Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Tania Morello
Alabada como la banda de rock chilena más importante de todos los tiempos, Los Jaivas cumplieron este pasado 15 de agosto ni más ni menos que 60 años. ¡6 décadas! Un hito que sin duda merecía todo tipo de celebración, lo cual llegó con dos conciertos en Movistar Arena el 15 de agosto mismo, y el 17 –siendo esta presentación en la que como Expectador pudimos estar presentes–.
No es fácil hablar de Los Jaivas. ¿Cómo podría serlo? Básicamente para poder hacer tamaña hazaña, habría que hacer un estudio historicista de la trayectoria del grupo. Un análisis detallado y biográfico que muestra todo el imaginario y vivencias que nutren el propio contexto de la banda. Desde sus orígenes en Valparaíso, la comisión de distintos actos históricos como tocar en Machu Picchu o en la misma Antártida, hasta la perseverancia ante los fallecimientos de Gabriel Parra en 1988 o del Gato Alquinta en 2003.
Quizas Los Jaivas se percataron de eso. Ya me imagino las reuniones de pre-produccion que tuvieron al pensar ¿cómo celebramos los 60 años? No es menor. Y bueno, lo que obraron no fue sino que una decisión mucho más que acertada y que, incluso, superó cualquier expectativa.
Casi como encarnando las características más importantes de un documental, Los Jaivas recorrieron sus trabajos más clásicos, en la medida que cada integrante tuvo su momento para entregar anécdotas, contar historias sobre la composición de temas o discos, vivencias personales, o el cómo llegaron a la banda. En ese sentido, es clave decir que el concierto fue de lo más inmersivo, y es que desde el inicio con la presentación de Pirincho Cárcamo previo a “La vida mágica ¡Ay sí!’ y “Aconcagua”, todo el público fue protagonista y espectador al mismo tiempo.
¿A qué se debe esto último? Pues, con la trascendencia que Los Jaivas ostentan en la música popular chilena, sus canciones han pasado de generación en generación en las que abuelos, padres e hijos han escuchado sus piezas. Un vínculo estrecho forjado desde el núcleo identitario del ser chileno en la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Un relato construido desde la tierra y la hermandad, en el que la Quinta Región de Valparaíso vio nacer a la agrupación, y que, en la presentación, Los Jaivas quisieron compartir junto a sus hermanos de Congreso –tras una humorística presentación de Mario Mutis– interpretando “Valparaíso”.
La improvisación fue parte columnar del gen creativo de Los Jaivas, en especial a aquello que tiene que ver con lo progresivo en su música, lo que bien nos relató Gabriel Parra previó a “Tarka y ocarina”, aquel tema muscular del disco conocido como ‘El Indio’ (1975), cosechando rostros estupefactos por doquier. Sesenta años y temas tan exigentes como tal suenan con una vitalidad tremenda. Después de todo, el tremendo fulgor que habita sus canciones, permite ver las fortalezas de sus músicos, con unos Alan Reale y Juanita Parra totalmente vigorizados por el momentum de tamaña pieza.
Un momento de lo más precioso fue la aparición del retirado Eduardo Parra, quien formó parte de esta gran fiesta interpretando en el teclado junto a sus compañeros un himno como ninguno, “La conquistada”. La intensidad emocional que emanaba de dicha instancia forzó más de una lágrima en muchísimos asistentes, quienes veían, escuchaban y sentían un valioso trozo de historia presentada con muchísimo amor.
De ahí, directo del ‘Obras de Violeta Parra’ (1984), Los Jaivas se mandan una escalofriante versión de “Arauco tiene una pena”. Que no se le olvide a nadie que esto es la música de los pueblos, y dicho tributo devela el respeto de la agrupación por la tierra, para el goce de sus miles y miles de fans que repletaban el Movistar Arena. De esta forma, tras “Pregón para iluminarse”, “Un día de tus días”, “Danzas”, llega Aurora Alquinta para interpretar “Canción del sur”, homenajeando la voz de su padre, quien estuvo presente en espíritu en todo momento en el show.
Tras una breve pausa, un escenario transformado con más colores y visuales, y un cóndor que recorrió la cancha del Movistar Arena, Los Jaivas salen al escenario nuevamente vistiendo de blanco, dando paso a “La poderosa muerte”, el clásico monumental de ‘Alturas de Machu Picchu’ (1981). Lo fuerte que sonó el público recitando cada verso fue escalofríante, a decir verdad.
Otro momento atesorado fue lo sucedido en “Corre que te pillo”, en el que el diálogo padre-hija a través del lenguaje propio de la batería fue estremecedor. En especial en el cómo Juanita intercalaba su interpretación con las pistas en vivo de Gabriel Parra, invocando una euforia incontenible en un público que no tenía más que palabras de devoción para los músicos.
De esta forma, el final de fábula se acercaba con una tríada de canciones con “Hijos de la tierra”, “Sube a nacer conmigo hermano” y “Mambo de Machaguay”, en el que los decibeles de los aplausos al son de los ritmos percutidos por Juanita eran estruendosos, y más aún el mar de voces que recitó cada fraseo de Carlos y Mario con todas sus fuerzas. Parecía la fiesta más grande de todas, en el cada cada persona al lado era un hermano más, un conocido de toda la vida, con quien compartíamos cientos de recuerdos con la música de Los Jaivas sonando detrás.
Junto a Patricio Castillo, llega el fin de unas maratónicas tres horas y 15 minutos con “Mira Niñita” y “Todos juntos”, en el que el océano de luces adornado los tonos azulados de la primera, y la comunión pura en la voz de la segunda, quedarán reflejados por siempre en la memoria de cada asistente a este show.
Nuevamente, no es para nada fácil hablar de Los Jaivas. Tanta historia, emoción y recuerdos sostenidos en 60 años son algo que supera cualquier convención, y es que la forma en que era posible ver a todo tipo de personas el día de ayer, era algo que no cualquiera es capaz de lograr. Todo tipo de demografías, edades, grupos, etc. unidos en una misma instancia, y, ese es el regalo más grande de Los Jaivas para nosotros.
Setlist:
- La vida mágica ¡Ay sí!
- Aconcagua
- Valparaíso (de Congreso)
- Tarka y Ocarina
- La conquistada
- Arauco tiene una pena (de Violeta Parra)
- Pregón para iluminarse
- Un día de tus días
- Danzas
- Canción del sur
- Del aire al aire
- La poderosa muerte
- Final
- Corre que te pillo
- Hijos de la tierra
- Sube a nacer conmigo hermano
- Mambo de Machaguay
- Mira niñita
- Todos juntos
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