Live Review

BADBADNOTGOOD en Teatro Coliseo: Despertando el sexto sentido

Escrito por Alejandra Besoain
Fotos por Andie Borie

 

La misteriosa y agradable noche del 30 de mayo en Teatro Coliseo partió llenando sus filas con un público amigable, joven –y no tan joven, con reencuentros entre amistades que se saludaban desde lejos con expresiones exageradas y alegres en sus rostros, abrazos, y el sonido de vasos chocando en salud gracias al ofrecimiento de vinos –de Unrated– que se encontraba aromatizando el recinto.

Al comienzo de la velada, el espacio se llenaba con las mezclas de sonidos abstractos, y a la vez modernos, de DJ Dementira quien, por cierto, esconde tras ese peculiar nombre a Ariel, fundador y director del sello discográficos Discos Pegaos, quienes persiguen un estilo de corte electrónico y sudamericano que, de alguna forma, encajaba perfectamente en esta ocasión. Totalmente concentrado en su propuesta, la entrada del DJ partió con luces llamativas y movedizas, las que provocaron un elegante y reluciente espectáculo que, sin saberlo, nos preparaba para un total contraste y cambio de switch de lo que se venía unos minutos más tarde.

Con un público vistiendo estéticas alternativas, se mostraban expectantes ante el arribo de la banda canadiense BADBADNOTGOOD. En dichos instantes, distintas conversaciones se entremezclaban con las melódicas canciones que salían de los parlantes del Teatro Coliseo, y en aquel instante que suena Bobby Marin, comienzan a bajar las luces ante una multitud que aumentaba sus gritos y emoción. Simultáneamente, los bajos que retumbaban densamente en el recinto se hacían sentir –de a poco– desde la planta de los pies al resto del cuerpo; lo que en realidad no era sino una premisa de lo que se venía. Así, la inminente aparición del conjunto jazzero se hacía sentir, en especial cuando la gente despertó con las envolventes melodías de «Todos Juntos» de Los Jaivas, avivando sus grandes coros entre humos y pasitos de baile porque, bueno, con ese hit es un poco inevitable, ¿no? Después de esa animada introducción, las luces se apagan por completo súbitamente… Gritos y silbidos llenan el teatro mientras suena Black Sabbath, ante un público que coreaba fuertemente ‘War Pigs’ y una oscuridad cada vez más atrapante. Sí, era señal de que el show estaba por comenzar.

Con los integrantes ya armados en el escenario, invadieron el espacio con un sonido abrumador repleto de bajos, bombos intensos y vibrantes, los que prepararon a la audiencia que, muy próximamente, vislumbraría a una banda bañada en los colores tenues de una visual fílmica… El show comenzó.

Sin muchas vueltas, parten las envolventes notas del saxofonista Leland Whitty acompañadas por los redobles del enérgico baterista Alexander Sowinski, uniéndose de a poco el armónico sonido del piano de Matthew Tavares, y finalmente, también las líneas de bajo manejadas por Chester Hansen. Un precioso panorama que hacía vibrar nuestros corazones con efectos versátiles y envolventes que unificaban exquisitamente toda la mezcla sonora. Así, finalmente daba comienzo el esperado y placentero show de BADBADNOTGOOD.

Tras «Signal From the Noise», se veía a un Whitty entrar nuevamente a la pista, subiendo la adrenalina y motivando cada vez más a la audiencia hasta que, de pronto, entra la voz de Alexander. Una especial que, junto a los bombos, cajas, platillos y ¡bum! Explotan haciendo lo que mejor saben hacer: generar un trance infinito entre melodías circundantes, acompañados de visuales fílmicas de fondo que, sin exagerar, eran capaces de hipnotizar a quien fuera, llévandole al infinito y más allá en un sugerente invitación a cerrar los ojos –y sintiendo el cuerpo allí… y allá–.

«Are you ready?!«, exclamó Sowinski antes de comenzar con las exquisitas ondas musicales que se introducían en tamaño viaje sonoro, a lo que, justo en ese momento, las pulsaciones comenzaban a subir y bajar al ritmo del cuarteto jazzero. Ante esto, los participativos aplausos de la multitud que llenaban el Coliseo no faltaron, ni tampoco el calorcito humano que ya había invadido el espacio; uno que con ritmos ascendentes, movimientos y muchísima euforia llamó a su reaparición. Esto fue, sin duda, un vaivén de secuencias rítmicas ricas de escuchar –y cabe mencionar que el apartado visual ha sido la mejor amiga de este viaje casi astral–.

Whitty dejó a todos con una expresión boquiabierta en «Unfolding (Momentum 73)», con un solo que pareció casi infinito y que nos hizo creer que no tiene la necesidad de recuperar el aliento en más de ¿2?, ¿3?, ¿4 minutos? –o más–, sin dejar de producir melodías desde las notas más bajas y graves en todo un recorrido a las más altas y agudas. Ni hablar del crossfade perfecto entre una canción y otra.

De esta forma, y mientras el público aclamaba a estos superdotados canadienses, se acercaba un solo de batería a una pequeña brisa de la mano del sutil sonido del piano reproduciendo «Love Proceeding». Así, el show continúa entre suaves tonalidades de luces y asombrosos redobles y juegos de percusión que hicieron que la multitud acompañase con aplausos, dibujando notas musicales en el aire, antesala ideal para «Talk Meaning» que, lentamente, desvió dicha suavidad ante el climax de la canción. En la medida que los músicos alargaron finales, se generó un inesperado mosh –o podríamos decirle «soft-mosh«–. Sí, señoras y señores. Un soft-mosh con jazz. ¿Qué mejor y exótico que eso?

Luego de ese adrenalinico momento, llegó la calma junto a «Beside April (Reprise)», canción de melodías suaves y escalofriantes como protagonistas, haciendo al público partícipe con el movimiento de brazos de lado a lado. Es justamente aquí que, de forma satisfecha, anuncian la última canción, lo que provocó que cientos de personas exigieran con modismos chilenos que el show no acabe. Como buen público latinoamericano, dichos gritos y silbidos no cesaron hasta el regreso de la agrupación al escenario.

Tras unos breves minutos, Alexander vuelve a pisar la plataforma y, mientras los demás integrantes se preparan, comienza a hablarnos del tour que comenzaron este año, siendo Chile uno de los primeros tres países que les tocó visitar, provocando ovaciones. Tras dar fin a esa pequeña pausa, el músico se aboca a darlo todo y más con las últimas piezas que conformaban el setlist.

Una vez más, el bajo se apodera del escenario, gozando de los múltiples efectos sonoros que se apoderaron de los cuerpos y almas de los asistentes, seguido tras un especial de batería, y, por supuesto, la plena entrega de las notas que se desprendían del saxofón y piano. Esa postal conformaba la versión instrumental de «The Chocolate Conquistadors», momento en el que los BADBADNOTGOODlovers se encontraban totalmente en trance al ritmo de dicha música. Así, entre mezclas de efectos, altos barridos de teclado, y fills de tambores infinitos, finalizó el increíble e hipnótico show de casi dos horas de la banda electrizante BADBADNOTGOOD.

Setlist:

  1. Signal From the Noise
  2. City of Mirrors
  3. Unfolding (Momentum 73)
  4. Confessions
  5. Beside April
  6. Love Proceeding
  7. Lavender
  8. Beside April (Reprise)
  9. Talk Meaning
  10. Na Boca do Sol (Cover de Arthur Verocai)
  11. The Chocolate Conquistadors

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