Nubya Garcia en Chile: El pulso respiratorio de la música

Escrito y registro fotográfico por Sebastián Carrillo

Si bien el nombre de Nubya García es relativamente nuevo (con un primer larga duración como Source estrenado en el año 2020), lo evidenciado ayer 17 de mayo en el Club Subterráneo habla del gran atractivo artístico que perfila con su música. Un sentido más espiritual del jazz que hace gala de un virtuosismo que acostumbramos a ver en este tipo de música, pero que en este caso no es necesariamente lo más importante (nunca lo es), ya que existe una necesidad real de conectar con la audiencia, invitarla a formar parte de lo que se crea, y hacerla partícipe de este vaivén de emociones que, junto a su saxo, traduce en tan evocativas canciones.

Por lo mismo, esta visita resultaba ser algo bastante especial, lo que quedó patentado desde el primer segundo que la artista junto a sus músicos, pusieron un pié sobre el escenario, para dar el vamos a un encuentro de primera categoría; con el jazz como centro de atención. Pero incluso sacándolo de sus casillas, sin obviar el legado más tradicional de esta música, pero mutándola a algo mucho más abierto y colectivo, donde la misma artista invitaba a la audiencia a reaccionar y vivir esta presentación como mejor les parezca.

El elaborado show que Nubya García entregó, lleno de climáticos momentos y emocionantes referencias a lo espiritual, generó un ambiente atrapante donde las miradas impresionadas de la gente fueron la tónica de la velada. Partiendo por el corte que da nombre a su primer LP, con «Source» abriendo un verdadero portal que trasciende las lógicas del tiempo, para así acercarnos a una verdad mucho más relevante, ajena a cualquier medición mundana. Pero sin dejar de sonar humano, al contrario, una de las características que más aprovecha la artista es la de entregar un mensaje; sí, a través de la música, sin voz, más bien utilizando el saxo como su principal lenguaje. Lo mismo que sucede con «The Message Continuous», una pieza envolvente que saca a relucir la entrega de la inglesa sobre el escenario.

La improvisación suele ser un elemento fundamental y fundacional en el jazz. En ese sentido, Nubya García vislumbra de gran manera esta tónica, sobre todo en su tercera canción, primera vez tocada en vivo, la que unificó esos elementos flotantes y espirituales más propios que hay en su música, con ese legado más tradicional, y con un manejo de las intensidades que remató con un subidón digno de mencionar.

Un puente entre el ayer y el hoy que tiene a la saxofonista como una de sus principales referentes. Así mismo, los guiños a la cumbia con esa seductora «La cumbia me está llamando» prendieron aún más el ambiente, generando un cruce innovador y de cierta manera «familiar» que el público disfrutó a concho. Sin forzar nada, la artista percibió estos toques latinos, fusionándolos y sacándoles un brillo propio que ya es el sello de la casa.

La sincronía y cohesión que existe entre los músicos que la acompañan, aportaron en todo momento a fortalecer la experiencia reveladora que brinda Nubya García, con un entendimiento tácito que saca a la luz las complejidades de este tipo de música, sin dejar de lado esa apertura a disfrutar de lo que se toca. A ser llevados a donde la música lo requiera. Y esto no es excepción a lo extra-musical. De este modo, la artista se mostró bastante comunicativa, encendiendo incluso hierbas aromáticas para el final del show, con una reflexiva «Pace» que hace eco de las presiones modernas, invitando a disfrutar más la vida, a la gente que se quiere, y los momentos como estos que pasan a ser una postal imborrable en la memoria de las personas.

Un latir colectivo de jazz que pese a sus más de 100 años de existencia, sigue conservando ese entendimiento del alma humana. O todavía yace en esa búsqueda, con Nubya García como una de sus principales referentes actuales.

Setlist: