Escrito por Nicolás Merino
Fotos por Nicolás Rosales M.
Snarky Puppy existe como una fuerza curiosa. Se inserta en el mundo del Jazz Fusión hace ya casi dos décadas, pero no todo lo que han construido ha sido a punta de los pasos más convencionales y esperables para una banda.
Aún cuando es verdad que las reglas para la exposición en los espacios de la música más docta pueden llegar a ser radicalmente distintas de las de la música popular, cuando se trata de una banda (¿o debemos decir colectivo?) tan cálida y atractiva como lo es Snarky Puppy, se da un curioso caso donde el culto a la banda queda en un extraño limbo. Situación que se refleja en espacios como sus presentaciones en vivo, de alguna forma, se da un espacio de comunión muy específico e interesante.
Tras dos visitas (2015 y 2016) y un intento abortado en 2017 por un imprevisto en la logística, una nueva procesión volvía a formar forma ayer en el Teatro Coliseo. Esta vez instalados en un recinto notoriamente más grande que aquellos en los que ya se habían presentado anteriormente. No solo la banda ha crecido, también ha crecido la expectación en el país. No es menor que pasamos de un ritmo de fechas anual a una espera de casi siete años.
La jornada estaba programada para partir a las 20:30 horas con un set de DJ Spacio (uno de los músicos de la celebrada banda Como Asesinar A Felipes). El se presentó en el costado derecho del escenario (izquierdo para nosotros) con su equipo y desplegó una interesante mezcla entre diversos beats y arreglos de lo más variados. Fue una presentación bastante centrada en el apartado rítmico. Digamos que más de algún elemento recordaba a CAF, pero más en el despliegue que en la aproximación rítmica, que bien sabemos que en el caso de la banda está muy inclinada hacia el Jazz.
Cerca de las 21:45 se apagan las luces y la banda sale al escenario. Son nueve músicos en escena (dos percusionistas, cuatro vientos, un bajista, un guitarrista y un tecladista) que componen una pequeña orquesta muy equipada.
Hay un tema con lo que significa Snarky Puppy en vivo. En esta oportunidad llegaron promocionando su último lanzamiento; ‘Empire Central’ (2023), que en estricto rigor es un disco en vivo, pero compuesto exclusivamente por canciones nuevas y exclusivas de la placa. Recoger estas aproximaciones en la discografía de la banda implica necesariamente ir cruzándolas con el material de sus seis discos propiamente de estudio. Pero proyectar todo esto en un concierto de la naturaleza de la banda, lógicamente también implica asumir cierto espacio y libertad para nuevos arreglos, o también para nuevas secciones derechamente improvisadas.
El concierto fue calibrando estos elementos recién mencionados. Aunque con un enfoque más cargado con este nuevo material, por supuesto que calibrando con el material más clásico y la reinvención en vivo de todo el material. Nos sumergimos en una seguidilla de extensas canciones a veces interrumpida por unas palabras de Michael League, que hoy figura un poco como el líder de la banda.
A lo largo del bloque, que duró cerca de una ininterrumpida hora y media, prácticamente existió al menos un espacio para que cada músico hiciera su despliegue y se luciera. Obviamente, nunca perdiendo la integridad de banda.
Eventos de estas características fortalecen el fiato del público chileno con la banda, sí. Pero más importante, fortalecen la relación con un estilo de Jazz más popular, cuyos niveles de inmediatez lo hacen más accesible y crean una pequeña burbuja en la cultura de la música en vivo donde la gente puede, precisamente, ver a bandas como Snarky Puppy en todas las comodidades de un recinto grande y un evento masivo. Fuera del cierre elitista a veces tan presente en este paradigma musical.
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