Disco de la semana
Uno de los casos más curiosos de fusión musical que ha surgido estos últimos años es el de Phuyu y la Fantasma, proyecto iniciado en un comienzo por Rodrigo Romero, y que rápidamente llamó la atención en la escena local. Su particular mezcla entre las raíces folclóricas de la cueca y el rock más ruidoso se alzó con alta creatividad en ‘Anticuecas subterráneas’, primer larga duración que hoy cuenta con su esperado sucesor: ‘A| Tetralogía de Bichos y Setas’.
A diferencia de aquel registro, lo nuevo involucra más integrantes a la ecuación final. Así, el bajista Ignacio Romero, Óscar Hernández en batería y Catalina Parra en teclado y voces, resultan determinantes en las dinámicas oscuras y disonantes que presenta el LP, aportando a la ambición desmedida que persigue la música.
Ecosistema tras el terror
Con su estreno en plenas fiestas patrias de Chile, el disco simboliza la catarsis del sonido del proyecto, a su vez que una expresión enraizada a la existencia del país. Por ende, el abuso, la injusticia, el exterminio, la privatización, la sangre, la represión, y el terror son parte de las temáticas tratadas en sus diversas canciones, bajo una lírica que construye la memoria de estas tierras con crudeza, reflexión e iracunda rebelión.
En ese sentido, la constancia de la cueca como eje temático abarca la totalidad de la obra, tanto en los ritmos como en la forma de tocar la guitarra. Sumado a una ejecución distorsionada, atonal y ruidosa que promueve momentos de descarga, pesadez, pero también experimentación.
Phuyu y la Fantasma expone la rabia y angustia que hay tras un país violentado, donde al fin y al cabo el poder y sus símbolos son omnipotentes. Sin embargo, hay todo un ecosistema detrás que subsiste bajo los pies de estos gigantes enriquecidos con el robo, y por supuesto, la música es una de sus formas de resistencia por excelencia.
Valiosa herencia hacia el futuro, testimonio laudable del presente. ‘A| Tetralogía de Bichos y Setas’ hace demasiado en una duración prudente, conservando únicamente espacio para lo esencial que es como el fuego: cambiante.
Cuatro pie de cueca
En solo 33 minutos, Phuyu y la Fantasma dispone de un imaginario filoso y caótico de protesta, tan evocador como desenfrenado. Este tiempo está dividido en cuatro segmentos, partiendo por «I| EL EXOESQUELETO DEL CAPITAL » que anuncia momentos intensos y tornadizos, con piezas como «hormigas rojas y azules», «reciclan crisis cíclicas» y «te privatizaron».
La fluidez toma forma en la siguiente parte inaugurada por «II| ANOMALÍA DEL MICELIO HUMANO«, donde la extravagancia se torna una constante. Canciones como «va (i) ven» y «la mantis social» formalizan esta mirada de estructuras texturales menos convencionales, aunque se sostiene la presencia folclórica detrás. Sobre todo en «balance de muerte e indiferencia», una pieza que podría ser cantada en sus conciertos, y donde la química vocal entre voces alcanza una de sus cumbres.
La siguiente parte «III| TODAS LAS HUIDAS, LA HUIDA» arremete con tiempos poco comunes, encontrando furia y melancolía andina en «palomeando rotos», extrañeza en «hacienda xu», para rematar con la climácica «la Berenice» junto a Javiera Electra. Única colaboración que añade dramatismo, tensión y gritos al trabajo.
De este modo, el cuarto pie de cueca iniciado con «IV| MUTUALISMO COEVOLUTIVO» finaliza la obra con un giro acertado e inspirado. La intensidad baja, apareciendo la más colorida «bioluminiscencia», de interpretación más tradicional sin dejar el atractivo de su propuesta, al igual que con la lúdica y emotiva «cucharitas», con voces de Catalina Parra que ponen los pelos de punta. Por último, «líquen» da el cierre a un admirable ejercicio y monumento de innovación como ‘A| Tetralogía de Bichos y Setas’.
Escrito por Felipe León
Escucha ‘A| Tetralogía de Bichos y Setas’
Por Phuyu y la Fantasma
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