El Cuarteto de Nos en Concepción: ¡Abróchense los cinturones!

Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por Nicolás Rosales M.

Para muchos, una banda que trascendió la barrera generacional; para otros, una colección de éxitos latinoamericanos; para algunos, unos genios de la música; y para otros, simplemente una banda de raros. La verdad es que no hay una verdad: El Cuarteto de Nos es una de las bandas de rock más exitosas de los 2000 y continúa vigente con una energía incansable. Así lo demostraron el pasado sábado 3 de agosto en el Suractivo de la ciudad de Concepción, en el marco de la gira del álbum Lámina Once (2022), convocando a una gran multitud en su debut en la ciudad penquista.

La entrada con DPSE

A las 19:45 horas, DPSE, el telonero local de Concepción, hizo su entrada con energía. Su mezcla de pop sofisticado y synth pop dejó al público asombrado con la calidad de su sonido. La noche comenzó con “QQQ!”, un tema que invitaba a moverse al ritmo, seguido de “Dentro, Fuera”, un electro-pop con un toque nostálgico que envolvía a todos. La versión solista de “Que Más Quisiera Yo” aportó un aire romántico y minimalista, como un cálido abrazo para la multitud. El cover de Miguel Bosé, “Si tú no vuelves”, se reinventó de manera fresca y fue coreado con fervor. Con la promesa de un álbum a la vista, DPSE cerró con su nuevo sencillo “Luces de la Ciudad”, dejando a todos con el paladar musical satisfecho y con ganas de escuchar su debut completo.

El Cuarteto de Nos: Un Show encaminado al éxito

La hora llegó, y puntuales y seguros, Roberto y El Cuarteto de Nos hicieron vibrar al público penquista con su entrada al escenario, acompañados por el rugido de los asistentes. El comienzo fue fugaz y desató la algarabía, con luces y fuego, mientras sonaba “Flan”, uno de los sencillos de su último disco. Luego, el público de todas las edades coreó con entusiasmo “El Hijo de Hernández”, transformando el evento en una fiesta. Los clásicos “Ya no sé qué hacer conmigo” del álbum Raro (2006) y “Lo malo de ser bueno” del Porfiado (2012), un tema cargado de rimas tan contrarias como siempre, resonaron en el Suractivo como nunca.

El comienzo estuvo cargado de éxitos del vasto repertorio del Cuarteto, confirmando una vez más su capacidad para trascender barreras generacionales. Sorprendió la cantidad de niños acompañados por sus padres en el repleto recinto penquista, coreando los versos y canciones con facilidad a pesar de las complejas rimas de Roberto. La sinergia funcionó muy bien, especialmente al intercalar los éxitos de los 2000 con las nuevas canciones de «Lámina Once». Un equilibrio que funcionó a la perfección, jugando con “Roberto”, “Chivo Expiatorio” y “Frankestein Posmo”.

Y es que el conjunto uruguayo sabe demostrar su calidad con creces. Su sonido, que fusiona el power pop al estilo de Weezer con un toque de humor ingenioso, se evidencia en cada rima casi de MC de Roberto Musso. Parece que los trabalenguas de sus canciones se transforman en himnos para cada niño y padre en el público, creando una conexión única que une generaciones a través de la música.

“Mario-Neta” fue uno de los puntos álgidos del concierto. La gran canción introductoria del Jueves (2019) sumó un sentido bailable con esos versos pachangueros y su coro enérgico que provocó que el público saltara con locura. Luego, Roberto dedicó unas palabras a la ciudad penquista, dejando entrever la canción que seguía: “Maldito Show”, “Cinturón Gris” y la tremenda “Contrapunto para humano y computadora”, que permitía a Roberto desplegar su lírica. Volvieron a temas de «Lámina Once» con “Rorschach”, y tuvieron un momento más íntimo y emotivo con “No Llora” del Habla tu Espejo (2014), que provocó alguno que otro llanto entre la multitud.

Con el correr del concierto, se hizo evidente la gran destreza escénica tanto de Roberto como de la calidad de los músicos de El Cuarteto de Nos. La potencia escénica y la virtud de conectar tan eficientemente con el público se notaban con creces. Incluso en las canciones menos conocidas, lograron levantar las voces. La rapera “Hombre con Alas”, “Gaucho Power”, “Miguel Gritar” y la esperada “Invierno del 92” siguieron antes del bis del concierto. Prácticamente, el resultado fue una jornada casi perfecta, combinando potencia, fuego, luces, ritmos y sílabas que enamoraron a la ciudad penquista y a su público transgeneracional.

Ya llegando al final, la banda se presentó entre aplausos. No sabíamos cómo podría seguir, y es cuando Roberto, enmascarado con un pasamontaña, volvió con fiereza con “Buen día Benito”, un temazo del Porfiado, para seguir con “Nombres”. Solo un final épico podría cerrar la jornada a la perfección, ¿qué más nos podrían entregar? Y es que la gente ya lo coreaba: “Yendo a la casa de Damián” fue una victoria completa para todos. Quedó claro que la magia de El Cuarteto de Nos sigue tan viva como siempre, prometiendo muchas más noches inolvidables en Concepción a futuro, un pacto que fue reafirmado por el propio Roberto Musso.