Fotos por Tania Morello
Una gira que lo transportó por todo el mundo. La revuelta que trajo consigo un certamen íntimo para sus fieles chilenos en el Teatro Cariola de Santiago.
Los grandes telones lo esperaban y un acotado espacio para un show íntimo de máxima expresión. El ídolo de una pasada juventud, Nick Carter regresó a Chile para brindar una última instancia de expectación ante una fanaticada hambrienta por música.
Inicio particular
Es evidente que el ambiente debía prepararse para el espectáculo principal. Lafran Magaña fue la banda responsable de llevar a cabo esta tarea y lo lograron sin problemas. Una sintonía particular junto a un formato acústico llamativo, el Teatro Cariola tomó aires de tranquilidad y nostalgia.
Cautivados por una instrumental profunda y una voz que trasmitió calma y serenidad, la agrupación se ganó el calor del público quienes le regalaron sus merecidos aplausos. La recompensa de un trabajo bien cuidado y que da los frutos a un futuro digno de esperar.
Nick Carter en la escena
El recuerdo de los míticos Backstreet Boys sigue vigente y el artista lo demostró totalmente. Un paso por el Teatro Coliseo y Concepción fueron la antesala para un último certamen del «Who I Am Tour» en nuestro país. Cerca de las 21:00 los telones se abrían para recibir a la gran estrella. De pronto se pronunció en perfecto inglés «¡What´s up Chile!», y el bullicio del público se hizo notar con claridad… por si la nostalgia fuese poca, «Larger Than Life» sería el pasaje a un viaje enriquecido por el pasado.
Nunca fue una etapa
A quienes viven la época ochentera en el presente, desde las ropas o hasta la propia música. Un concepto de gira como el de Nick Carter, que recoge aquellas etapas que marcaron su vida y lo llevaron a ser quien es, se presentaron un sin fin de sorpresas. La puesta en escena del cantante recordó a sus pasos por los Backstreet Boys, y como en una especie de regalo cantó diversos covers de reconocidas agrupaciones como: «Everybody Wants To Rule The World», «Message In A Bottle» o «Sunglasses At Night», siendo este último interpretado con gafas negras y una actitud imponente.
El agradecimiento
Como era de esperarse, el show se fue desarrollando de forma ejemplar. Cada canción tocada, cada movimiento sutil era bulliceado a creces inesperados. La propia presencia y dominancia de Nick eran la clave para un espectáculo íntimo y recordable. «As Long As You Love Me» un track que se pasó al formato acústico, característico por las lágrimas de algunos espectadores.
Estábamos frente a un hilo conector de muchas generaciones. «I want It That Way» también se llevó todas las miradas, fue un agradecimiento para quienes lo acompañaron en toda su trayectoria. Finalmente Nick supo responderse la pregunta que le dio el nombre a su gira. El Backstreet Boy vigente que logró conectar con más de una generación, tuvo el cierre de oro con «Everybody (Backstreet Back)«… lo prohibido era no pasarlo bien.
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