Escrito por Felipe León
Fotos por Francisco Aguilar
Digamos que costó pero salió. El esperado debut de Discharge en tierras chilenas finalmente pudo llevarse a cabo, sorteando hasta el último momento complejidades que pese a que hicieron peligrar el concierto, no consiguieron derrumbar la velada. Claro, la baja a último momento de Midnight y Havok trajo consigo el recuerdo amargo de otras fechas pasadas que fueron canceladas, pero el sábado 15 de junio del 2024 el destino quiso otra cosa.
Los ingleses no desistieron. De hecho, no seria extraño que más temprano que tarde los veamos de regreso por estos lados, ya que lo vivido en Teatro Coliseo califica como histórico, por motivos obvios, sí: son una de las agrupaciones más importantes del hardcore punk con su d-beat. Sin embargo, el concierto fue tan especial que en cierta forma activó un plus en la entrega de la banda como del público, congeniando en una de las noches más alocadas del año.
A.C.C.: Un llamado a la acción
Los miembros de Discharge no estaría solos, porque lejos de las lamentables cancelaciones persistió la sorpresiva apuesta de Actitud Contra Cultural, animando a los asistentes que llegaban para presenciar lo anhelado por años. Por lo mismo, la elección de este grupo local fue todo un acierto, congregando un espíritu intenso pero dinámico a su sonido de crossover thrash, que era reforzado por las destrezas de sus integrantes. Así como las interacciones entre estos mismos.
Canciones críticas con el sistema y portadoras de un fuego revolucionario, acorde al pulso contestatario que el proyecto materializó en canciones como «Crisis», «18 de octubre» o «Transcriminal». Estas son pertenecientes a su disco del año pasado, ‘Derecho a la Rebelión’. Así, varios aplausos se escucharon a lo largo de su presentación. Más que ganados.
La revancha de los mohicanos
El recinto lucía bastante lleno previo al arribo de los , inundado de un aura singular que de algún modo susurraba el suceso histórico que se estaba por suceder. Por cierto, la realización de una posible avalancha se oía en los comentarios que surgían en medio de la cancha, pero sobre todo se notaba en lo repleto que estaba de un momento a otro.
Porque bastaban solo 5 minutos para iniciar el concierto, cuando una oleada de coloridos mohicanos se vislumbraron en las puertas de entrada a la cancha, anunciando con una marcha agitada lo que se avecinaba y por años se les negó. Llegaban por su revancha. A lo que Discharge respondió de inmediato en su asalto al escenario, incendiado el lugar con la legendaria «The Blood Runs Red».
De este modo, iniciaba una seguidilla de momentos que fueron testigos de su huracanado paso, como es el caso de «Fight Back» de su aclamado EP ‘War’ (1981), «Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing» y «The Nightmare Continues». La agresión constante conserva su brillo de antaño.
Para viejos y nuevos punks
Era mucho el fulgor que se vivía en el lugar, en gran medida por la constante entrega perpetrada por la banda, comandada por el bajista Roy Wainright, la dupla de guitarras de Terry y Tony Roberts, así como el sello en la batería por parte de David «Proper» Caution. Todo esto llevado más al frente aún con la prendida, firme y certera presencia vocal de Jeff Janiak, siendo un formidable representante del peso con el que cargan por años.
De hecho, el setlist recorrió gran parte de su trayecto, centrando fuerzas en el clásico ‘Hear Nothing, See Nothing, Say Nothing‘ con temas como los mencionados anteriormente, así como «Protest and Survive» o «Drunk With Power». Pesos pesados que junto a otras más moderna como «Hatebomb» o «New World Order», pertenecientes al sólido ‘End of Days’.
Un presente que sumó fuerzas con otros bombazos provenientes de su disco homónimo de 2002, como «Accessories by Molotov» o «Hype Overload». Consumación de muchas épocas pero un solo espíritu, desatado con total impunidad frente a un alborotado tumulto de viejos y nuevos punks, que respondieron a la altura del llamado.
Salvo por la estupidez de un asistente que lanzó una de las bengalas encendidas en el viaje hacia el escenario, desatando la indignación y repudio del propio público. No pasó a mayores, por lo que el concierto de Discharge pudo continuar su curso.
Ya para el final, «War is Hell», «You Deserve Me», «The Posibilities» y «Decontrol» sellarían con broche de oro una de las noches más memorables del punk. Incluso dos miembros de Midnight se unieron a la fiesta.
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Discharge
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