Live Review

Mora en Lollapalooza Chile: La sencillez de la euforia

Escrito por Constanza Machuca
Fotos por Nicolás Rosales M.

 

Público aglomerado, gritos eufóricos y uno de los shows con convocatoria más masiva de esta edición fue lo que se vio en la presentación de Mora, demostrando que el género urbano es uno de los que llegó para quedarse en el festival.

El show comenzó con “Blackout”, y de inmediato comenzaron los gritos del público, los cuales no cesaron hasta que terminó la presentación. Debutando tanto en el festival como en el país, el cantante puertorriqueño encantó a cada uno de los asistentes con su increíble energía y enorme carisma, haciendo también que estos interactúen con él a cada momento del concierto.

Luego de hacer gritar y bailar a la gente tras algunas canciones, llevó a la primera sorpresa de la tarde: la artista puertorriqueña paopao, con quien interpretó la canción “Cositas” y el remix de “Algo Así”. Incluso siendo estas canciones un poco más suaves, lentas, nostálgicas y con elementos más acústicos que una canción urbana común, se pensaría que el público estaría más tranquilo, sin embargo, la euforia ante la sorpresa fue aún mayor, y la gente coreó aún más cada palabra de sus colaboraciones.

Y este show, a pesar de no haber sido tan instrumentado en vivo como otros shows del festival (al tener sólo un tecladista y las bases pregrabadas de la instrumentación de sus canciones), aún así pudo deslumbrar con su calidad y energía, puesto que el desplante tanto de Mora como el de sus bailarinas en el escenario fue indiscutible y siempre constante, por lo que en ningún momento se sintió como un show simple en el sentido negativo de la palabra, al contrario. La presentación se enfocó en el público gracias a la euforia que Mora le transmitió a su audiencia, dando la energía de no solo estar en un concierto, sino que también en una enorme fiesta.

La energía se siguió transmitiendo en canciones como “Badtrip :(”, “Memorias” y “512”, momentos donde se vio saltar a toda la masiva convocatoria en sincronía. En “Memorias” inclusive el puertorriqueño no usó tanto el micrófono, pues prefirió saltar a lo largo del escenario mientras la gente coreaba la canción letra por letra.

Ya el clímax de toda la presentación fue cuando sacó a su segundo invitado al escenario. Y este clímax lo vio venir hasta la producción del festival, puesto que debido al poco espacio entre asistentes, tuvieron que parar el show unos minutos antes para separar a la gente. Luego de esto, estaban listos para que saliera Quevedo. Cantando juntos “Apa” y luego el espacio que Mora le otorgó al español para que cantara lo que denominó su canción favorita de 2022, la “Bzrp Music Session #52”, fue probablemente el momento más explosivo tanto del show como del público.

Cerrando con “Volando”, fue que Mora terminó una de las presentaciones más eufóricas del festival. Así, demostró que el público cada vez está siendo más fiel al género urbano, haciéndole honor a la denominada “capital del reggaetón” que es Santiago de Chile.

El puertorriqueño, aun siendo un artista en ascenso y con un futuro brillante, fue capaz de lograr una convocatoria inmensa y sumamente enérgica, hit tras hit, con un público que se vio inmerso en un mundo de emociones pasando tanto romanticismo, sensualidad, nostalgia, tristeza o alegría, siempre coreando cada palabra, el punto clave de la presentación. Si bien el género urbano es un género reciente en términos de cómo se ha ido adaptando al festival, Mora fue claramente el ejemplo del potencial que este tiene, y que no se irá a ninguna parte.

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