The Warning en Chile: Manual sobre cómo emocionar

Escrito por Juan Pablo Ossandón

Fotos por Alejandra Besoain

El proyecto conformado por las hermanas Villarreal, The Warning, finalmente llegaría a nuestro país por primera vez, en una bullada fecha en Club Chocolate. Dicho hype es precedido y argumentado por un historial sólido en el que Dany, Ale y Pau han cosechado hito tras hito, al compartir escenarios con bandas de renombre como Foo Fighters, Muse y Guns ‘N Roses, tener una pactada presentación en Wacken Open Air, o bien, los números que ha cosechado su último trabajo, ‘ERROR’ (2022).

Todo ello es reflejo de una suerte de hambre por esquemas honestos de rock, y es que la agrupación de rock alternativo –con notables influencias del hard rock– tiene sus propósitos más que claros. En términos generales, se trata del propio corazón de sus canciones.

Con ese preámbulo, lo acontecido la noche del 10 de octubre en Club Chocolate fue un manifiesto de principios como ninguno. Uno en el que la audiencia chilena cayó absoluta y totalmente rendida a sus pies ante el atronador y magnético sonido de las mexicanas, quienes desde las 21:00 hrs. dieron inicio a un concierto enérgico, dinámico, repleto de carisma y grandes canciones.

Quisiera dejar esto en claro de inmediato. No hubo canción alguna que no gozase de una interpretación deslumbrante, ante el desplante consistente y constante de las hermanas, quienes vieron sus anhelos respondidos fervientemente ante un público inagotable que repletó el Club Chocolate. No había espacio alguno en el que no hubiesen fans moviéndose, saltando, alzando sus manos al aire en aplausos, o gritando en ovaciones. Desde el minuto uno con “DISCIPLE”, o bien con hits como “ANIMOSITY” o “Queen of the Murder Scene”, la audiencia se encargó de cantar cada verso y estribillo de memoria como si se tratase de un clásico de renombre y antaño.

Es que llegaba a ser ridículo. ¿Qué quienes son The Warning? Pues son tres chicas que saben rockear como nadie, y que dejan que sus acciones hablen. ¿Los hechos? Que se vivió uno de los conciertos de rock más vívidos del 2023 en nuestro país. Lo que no deja de ser sorprendente, puesto que, aún si el público chileno –y en general, el latinoamericano– es uno de los más apasionados del mundo, sí es cierto que la pandemia implicó ciertos estragos en las generaciones mayores. Aún en shows esperadísimos como el de Metallica en 2022 –por decir un ejemplo–, se nota la diferencia de entrega energética de parte del público con presentaciones pasadas –aunque no me malinterpreten, sigue siendo enérgico, pero la diferencia es notoria–.

Me atrevería a decir que la respuesta que explica lo sucedido ayer, puede tener, a lo menos, tres aristas. Por un lado, la audiencia amasada por The Warning no conoce restricciones de edad de ningún tipo, coexistiendo en un mismo show, adultos de más de 50 años, treintañeros, y adolescentes. ¿Lo mejor? Es que todos compartieron de igual a igual, saltando temazos como “KOOL AID KIDS”, “MORE” o “Dull Knives (Cut Better)”. Ni siquiera se vieron diferencias conductuales en distintas demografías, puesto que la diferencia de edad era transversal, pero todo el mundo respondió de forma alegre y cohesionada –lo que, a decir verdad, es bastante extraño–.

Por otro lado, en el crear audiencia, mucho pesa la personalidad. Es sabido como muchos se llenan la boca de que el rock está muerto, aludiendo a argumentos de todo tipo como que ya no domina el mainstream, que ya no produce propuestas interesantes, etc. Discusión de lo más ridícula que hace rato no contemplamos aquí, pero para efectos de este escrito lo menciono. ¿Por qué? Porque en el “saber rockear como nadie”, existe un concepto detrás importantísimo, y es el de la resiliencia. Tocar, tocar, y tocar. En ese sentido, aún si la industria postula a The Warning como una de las nuevas voces, la verdad es que ya hay una década de recorrido (jóvenes al punto de empezar con un sólo dígito de edad, si eso no es amor por el rock, qué más puede serlo). Y si ese argumento no llegase a ser suficiente, bueno, ya tienes 3 placas bajo el brazo desde el 2017.

Finalmente, el otro razonamiento del porqué el show de ayer fue tan explosivo recae en sus composiciones. Como un power trio sumamente compenetrado, sus canciones rebosan de una ambición palpable al apuntar a estadios y arenas. Coros grandilocuentes, basslines infecciosas, riffs atronadores y baterías frenéticas que no paran nunca, y que se hicieron notar de sobremanera con “MONEY” o “Survive”. Además, el pleno entendimiento claro de lo que ellas quieren con The Warning, explica el porqué el cover de “Enter Sandman” –de Metallica– que se mandaron sonó tan propio –reconocido por la misma banda, por cierto–.

Tocar, tocar y tocar. No hay pausas ni descansos. El tiempo es oro, y el propio lenguaje inquieto y ansioso de sus canciones permitió elevar un show de nivel con un grand finale que consistió –antes del encore– con piezas en su idioma madre, “Narcisista” y “MARTIRIO”, para dar paso a un encore que retumbó en todo Barrio Bellavista con “EVOLVE”. Cada letra cantada con más fuerza que la anterior y cada riff más saltado que el anterior, hay un fenómeno creciendo al frente nuestro, y somos privilegiados de presenciarlo.

Si es que sabes rockear, la gente se emocionará. Ale, Pau y Dany lo demostraron con creces, con un compromiso tácito de volver a escenarios más grandes por estos lados, y lo más probable es que no pase mucho tiempo para ello. Así de increíbles son.

Setlist: