Live Review

Timo Tolkki en Concepción: Al final del arcoíris

Escrito por Hernán Carrasco
Fotos por @bonhomiafotografia

La desilusión causada por la cancelación de la gira latinoamericana de Timo Tolkki y Alessandro Conti el año pasado fue lamentable, pero pronto se transformó en una bendición con el anuncio de la gira por el sur de Chile del otrora líder y fundador del grupo Stratovarius. Esta gira, que comenzó ayer en la conocida Bodeguita de Nicanor en Concepción, pronto se repetirá en otras ciudades como Santiago y Valdivia.

No solo la esencia que prevalece en Timo Tolkki se refleja en la extensa y coherente discografía de Stratovarius, sino también en su impacto en la escena del power metal. Pocas bandas pueden jactarse de la calidad persistente y el tecnicismo épico que definen el legado de Stratovarius. Álbumes emblemáticos como ‘Visions’ (1997), ‘Destiny’ (1998) e ‘Infinite’ (2000) marcaron un hito en la evolución del género a fines de los noventa.

Son cuatro décadas de música para Timo. El compendio es inmenso y lo que vivimos ayer fue un resumen de la mente maestra detrás de Stratovarius. Durante su paso por la primera ciudad del sur de Chile, acompañado por los miembros de Visions, un tributo oficial chileno de Stratovarius. Ellos mostraron un gran apoyo instrumental, junto con la voz característica que emulaba a Timo Kotipelto en los agudos, logrando una mezcla excelente en todo sentido.

El Comienzo

Comenzando pasadas las 22:20 horas, la entrada épica de «RED WARRIOR» provocó una algarabía en el tumulto de gente que se apretujó en la pista de baile de la bodeguita. Un saludo rápido y a tocar. La primera canción en sonar fue «Future Shock», una de las más primerizas en la discografía de Stratovarius. A pesar de los problemas técnicos que hicieron que Tolkki detuviera la canción, el show continuó con suma intensidad, interpretando temas del disco ‘Episode’ (1996) como «Will the Sunrise?», «Speed of Light», «Eternity» y «Father Time». Una pizca noventera de power metal, coreada por la multitud en un son de camaradería. Estos temas fueron complementados con «Paradise» y «Visions» del aclamado ‘Visions’ (1997), una de las joyas más esperadas por los fanáticos chilenos.

La espera de este momento no fue en vano. Timo se mostraba conversador y presente en todo momento. No faltaban los comentarios chilenos cada vez que Timo tomaba un vaso de alcohol, a los cuales él respondía con buen humor. Puede sonar un poco cliché, pero tanto el lugar, la banda Visions, como la llegada del músico hicieron que todo se sintiera «como en casa».

La receta estaba hecha; el resto de la jornada sirvió para exhibir la asombrosa calidad del músico que teníamos frente a nosotros. Timo no escatimaba en solos vertiginosos, que ejecutaba con una aparente facilidad, combinándolos con una textura neoclásica que evocaba a los grandes maestros. Su virtuosismo no solo impresionaba, sino que también poseía matices que llenaban el ambiente con una atmósfera cargada de emoción y técnica.

La importancia de recrear paisajes sonoros, evocar emociones profundas y llenarlas con la pasión del power metal, es una habilidad única que Timo Tolkki domina a la perfección. No es de extrañar que la reunión de fanáticos de todas las edades comprobara que Stratovarius sigue siendo una banda atemporal. La mezcla de generaciones en el público reflejaba la capacidad de la banda para trascender el tiempo y conectar con cada corazón presente.

Volviendo al concierto, uno de los  momentos romántico de la noche fue cuando Timo hizo subir al escenario a dos parejas de enamorados. Les pidió que declararan su amor y les dedicó un clásico del rey Elvis Presley: «Can’t Help Falling in Love». Sin duda, un momento cálido y dulce. Procedió con una ópera solista: «Nessun Dorma», que sirvió de antesala para el regreso de la banda con una clásica balada del ‘Destiny’ (1998). «4.000 Rainy Nights», un precioso tema que provocó un multitudinario y esperanzador coro al unísono. Incluso los más callados se unieron al canto.

La velada cogía intensidad con “Stratosphere”, un tema que más de alguno soñó con tocar con esa maestría al más puro estilo de Vivaldi. La plenitud del tema demostró los matices que llega a generar el propio Timo, desde el virtuosismo puro hasta piezas más ambientales y contemplativas, que unidas ofrecen una experiencia aún más vasta.

El momento que esperamos con gran euforia fue “Eagleheart”, probablemente el tema más conocido de Stratovarius. Sin lugar a duda, fue un éxito rotundo. El coro se hizo sentir al momento del “…the glory of Eagleheart”, provocando la sonrisa de Timo. Un momento único antes del encore que llegó enseguida luego de que Timo Tolkki saliera del escenario.

El concierto, que ya llevaba casi dos horas, estaba llegando a su fin, pero no sin antes ofrecer algunos de los temas más esperados. Canciones emblemáticas como la balada “Forever”, interpretada por Richie (Visions) y Timo en un dueto con la multitud, fueron tan emotivas que incluso hicieron lagrimear al cantante de Visions. La transición a “Hands of Time” fue impecable, y cuando Timo tomó la batuta y comenzó a cantar, la multitud respondió con un grito ensordecedor.

La fiesta se cerró con un gran final que desató una respuesta eufórica del público con “Hunting High and Low”. Con un coro exquisito y pegadizo, en profunda armonía con el tecnicismo de los teclados y la guitarra, encapsuló la energía de la noche. La gente coreaba con entusiasmo y pasión antes de pasar al emblemático “Black Diamond”. Este cierre perfecto dejó lo mejor para el final, sin lugar a duda, y fue un broche de oro para una noche inolvidable.

La respuesta del público, llena de entusiasmo y emoción, demostró que el legado de Timo sigue vivo y fuerte. La conexión entre el músico y sus fans chilenos fue palpable, creando una atmósfera hogareña. Fue una noche que no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó, dejando a todos con el corazón lleno y la esperanza de muchas más noches como esta en el futuro.

En definitiva, la gira de Timo Tolkki no solo reavivó los recuerdos de una era dorada del power metal, sino que también solidificó su estatus como una leyenda viviente del género. Los fanáticos de Stratovarius pueden estar seguros de que la música y la magia de Timo seguirán iluminando los escenarios y nuestros corazones por muchos años más.

Setlist de Timo Tolkki en la Bodeguita de Nicanor:

1. Future Shock (Stratovarius)

2. Will the sunrise? (Stratovarius)

3. Paradise (Stratovarius)

4. Speed of Light (Stratovarius)

5. Eternity (Stratovarius)

6. Father Time (Stratovarius)

7. Visions (Stratovarius)

8. Can’t Help Falling in Love (Elvis Presley)

9. Nessun Dorma (Ópera de Giacomo Puccini)

10. 4000 Rainy Nights (Stratovarius)

11. Stratosphere (Stratovarius)

12. Cold Winter Nights (Stratovarius)

13. Eagleheart (Stratovarius)

14. Forever (Stratovarius)

15. The Hands of Time (Stratovarius with Timo Vocals)

16. Hunting High and Low (Stratovarius)

17. Black Diamond/Destiny Final (Stratovarius)

 


Revisa la galería de fotos del show de Timo Tolkki en La Bodeguita de Nicanor a continuación:

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