Live Review

Micro TDH en Chile: La TDH significa un sueño

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Juan Manuel Hernández

 

Hace menos de un mes, Frontera Festival tuvo que cambiar la modalidad del mismo a un ‘Multi-Fest’, repartiendo a varios artistas y bandas de su cartel original en distintas fechas y recintos, ante las recomendaciones logísticas a causa de los Juegos Panamericanos. Una de estas citas pactadas fue la del venezolano Micro TDH en Teatro Coliseo, quien contaría los hits reggaetón de Easykid.

Como uno de los últimos fichajes del festival, Easykid sumaría otra fecha en su ya abultado historial de shows e hitos que tiene su carrera. Y es que, aún enfermo y tomando tecito, se presentó de todas formas con tal de complacer a su fiel culto, el cuál se vería recompensado con diversas sorpresas: las apariciones de KYA en «BESITO D3», su colaborador y amigo Nyruz en «Mas Na» y «Coketa», y la bullada llegada de Kidd Voodoo en hits como «Cristina» y «Mal Mal Mal».

Pero por supuesto, aún con una actitud humilde, el antofagastino es capaz de llenar el escenario por sí solo, con una cámara que perseguía sus andanzas, en las que dejó diversas gemas de, por sobre todo, ‘Sorry, Estoy en Mi Darkera’ junto a temazos como «Siempre Pienso en Ti» y la perreada «Antibellakera».

Siendo ya las 19:10 de la tarde, Fernando Daniel Morillo Rivas, el venezolano tras el pseudónimo Micro TDH, comenzaba a recitar unas palabras envasadas en los speakers mientras alentaba al público a encender las linternas de sus celulares. Tomó especial tenor cuando, entre otras acepciones esbozadas, el artista explicó como la TDH significa un sueño, en la que la resiliencia se hace como la mejor amiga, para llevar a la realidad estos anhelos que, de a poco, irán haciendo de este mundo más luminoso.

Es por eso que, justamente, los propios deseos del artista toman distintas manifestaciones. Alguien que, paso a paso, se encargó de traer a vida distintos sonidos con relatos de amor, sexualidad, paz y realidad, tal y como el dancehall suave de «Ponte» y «Querer Volar», las baladas de «NI VIVO NI MUERTO» y «Desamor», o el acalorado rap de «Bésame Sin Sentir». De esta forma, y siempre con una sonrisa, Micro TDH puso a cantar al Teatro Coliseo sagradamente cada uno de sus versos, en un ambiente siempre enérgico que rebosaba de vida.

Uno de los momentos más entrañables del show, fue en la celebración de la colectividad y hermandad latinoamericana entre Venezuela y Chile, materializado en la aparición del Movimiento Original en el escenario, quienes interpretaron junto a Fernando, «Natural», canción propio del catálogo de los chilenos que fue coreada como si se tratase de un show propio. Acto seguido, y sellando el mensaje dispuesto, «Amor y Paz», la colaboración conjunta que dejó múltiples rostros felices.

Pero, Micro TDH sabe de cómo disponer de una fiesta también. Acalorada, hypeada, efusiva y frenética, en el que los sonidos más agresivos e intrigantes del reggaetón y el trap tomaron el protagonismo con temazos como «Peligrosa», «Le Gustan Todos», «Qué Necesidad», o el final –que llegó pronto– con «Cafuné», sellando un encuentro que fue toda una carta de amor al pop latino en todo su esplendor. Cada brinco, aplauso y grito fueron totalmente recibidas de forma recíproca, y la contagiosa alegría del venezolano fue catárquica.


Revisa la galería de fotos a continuación:

Juan Pablo Ossandón

Director de Expectador.

También puede gustarte...