Estilo, fortaleza y originalidad, nos trae EyMacarena, con su reciente placa titulada Me voy a imaginar que lo estoy pasando bien, su segundo álbum. La cantante chilena entrega ocho temas que mantiene un sello melancólico, con tintes tipo The Velvet Underground, rock and roll antiguo, indie pop escocés, que se está tomando el panorama alternativo del rock nacional.
Esta es una producción más extensa, en comparación a su primer disco, Corazón Estúpido. El disco fue grabado, producido y mezclado por Alejandro Perrosky Gómez en los estudios de Algorecords y masterizado por Francisco Holzmann en Clio Mastering.
EyMacarena, en su nueva obra, se preocupó de pulir más las letras, experimentar nuevos acordes y arreglos de guitarras, que le otorgaron estilo y novedad a su música.
El disco inicia con No iré, una tonada tipo cincuentera por un clásico piano, una voz suave, ancestral percusión, junto a letra pegajosa y repetitiva, que queda en tu mente. Es una canción simple, pero encantadora para la música actual. Ella demuestra que podemos retroceder al pasado y crear una esencia vintage.
Continúa con su single A Bailar, tema que sigue la línea anterior, pero más lenta, ligado a la melancolía que expresa sentimientos. En el coro, cambia su estilo y comienza con un lado alegre, sin dejar de lado sus expresiones. Es pegajosa, con instrumentos que le dan esencia nostálgica. Va subiendo poco a poco, hasta llegar a su punto fuerte. Definitivamente es uno de las mejores canciones que posee el álbum.
Tras la significativa tristeza, llega El Bar, melodía suave, donde la percusión toma el protagonismo, con una voz acelerada. Continúa relatando su historia, al ritmo que baja hasta ser pasiva, hasta que llega al coro. Aquí el disco tiene un lado experimental, juega con la electricidad de las guitarras para intentar salir de su línea.
Una mustia guitarra ingresa con Nada que hacer aquí, EyMacarena, ingresa con su voz de tristeza, relatando una vivencia del desamor mezclado con el bajo autoestima de una chica. El tema tiene su máxima expresión y desata su ira con una extraña guitarra, seguida por una onda que expone todo su disgusto. Ella muestra la fortaleza que tiene una mujer.
Tú no vengas, muestra los nuevos arreglos de EyMacarena. Juegan con una guitarra acústica, enlazada a una percusión que va subiendo su nivel. Ella, continúa con su incomodidad en el desamor, con una tonada que muestra repetición de coros, para hacer una letra pegajosa, novedosa, creando su propio sello.
El disco tiene su lado alegre y movido con Tú no vengas, título que ya anuncia algo. Está ligada al rock and roll motivado, rápido y estiloso. La letra demuestra que nada importa, solo bailar y disfrutar de una tonada que mezcla diferentes generaciones.
Todo tiene un final y No me importa, lo demuestra. Esta canción es un cierre experimental, mustio, pero por sobre todo, con su propia esencia. Se destaca, porque sale de su línea, demuestra la extrañeza con sonidos particulares y propios, además, la letra es adecuada al sonido de fondo.
Pidamos la cuenta cierra la historia. Melodía alegre, con una batería un poco punk, riffs de guitarra eléctricos y una canción manifestante ante el disgusto de la situación. Rapidez, rock and roll y voz expresiva lo definen. Es un cierre fantástico, que demuestra los diferentes estilos y ánimos en un solo disco.
Me voy a imaginar que lo estoy pasando bien, es un álbum chileno que se destaca en el 2018. Además, manifiesta que la mujer chilena tiene protagonismo en la escena nacional. EyMacarena trae un disco que expone la incomodidad del desamor, el momento de verbalizar las situaciones que cualquiera puede vivir. Ella sacó la voz al ritmo de diferentes tonadas.
Escrito por Fernanda Schell
