Por Juan Pablo Ossandón
Royel Otis es el dúo australiano del momento. El proyecto de indie pop conformado por Otis Pavlovic y Royel Maddell se ha hecho rápidamente un nombre al subir en los charts australianos con el éxito de su debut, «Oysters in My Pocket», «Murder on the Dancefloor» –cover de Sophie Ellis Bextor que rindieron en triple J ‘Like a Version’–, y «Linger» –de The Cranberries que versionaron para SiriusXM–. Tan sólo la punta del iceberg del éxito que están teniendo hoy en día, lo que fue del todo visible en la gira sold out que dieron por Estados Unidos.
El dúo, quienes además son grandes amigos en el día a día, lanzaron recientemente ‘PRATTS & PAIN’, su álbum debut que simplemente viene a confirmar este gran despegue, con canciones de un carismático indie rock/indie pop que suenan cuidadosamente curadas, en especial a lo que respecta a la producción, sonando cada instrumento con una vitalidad tan necesaria en un entorno como este. Ni hablar de las pequeñas dosis de jangle pop y post-punk que terminan por entregar un álbum muy divertido. Definitivamente seguiremos escuchando de ellos en el futuro.
Con esta emocionante premisa, en Expectador tuvimos la oportunidad de conversar con Royel Maddell, guitarrista del dúo, sobre este trabajo discográfico e indagar un poco en los detalles que rodean la carrera de este nombre ya grande del panorama australiano.
Felicitaciones en su primer tour sold out por Estados Unidos. ¿Cómo estuvo? ¿Qué recuerdos les deja? O ¿qué lecciones aprendieron de éste?
Fue increíble. Fue algo que nunca, nunca esperamos. No esperábamos las audiencias, todo el apoyo que recibimos. Hicimos bastantes shows en un período tan corto de tiempo. Todo como que se mezcló en uno, por lo que es difícil recordar lo que pasó y cuándo, pero un highlight para mi sería el festival que hicimos en Atlanta.
Creo que fue Shaky Knees, si no, bueno, lo siento mucho Atlanta. Cualquiera que haya sido el festival, definitivamente fue en Atlanta. El público… Nos tocaba tocar bastante temprano, y el público fue increíblemente mayor de lo que pudimos haber imaginado. Ese sería un highlight para mí.
Recientemente publicaron su debut ‘PRATTS & PAIN’. ¿Cómo se sintieron dejando salir todas esas canciones?
Se siente genial. Me alegro de que haya sido recibido tan bien. Una vez que terminamos de grabarlo, no lo escuché hasta que estaba prácticamente listo para ser lanzado. Así que no sentí que tomó mucho tiempo.
Estas cosas como banda tardan una eternidad, tipo grabas un álbum y un año después finalmente es publicado. Sabiendo eso, yo estaba como «no escucharé nada de esto hasta que salga, para que se sienta fresco cuando eso suceda«. Y entonces, se sintió increíble, la aceptación de la gente… No hemos tenido realmente la oportunidad de pausar un poco y procesar todo esto, pero estoy seguro que, si y una vez que lo hagamos, se sentirá aún mejor.
Justamente sobre lo que dijiste de que toma una eternidad hacer un álbum, Otis dijo en su momento que, y cito «cuando vuelves a lo básico y lo haces en seco, hay una energía y una magia ahí«. ¿Me podrías hablar de esa filosofía de ustedes?
Sí, creo que si has sobrepensado algo, sabes, sobre la energía original que tenías cuando empiezas a tocar, nada perfecto ni sobrecocinado, y cuando finalizas (de grabar), lo lanzas. Lo publicaste mientras estabas divirtiéndote con eso, creo que ese júbilo se transmite a la audiencia, junto con la urgencia, la fascinación, y la energía, creo que todo sale bien. Mi filosofía es «asegúrate de divertirte«, de lo contrario, simplemente no lo hagas. No lances esa canción, sabes. Si ya no te diviertes con una canción, es porque la has estado tocando demasiado tiempo. Sólo para.
Escribimos el 99% de las letras sentados dentro de ese pub
¿Me podrías contar la importancia que tiene este pub de South London, ‘Pratts & Pain’, al punto de nombrar su álbum de esa forma?
Era un bar que estaba al lado del estudio en el que estábamos grabando, así que en los almuerzos, cenas o después de terminar (de grabar) íbamos a este pub llamado ‘Pratts & Pain’, y escribimos el 99% de las letras sentados dentro de ese pub. Se nos ocurrieron un par de ideas para canciones mientras estábamos dentro de ese pub, así que se sintió correcto… El estudio era increíble, pero no tenía un nombre (risas). No podíamos nombrar al álbum por el estudio, así que el pub simplemente nos hizo sentido.
¿Cuál es la historia tras la canción ‘Heading for the Door’?
En ‘Heading for the Door’, la línea de guitarra y la línea de sintetizador… yo tenía un demo de años atrás, quizás hace 5 años, y nunca se me pudo ocurrir una melodía para esta, hasta que un día le mostré a… no recuerdo quien era, creo a Otis le mostré una melodía vocal, y el me dijo «oh! ¿crees que esto funcionaría con ese otro demo que tienes?«. Así que intentamos eso, y entonces ya teníamos la melodía.
Las letras como que salieron de la frustración porque, bueno cualquiera puede tener la interpretación que quieran de la canción y yo les animo a que lo hagan, pero bueno, era de una relación amorosa terminándose, sabes. Alguien que está fuera de sus cabales, y solo intenta calmarse, poder parar y pensar sobre las cosas por un segundo tranquilamente, lo que es gracioso porque trato de no sobrepensar las cosas, pero cuando estás en rumbo a la colisión tienes que tomarte un segundo para procesar las cosas, resolverlas y parar un poco.
Intentamos estar afuera de las redes sociales
Ustedes han tenido un impacto en redes sociales con sus versiones de ‘Murder on the Dancefloor’ y ‘Linger’ que hicieron para triple J y SiriusXM. ¿Por qué escogieron esas canciones? ¿Qué significan para ustedes a nivel personal?
Parte de eso es que fueron decisiones de último minuto, de las que jamás pensamos que hubieran alcanzado esos niveles de audiencia. Esas canciones siempre han significado mucho para nosotros, mientras crecíamos las escuchamos harto. Especialmente The Cranberries.
Ahora que lo noto, recuerdo haber pensado que versionar ambas canciones iba a arruinar nuestra carrera, lo que sea de carrera que teníamos en ese momento, pero resultó ser algo muy beneficioso para nosotros de muchas formas. Nos conoció mucha gente de la que hubiera llegado si tan sólo hubiera tasado nuestra música, ¿sabes? Intentamos estar fuera de las redes sociales porque, para ser honesto, hay algunas cosas malas allí (risas).
¿Cómo te presentarías a aquellos que no les conocen acá en Chile?
¿Así como si fuese mi bio de Tinder? (risas). Somos chicos divertidos, tratamos de hacer nuestra música entretenida e infecciosa. Y no lo sé, si no les gusta está bien; si les gusta, muchas gracias. Si no les he conocido, les echaré aún más de menos. Ahí lo tienes (risas).