Escrito por Antonia Villarroel
Foto por Fabián Suspensivo
El cantautor oriundo de Talca, Diego Lorenzini, fija su regreso a Chile con “Música en miniatura: Shows de larga duración” una extensa gira que lo llevará a seis ciudades diferentes de nuestro país, como parte de un recorrido que amplía por latinoamérica visitando; Perú, Colombia y México, con un show fresco y renovado que incluye un repaso por todos sus álbumes hasta la fecha incluyendo recursos musicales innovadores dentro de su trayectoria artística que lo distan de su reconocido formato acústico.
Otro aspecto característico de esta gira 2024 de Diego Lorenzini radica en que todos los conciertos fijados en Chile tendrán lugar en destacados teatros, siendo su última parada y cierre de esta gira, en el Teatro Regional del Bío Bío, Concepción.
COORDENADAS:
Chile
Santiago jueves 7 de Noviembre – Teatro Universidad de Chile
Talca Sábado 9 de noviembre – Teatro UCM
Valdivia viernes 15 de noviembre – Teatro Regional Cervantes
Temuco 16 de noviembre – Teatro Universidad Católica
Viña del Mar viernes 22 de noviembre – Cine Arte
Concepción viernes 27 de diciembre – Teatro Regional del Bío Bío
Perú
Lima jueves 5 diciembre – La Noche de Barranco
Colombia
Bogotá viernes 6 de diciembre – La Mecánica
México
Guadalajara domingo 15 de diciembre – Cuerda Cultura
Puebla jueves 12 de diciembre – Beat 803
Querétaro sábado 14 de diciembre – Centro Cultural El Árbol
CDMX viernes 20 de diciembre – Foro Lenin
Diego Lorenzini nace en la ciudad de Talca en 1984, es un dibujante, músico y productor chileno reconocido por su trabajo como solista. Su álbum debut “Trenzas Ad Honorem” fue publicado en abril del año 2013 y fue seguido por los lanzamientos; “Pino” (2016), “De Algo Hay que Morir” (2019), y finalmente, “Palabritas y Palabrotas” (2022) álbum de larga duración compuesto por 24 tracks en que explora su diversidad musical tanto en lo que es la melodía, como la composición y la letra.
A su vez, dentro de este trabajo discográfico destacan sencillos como; “Tiempos Mozos” (2016), “Serotonina” (2018) junto a Simón Campusano (Niños del Cerro), “Me voy a Valparaíso” (2019), “Carita de Gato” (2020) , “Cualquier Cosa” (2021) y finalmente, y su lanzamiento más reciente, “Entrada Liberada”, publicado en mayo de 2024.
En su trabajo como productor musical destacan la realización de los álbumes; “Loza” de Niña Tormenta (2017), “Arriba es Abajo” de Chini and the Technicians (2018) y “Lo Primero” de Rosario Alfonso (2018). Es a partir del año 2011 que lidera el sello independiente de gestión colectiva Uva Robot, que se dedica a producir y difundir canciones “hechas por gente común”.
Dentro de sus reconocimientos destacan el haber sido ganador en tres categorías de los Premios Pulsar 2020 (el reconocimiento más importante a la música popular chilena). Su último disco “De Algo Hay que Morir” (2019) le hizo merecedor de 2 galardones: Mejor Cantautor en calidad de letrista y compositor, y Mejor Arte de Disco en calidad de ilustrador y diagramador. Asimismo, el disco “Persisten” (2019) de Tus Amigos Nuevos (banda de la cuál formaba parte) le valió el premio a Mejor Artista Rock en calidad de vocalista y co-compositor.
En la actualidad, Diego reside en la ciudad de Barcelona, España. Por lo que su regreso a nuestro país despierta diferentes emociones, ante esto, el músico explica:
“Siempre es un honor poder reencontrarme en vivo con quiénes se interesan en mi trabajo, sean de donde sean, pero claramente hay un cariño especial cuando se trata de quienes me van a ver en los lugares en donde he vivido y/o crecido como artista. En ese sentido, cada vez que vuelvo a Chile se me llena el corazón de alegría ya que me puedo reencontrar con mi familia y amigos del mismo modo en el que puedo reconectar con quienes me han dado la posibilidad de dedicarme a esto”, expresó.
Durante el diálogo, Diego Lorenzini se refirió también a sus expectativas de esta nueva gira, la cuál lo llevará a seis ciudades diferentes de Chile y visitas al extranjero, frente a esto, el artista comenta: “Todos los públicos son distintos y, por tanto, me desafían en vivo de maneras diversas que son difíciles de comparar. De todos modos, esta variedad idiosincrásica, por llamarla de alguna forma, es muy valiosa a la hora de aprender a conectar de manera sincera, pero también flexible y espontánea con quiénes están al otro lado del escenario. En ese sentido, disfruto mucho la ternura y picardía peruana, la sofisticación y calidez colombiana, o la generosidad y desenfado mexicano por nombrar algunas cosas que atesoro muy dentro de mi corazón (…) hago una mención especial para Talca, mi ciudad natal, en donde siempre es un honor poder tocar y sentir que a mis coterráneos –especialmente a mis coterráneos más jóvenes– les hace algo de sentido lo que hago”.
Por otro lado, conversó acerca de sus trabajos actuales y lo que lo mantiene hoy en día ocupado: “Actualmente me encuentro grabando dos discos nuevos simultáneamente. Uno exclusivamente de colaboraciones y otro que sería la continuación más natural de lo que vengo haciendo en la «trilogía talquina» (por llamarle de alguna forma) compuesta por los discos «Pino», «De algo hay que morir» y «Palabritas y Palabrotas». Es decir, un disco más bien largo que trate de solucionar algo que a nadie realmente le importa, pero que para mí es crucial, y que creo que tiene que ver con la combinación entre lo acústico y lo electrónico, así como también un intento de redimir lo más liviano y lo más perverso del universo en el que me tocó vivir”, expresó.
Con respecto a este último punto, ahonda en su nueva propuesta en vivo y que caracteriza el nuevo show que compone su gira, la mezcla entre su reconocido formato acústico, abrazándose a nuevas posibilidades y haciendo un trabajo más relacionado con lo electrónico, ante esto, apunta: “Es una tentación que tengo desde hace mucho tiempo, pero que recién ahora me siento con la confianza «casi suficiente» -que es la medida perfecta- para incluir estas nuevas herramientas o juguetes poco a poco. Sobre todo porque siempre me ha interesado la idea de hacer crecer algo achicándolo, y eso no es fácil. Es decir, no es tan simple encontrar la fórmula a través de la cuál incluir otras inquietudes musicales que sí me son muy personales y orgánicas, pero sin la obligación de perder la intimidad que caracteriza lo que hago (…) En el fondo no estoy de acuerdo con una visión pasiva de lo creativo, por muy maravillosa y satisfactoria que sea. Por esto mismo, y del mismo modo en el que siempre me ha gustado dibujar con bolígrafos sobre hojas de cuadernos en lugar de pintar al óleo porque lo primero es algo que todo el mundo lo ha hecho alguna vez y sabe como funciona, ahora poco a poco he podido ir agregando texturas y ritmos musicales que puedo interpretar de forma visible y que espero refresquen la sensación de que cualquiera lo podría hacer”.
Para finalizar, Diego me comenta de su agradecimiento por esta nueva experiencia, al reconectar con Chile a través de la renovación de su show y la puesta en marcha de innovaciones que lo mantienen emocionado: “Muchas gracias por la atención, si no fuera por ustedes no estaría aquí, ni tampoco allá. Los quiero mucho. Aunque suene chanta, lo digo de verdad. Espero de todo corazón que les guste el minúsculo caos en el que me he convertido. Con mucha emoción vengo a entregarles estos pequeños e íntimos conciertos de larga duración para que cerremos juntos este 2024 que para nadie ha sido fácil. Entre tanta guerra, genocidio e hipocresía, suena un poco inutil, pero estoy muy emocionado poder reencontrame con ustedes para cantar en vivo las partes más luminosas y oscuras del repertorio en el que he estado trabajando los últimos 15 años de mi vida. No tengo mucho más que ofrecerles, pero al menos les prometo que van a ser conciertos al borde de un desastre muy fotogénico. Nos vemos allí”, cerró.