Diego Ridolfi vuelve a brillar en lo último de Fármacos, un álbum lento y coqueto lleno de la clásica sensualidad Ridolfiana, pero marcado también por momentos nostálgicos e introspectivos que hacen de este disco otro gran paso en la carrera del frontman, hoy radicado en México.
Complicidad, deseo y nostalgia
La primera vez que me topé con una canción de Fármacos fue gracias a mi Descubrimiento Semanal de Spotify, por allá en 2015. El track “Lento”, proveniente de “Los Días Más Largos” (2013), el primer LP del proyecto, me voló la cabeza con su encantadora y atrapante sensualidad. Me complace decir que, ya en su cuarto disco de estudio, la esencia coqueta con la que Diego Ridolfi sazona su música ha logrado permanecer en el tiempo sin rasguños.
“Cuarto” es el primer álbum que Fármacos estrena desde radicarse en México hace un par de años y puedo entender cómo esta experiencia logró, de cierta forma, moldear el carácter de este disco. Hay un aura de añoranza que recubre las canciones, una introspección que conduce al querer y el buscar a través de un tracklist más lento y atmosférico que los anteriores, muy valioso e interesante para quien se adentre en este nuevo mundo sonoro del proyecto.
El deseo es generalmente protagonista, así lo ha dictado la pluma de Ridolfi en su discografía y esta no es la excepción, pero este desear es un espectro que se manifiesta, por ejemplo, desde lo carnal en la sensual y tentadora “Cómplices”, canción en la que un susurrante observador se revuelca en lo prohibido junto a su amante. Una complicidad que continúa en “De tú y de mí”, un lento manufacturado en el clásico indie pop responsable de que Fármacos se mantenga en el corazón del público.
Canciones como “Que Nunca Pare” y “Oler A Ti” suben el calor del ambiente, incitando a bailar como otrora hicieron temas como “Humedad” o “Quiero Conocer tu Mundo”, enmarcándose como los pocos, pero refrescantes, momentos de mayor movimiento del álbum junto a “My Love” y “Mi sombra”, dos grandes tracks que me recuerdan mucho al Fármacos de “Los Días Más Largos”.
La intimidad de bailar lento
Aún así, a “Cuarto” lo dominan los ritmos lentos, que se presentan en diferentes formas, como las canciones “Somos Errantes” y “Tus Fotos”, un lento sensual pero lleno de nostalgia comandado por la voz casi hablada de Ridolfi en los versos. Otra de ellas es “Cuando éramos tres (y todo bien bb)”, balada preciosa sobre caer y equivocarse de nuevo y a propósito, perfecta para menear la cabeza o, si el destino así lo decide, compartir un íntimo baile junto a otra persona.
Creo, eso sí, que uno de los puntos más altos de este álbum es la íntima “Once”, un track personal que, según el mismo Ridolfi, trata sobre vivir la separación de sus padres cuando él tenía once años y, también, “de esa sensación de cuando se comienza a perder la inocencia y uno quiere encontrar su lugar en el mundo”. La atmósfera que Fármacos construye en esta canción transmite esa inocencia de la infancia recubierta del manto de los recuerdos y la nostalgia, sin dudas uno de los cortes que definen la experiencia del álbum.
Fármacos se despide de su cuarto álbum con “Fuiste Tanto”, otra canción que simplemente suena a Fármacos, en el mejor sentido posible. La voz suave de Diego Ridolfi nuevamente le canta a la tentación de la añoranza, armándose de elementos sonoros a medida que avanza el track, hasta alcanzar un clímax atmosférico de sintetizadores que se despiden del oyente por unos momentos. Hasta que dan ganas de poner replay.
Escucha «Cuarto»
Por Fármacos
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