Journey Deep Purple Chile
Live Review

Journey + Deep Purple en Chile: Encandilados por su grandeza

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos de Deep Purple y Aleste por Andie Borie
Fotos de Journey por Manuel Fuentes / The FanLab

El segundo semestre de 2024 en materia de conciertos nos tenía un evento con pesos pesados en materia de ese rock más clásico. Hablamos de Journey y Deep Purple en Chile, quienes harían un vistazo bastante detallista de lo que uno de los géneros musicales más populares ha tenido que ofrecer por generaciones.

El caso de Journey, quienes llegaron como headlining show, importaba por una sencilla razón: se trataba de un regreso inesperado después de 13 años de repletar el Movistar Arena. Una espera bastante larga a decir verdad, pero en consideración de que estos y Deep Purple fueron convocados al Rock In Rio 2024, hizo posible ver el regreso de Neal Schon, Jonathan Cain y compañía

Respecto a Deep Purple no fue exactamente un contexto parecido, y es que esta histórica agrupación de hard rock comandada por Ian Gillan e Ian Paice, vinieron tan sólo el año pasado al festival Masters of Rock –junto a KISS, Scorpions, y más–. Sin embargo, hace poco publicaron ‘=1’, su más reciente álbum de estudio, el cual ha tenido un excelente recibimiento y muestra el oficio sin igual con el que se manejan.

En definitiva, el evento de rock clásico más grande del año.

El acto de apertura

Los encargados de abrir la jornada fueron ni más ni menos que Aleste, agrupación de pop rock con más de 30 años de trayectoria, quienes entregaron un show sobre todo emotivo y pulcro que hizo repaso de sus grandes éxitos como “Nadie como yo”, “Dónde estabas” y “Hay un límite”. Si hasta una versión de «Sure Know Something» de KISS se mandaron.

Desde el regreso a la actividad en 2019, Rodrigo Espinoza, Alfredo Alonso, Ricardo Viancos, Lito Zerené, y Juan Pablo Nieto –junto a la corista Claudia Barros–, brindaron un espectáculo de alta alcurnia ante las almas mayores que llenaba más y más el Santa Laura.

Deep Purple: Los mejores veteranos del juego

Si bien la agrupación de Ian Gillan y sus secuaces vienen a Chile de forma relativamente constante, en especial considerando que se presentaron el año pasado en el mismo recinto en el marco de Masters of Rock 2023 –mencionado anteriormente–, la verdad es que jamás, pero jamás dejará de ser un lujo y una experiencia de altísimo calibre de presenciar. Digo, ¿escucharon el último álbum de los ingleses? No lleva ni dos meses de publicado, pero es una absoluta joya –algo poco acostumbrado para actos con trayectoria en sus últimos años–. Sudan vigencia.

En ese sentido, no es de extrañarse que el Estadio Santa Laura – Universidad SEK estuviese repleto a las 19:00 hrs., puntual, para dar inicio con esa marcha de caja característica de Ian Paice, vaticinando rápidamente «Highway Star». Claro, el largo trayecto se les nota a los músicos, en especial a Gillan quien no tiene como camuflar la edad en su voz, pero es algo en la disciplina y en hacer uso de todo al máximo –y de forma sostenible– que permiten a los británicos ser excelentes intérpretes. Si por algo destacan, es que sus interpretaciones son inmaculadas y envidiables para cualquier acto de rock, incluso nombres jóvenes.

Es cosa de ver como iba avanzando la velada. «A Bit On the Side» puso en muy buen lugar el nombre de ‘= 1’ (2024), su más reciente disco; «Into the Fire» atrajo ese hard rock más psicodélico y atrapante invocando unas visuales extraídas directamente desde los ’70; un solo corte speed metal de Simon McBride; o la surreal «Uncommon Man» que con lo que hizo Don Airey en el teclado, haría orgulloso a Jon Lord.

«Esta no es una canción sobre el calentamiento global como todo el mundo cree«, nos contaba Ian Gillan tras interpretar «Lazy Sod», el cual sería la antesala para temazos de antaño como «Lazy» y «When a Blind Man Cries». Nuevamente, no exagero al decir que Deep Purple es probablemente la banda que mejor ha resistido el paso del tiempo en sus shows en vivo. La nostalgia no les pesa en absoluto, lo que queda claro en lo claro y vívido de su sonido, así como en añadir un buen número de tracks nuevos a sus shows, tal y como hicieron «Bleeding Obvious», uno de los mejores temas de su última obra, con un trabajo de guitarra absolutamente soberbio.

Lo siguiente fue una masterclass pura. «Space Truckin'» y «Smoke On The Water» haciendo vibrar a todo el Santa Laura, coreando con fuerza sus estribillos y armonizando con sus riffs –en especial esta última–, entregando cierto testimonio de cómo eran las cosas hace 5 décadas, cual el ‘Machine Head’ (1972) estaba revolucionando el rock. Momentum que sería aprovechado rápidamente tras la llegada rápida del encore, con la apropiada «Hush» y «Black Night», dando un final psicodélico en toda su clase a una presentación sublime.

Una hora y media de historia.

Setlist de Deep Purple

Highway Star
A Bit On The Side
Into The Fire
Uncommon Man
Lazy Sod
Lazy
When A Blind Man Cries
Anya
Bleeding Obvious
Space Truckin’
Smoke On The Water
Hush (Joe South Cover)
Black Night

 

Journey: Himnos inagotables tras 5 décadas

Con la luna llena sobre en el cielo nocturno, y el partido de Colo Colo vs River Plate gestándose, a las 21:00 hrs. tomaban escena los californianos Journey, aquellos que dominaron los ’80 con sus hits multi-generacionales y que venían celebrando 50 años de carrera. Un hito que se configuró como la excusa perfecta para gestar este retorno a nuestro país después de 13 años, en un recinto más grande, y con más años en el cuerpo también.

Los liderados por el guitarrista Neal Schon y el tecladista Jonathan Cain venían a renovar los votos con su público, entregando un show documentativo de sus mejores años para traer toda la dicha de su pop rock meloso, el cual partió con «Only The Young» y «Be Good To Yourself», entonando con fuerza con un sonido bien cuidado y grandilocuente que se apreció, por sobre todo, con el subsecuente solo de Schon –obrado con entereza y oficio–.

Con el concepto de showmanship tatuado en el cuerpo, Arnel Pineda –quien lleva siendo la voz de Journey por ya 17 años– se paseaba inquieto una y otra vez por los extremos del escenario, trayendo su actitud llena de júbilo a una audiencia –en su mayoría considerablemente adulta– para entregar una performance demandante, aún si en esta ocasión su voz no estaba al 100%. Con tal compromiso, el filipino fue capaz de sortear las dificultades físicas tal y como quedó claro con grandes canciones como «Stone In Love», «Escape» o «Chain Reaction».

Además, la versatilidad dentro de la química interna de la banda nos brindó a un Deen Castronovo haciendo gala de sus dotes vocales en «Keep On Running» y «Lights», tema en el que por cierto el Estadio Santa Laura se convirtió en un océano de luces ondeantes al son de tan encantadora canción. No siendo las únicas sorpresas, debutaron en este tour «Still They Ride» y «Girl Can’t Help It», gratas sorpresas para los fans más acérrimos –siendo esta última interpretada vocalmente por Jason Derlatka–.

Desde este punto, la magnitud de himno de cada canción que estaba por venir no hizo más que subir en estatus, y es que con «Send Her My Love» y «Who’s Crying Now» la emotividad apretó con fuerza a cada asistente ante el despliegue inagotable de melodías gentiles que bañaban al Santa Laura. Sí, hacía frío ya, pero el groove de un hit como «Lovin’, Touchin’, Squeezin'» era capaz de entregar esa cuota de calidez necesaria para que los sentimientos del público se encontrasen bien cobijados.

Tras un solo de piano que hacía guiños a lo que estaba por venir, llegó un portentoso dueto de las baladas más icónicas de la agrupación: «Open Arms» y «Faithfully». ¿Quién no se ha emocionado alguna vez con estas canciones? Parecía un regalo genuino recibir sus interpretaciones de forma consecutiva, para la dicha de un público que se armó en vigor para armonizar con la voz de Pineda. De la nada el estadio se convirtió en una graduación a la antigua, con parejas bailando estos lentos y otros soltando lágrimas entre la nostalgia y profundo impacto emocional de estas piezas.

Y lo mejor es que, aún faltaba un tramo no menor de hits, todo el mundo lo sabía.

Tras la monumental «Wheel In The Sky», el encore llegó rápidamente –y con un Jonathan vistiendo la camiseta de Colo Colo– con la monumental «Separate Ways (World Apart)». Con decirles que, aún si la cancha preferencial optó por la timidez y la complacencia, el resto de sectores del estadio hicieron notar la fuerza de sus voces con el tremendo estribillo «Someday love will find you, break those chains that bind you«. Escalofríos por doquier, siendo la misma tónica que perseguirían la encantadora «Don’t Stop Believin'» y «Any Way You Want It», dejando los espíritus por las nubes en una helada noche –casi– primaveral.

Fue una verdadera fiesta, digna de sus 50 años de historia.

Setlist de Journey

Only The Young
Be Good To Yourself
Stone In Love
Keep On Running
Escape
Ask The Lonely
Chain Reaction
Lights
Still They Ride
Girl Can’t Help It
Send Her My Love
Who’s Crying Now
Lovin’, Touchin’, Squeezin’
Open Arms
Faithfully
Line Of Fire
Dead Or Alive
Wheel In The Sky
Separate Ways (Worlds Apart)
Don’t Stop Believin’
Any Way You Want It

Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

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