Escrito por Nicolás Merino
Fotos por Pedro Downey
Para una banda que ya lleva tanto tiempo tocando, una presentación gratuita en el sur de Chile debe ser motivo de relajo. No podemos saber con total certidumbre si lo fue, pero si podemos asegurar que se sintió así. 2 Minutos, una de las bandas más grandes e importantes de la historia del punk argentino (y por extensión, latinoamericano), fueron parte de la parrilla de la edición 2023 del Rock En Conce. La banda solo tenía que cumplir con hacer lo que mejor saben hacer, no había por donde equivocarse.
Cuando la banda salió al escenario, el público estaba listo y dispuesto. La gente sabía a lo que iba. Muchos parecían haber atendido el evento solo por esta banda. Muchos ‘punkies’ y similares. Había expectativa y la banda rompió toda la tensión cuando, sin ningún teatro, se lanzaron de inmediato con «Valentín Alsina» y la explanada del escenario simplemente explotó. Para los cuarenta minutos que tenían, no quedaba otra que ser tan sintético como fuese posible. No hablar mucho y atacar rápidamente los éxitos. Fue lo que pasó.
Como una metralleta fueron saliendo todos esos clásicos como «Canción De Amor», «Amor Suicida», «Tema De Adrián», «No me moleste» y así. Hubo una suerte de pausa con las emocionales «El mejor recuerdo» y «Otra mujer», a las que le siguieron otros balazos como el cover de «Caramelo de Limón» o «Piñas Van, Piñas Vienen».
Cabe mencionar que esta es la tercera vez que 2 Minutos se presenta en Chile durante el presente año. La primera vez fue en un Teatro Caupolicán lleno. Ahí si se dieron más tiempo entre los éxitos y los cortes más profundos (también hubieron más éxitos, en general, por un tema de tiempo). La segunda fue en el marco del festival La Batalla del Tattoo, instancia en la que igual tocaron un set más largo. Tenía que valer la pena ir a tocar ahí. El punto de mencionar todo esto es volver a la naturalidad con la que la banda enfrentaba una situación como esta. Salió todo tan natural y de forma tan relajada que el evento no puede calificar como otra cosa que un lujo. Más encima era gratis. La gente estaba visiblemente feliz, cuando no en éxtasis. De a poco nos vamos acercando al beat de batería con el que empieza ‘Ya no sos igual’, una canción cuya popularidad trasciende con distancia los límites del «nicho» de la banda.
Como es tradición, la banda toca su canción homónima y se va. Fueron cuarenta minutos que se pasaron volando. Una gran jornada y una perfecta instancia para, incluso, tan solo pasarlo bien. Sin duda se trató de uno de los puntos altos del festival. Aunque no haya tenido la parafernalia de otros actos, en humanidad y conexión les saca trecho.
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