Adriatique
Live Review

Adriatique en Chile: El futuro se hizo desconocido

Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Bárbara Hernández

La experiencia inmersiva del año. Un concepto en que los ritmos y las visuales unen protagonismos para desarrollar una experiencia memorable en sus asistentes. El Dúo Suizo, Adriatique, aterrizó en nuestro país para presentar «X – The Future Is Uknown». Festival que cumple a la perfección una narrativa musical complementada por las animaciones que parecían surrealistas en una primera interacción.

Apertura

Un Santiago caluroso recibió la «X» que ostentaba su grandeza en dos grandes pantallas y las energías debían de recargarse ya que el día iba a ser largo. Kamila Govorcin fue la encargada de iniciar los ritmos míticos de la música electrónica. A momentos, se apreciaron mezclas de su último lanzamiento «Al Otro Lado», mismo que destaca un género experimental que encaja bien en el concepto del festival. El futuro es incierto y la música a escucharse era para sorprenderse, y poco a poco lo que parecía ser un campo vacío, se convirtió en una pista de baile que llamaría la atención de quienes llegarían un poco más tarde de lo puntual.

En general, el ambiente del lugar se fue acomodando según avanzó el día. Los outfits ostentosos se hicieron presentes deseantes de protagonismo, y obvio los bailarines expertos en lo que la electrónica les puede ofrecer. En un momento Kamila dejó el stage, pero aun así el set continuó con normalidad. Y es que la fiesta no tuvo cabida para la pausa y la hipnosis de visuales hicieron de sus asistentes unos esclavos de los BPM. Con ello previsto, Undercatt entraba en escena junto a Vomee. Ambos productores reconocidos por su trayectoria en un sin fin de fiesta -y vaya que saben como prenderla-. A sus espaldas ya asomaban aquellos afortunados de vivir una pista exclusiva cercana a los Dj´s.

Tan solo recordar que el debut de Undercatt en Chile se asomó gracias a su mérito y colaboración junto a Adriatique en el cautivador tech-house «Horizon». Respecto a Vomee, es un viejo conocido que ha girado junto los suizos en más de una ocasión, por lo que la comunidad ya lo conoce en su totalidad. Grandes nombres que contribuyeron en que el público se adentrara aun más en este futuro musical incierto… considerando que el sol aun no se rendía ante las sombras.

Una tarde particular

Bajo la lógica anterior de continuar sin parar, Layla Benitez se subió al escenario luciendo gran versatilidad. Su mera presencia dejaría atónito a cualquiera. Sus mezclas que rozan desde el house y el tech lograron generar una atmósfera que logró asomar los primeros saltos. La timidez del público ya no era permitida, y los espacios reducidos en grupos iban desapareciendo poco a poco. Alcohol y locura, dos palabras que definen bien lo que generó Benitez durante su su hora de presentación. Más allá de que las visuales no eran tan atractivas, su forma en mezclar ritmos experimentales hicieron de su set uno de los más espontáneos de la jornada.

Así mismo y con la noche como figura imponente, llegó el turno de Mau P. El peso pesado dentro de los nuevos rostros de la escena. El colaborador de grandes estrellas como Gunna, Diplo o Calvin Harris, hizo lo que se le antojó. Un concierto que se convirtió en una celebración interminable, la forma y cuidado en tratar los track destacaron por sobre lo demás. Fue con ese talento innato en que además, las luces estuvieron a su favor, y el éxtasis de sentir la música vibrar fue el hipnotizante final para las próximas horas.

Adriatique particular

Al término de Mau P sucedió lo que nadie quería… una pausa. Entre gritos, quejas y aplausos la «X», misma que estuvo en silencio durante toda la jornada, decidió emitir un mensaje. Mismo en el que explicaba los orígenes de su existencia y conceptualización, y entre un juego de luces blancas con variedad de visuales, la experiencia inmersiva dio el pie inicial, Adriatique estaba sobre el escenario. La pista privada estaba repleta y a pesar de que las barricada no existió, cada quien respetó su espacio cercano a los productores.

Llamativo e imponente, el arte era completo, pero sus protagonistas no eran humanos. Como bien se dijo, el futuro es incierto y el desarrollo de este show es digno de admirar. Los ritmos cautivantes dieron pie a que muchos grupos de amigos se separaran entre la muchedumbre, otros simplemente se unían a la fiesta del resto. Y por más que uno quisiese observar al duo suizo, la gran pantalla se imponía entre ellos para robarse las miradas, al final y al cabo la «X» era la verdadera estrella.

En un mar de luces rojas se asomó la primera interacción entre los seres humanos y la realidad digital. En la pausa de «With You», colaboración que tiene Adriatique junto a Gordo, uno ojos de tenue rojo se hicieron presencia ¿El campo? silencioso, como si de un Gran Hermano se tratase. La jornada continuó su curso, las marcas de adn, la construcción de músculos y huesos. El espectáculo no era un simple dj set, más bien, era la construcción de lo desconocido, la historia de aquella «X» que busca quedarse en las retinas de Sudamérica. Bajo dicha premisa, la fiesta se alargó hasta las 00:00, solo aquellos que fueron testigos de primera fuente podrán responder si estuvieron allí en cuerpo o en alma.

 

Jocsán Sánchez

Periodista cultural con un complejo de artista / Universidad Finis Terrae

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