenlace.
Cabe recalcar que ‘Smile 2’ es la segunda entrega de terror en este año que nos trae como protagonista a una estrella pop, la primera siendo Trap (2024) de Night Shyamalan, que llegó a pantallas grandes hace tan sólo unos meses; pero aún ante una comparación inevitable, Skye Riley logra brillar por sí misma. Aquí, el terror psicológico se vive a través de ella, y el elemento central y el motor más fuerte de Smile 2 es ante todo la increíble actuación de Naomi Scott, a quien vemos por primera vez en un estelar de terror, prometiendo una carrera certera como futura scream queen.
La confusión, la angustia y desesperanza que vemos experimentar a Skye se incrementan a medida esta maldición adquiere más y más sentido ante sus ojos, llevándonos en un viaje sumamente tenso. No sólo se trata de una cantante famosa, una estrella inalcanzable que debe cumplir con los estrictos compromisos de su futura gira, sino que Riley es una ex-adicta que se encuentra aún intentando superar un suceso traumático, enfrentando la desconfianza de quienes la rodean, un aislamiento del mundo que sólo vemos aumentar mientras el terror avanza.
Y aquí yace la dimensión parasitaria de esta entidad maligna, pues más allá de ser una mera maldición infecciosa que busca cobrar vidas, vemos como esta fuerza se alimenta del sufrimiento de sus víctimas, no las mata de manera inmediata, sino que se regocija en prolongar su muerte antes de pasar a la siguiente. Esta premisa terrorífica queda clara en la primera entrega de ‘Smile’ con el juego siniestro que se da entre este demonio y Rose, pero acá toma aún más fuerza, adentrándose la cinta en la psiquis de Skye, sus propios demonios e inseguridades.
Así, se establece una dinámica interesante donde a medida Skye desconfía de sus alrededores, también lo hace el espectador. Esta mecánica pese a que es efectiva en transmitir cierto horror psicológico, cae en ocasiones en dejar de lado una trama coherente en pro de engañar al público, perdiéndose el hilo dramático ante la incertidumbre de la verdad.
Aún así, ‘Smile 2’ cuenta con numerosos elementos a destacar, siendo uno de ellos su soundtrack; una propuesta novedosa, pues cuenta con canciones cantadas por la misma Naomi Scott, quien no podemos olvidar protagonizó los musicales de Disney Aladdin (2019) y Lemonade Mouth (2012). Estas canciones originales se aprecian en pantalla, el glamour y el baile de la industria pop contrastando con la acechante presencia de la muerte, en un juego que trae algunas de las escenas más aterradoras de toda la película. Sumado a esto, los ángulos de cámara ingeniosos y los efectos especiales, incluyendo digitales y prácticos, mantienen su alto nivel, llevando a aterrar y maravillar en partes iguales.
Smile 2 es una ampliación constante de su predecesora, más violenta, más siniestra, con un mayor presupuesto evidente, y con riesgos ciertamente más altos, que pese a que peca ocasionalmente del cliché de mover el terror en base a jumpscares, asegura una experiencia aterradora para cualquier aficionado al horror.