Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Nicolás Rosales M.
Cuando Chancho en Piedra anunció su gira de despedida, fue una sorpresa para miles y miles de fanáticos que crecieron con su música. Si bien las razones esgrimidas de dicha decisión son de lo más plausible, siempre quedará ese tinte de tristeza inevitable que décadas de relación marrana han forjado. Sin duda una marca a fuego en la historia de la música chilena, una en la cual el público penquista ha cumplido un rol especial, siendo la sede de eventos históricos de la agrupación como el lanzamiento de ‘Ríndanse Terrícolas’ en vivo.
Con el Gimnasio Municipal repleto, y decenas de Juanitos asomándose en las cabezas de los fanáticos más acérrimos, a eso de las 20:50 finalmente dio comienzo la despedida de Chancho en Piedra en Concepción. Un show bastante extenso que fue dirigido a todos sus públicos, y es que en las más de 30 canciones que tocaron, se evidenciaba que no querían dejar a nadie con gusto a poco.
Y es que la locura con Chancho en Piedra se puede medir en distintos aspectos, siendo la religiosidad uno de ellos. Por supuesto, los grandes hits estuvieron ahí bien presentes, pero fueron los temas que no suelen tocar “siempre” los que dieron en el gusto a toda esa fanaticada fiel que se las cantó todas. Canciones como “Moscardón”, “El durazno y el melón”, “Sinfonía de cuna”, y tantas otras dieron un toque especial al show, siendo –muy probablemente– la primera vez que varios fans las escuchaban en vivo.
Otro aspecto importante es la tremenda efervescencia que se genera en sus shows. Gran parte de su popularidad responde a la energía inagotable irradiada en sus presentaciones tanto de la banda misma –en el que la excéntrica figura de Lalo Ibeas es clave–, y su público que congrega distintas demografías del espectro musical. Metaleros, punkis, indies, alternativos, rockeros, oyentes casuales, etc., se hicieron ver en el Gimnasio Municipal coreando cada una de sus canciones sin bajar los decibeles en ningún momento, y cómo no, si temazos como “La vida del oso”, “Volantín”, “Huevos revueltos”, “Animales Disfrazados”, y tantos otros hicieron presencia.
Y claro, eso también se puede visualizar en el caos que se tomó la cancha del recinto al convocar saltos enardecidos y moshpits incontrolables, en el que era posible ver a individuos de todas las edades entregándose a la agresividad en “Guach Perry”, “Historias de amor y condón”, “Chancho”, “Eligiendo una reina”, ·Discojapi”, y cuantos más.
Es que al hablar de Chancho en Piedra, hablamos de cercanía. Una impronta fraterna que Ilabaca, Corvalán, C-Funk e Ibeas transmiten, y del cual todo el mundo quiso ser testigo en su última arremetida en Concepción. La comunidad marrana lo agradece, es cosa de ver lo que sucedió con el cierre con “Locura Espacial”. Cada voz, salto y grito se desplegaron con tal de disfrutar de la mejor noche de sus vidas.
¡Viva Chile mierda y los Chancho en Piedra!
Por siempre.
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