Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Nicolás Rosales M.
Si bien la escena urbana nacional ya viene haciendo presencia hace unas cuantas versiones en Lollapalooza, esta undécima versión del festival es, sin duda, la que más rostros de estos sonidos tiene. Uno de esos nombres es Shirel, artista que viene haciendo de las suyas desde 2020, y que, al menos desde el año pasado, ha tenido un surgimiento potente en el que su nombre comienza a hacerse presente en el panorama de forma mucho más sistemática. Prueba de ello es, justamente, su inclusión en Lollapalooza Chile 2023.
Con «Cristal» (2022) como su carta de presentación más formidable y adictiva, la propuesta de Shirel reluce por indagar en los sectores más bombásticos y elegantes del pop latino, para conjugarlo con las bondades del trap y el reggaetón. Así quedó claro con el comienzo del show que, al calor implacable de las 14:00 hrs de la tarde en el Perry’s Stage, sonaba con fuerza «Romper Platos», cautivando de inmediato por un estribillo adictivo y sumamente sentido.
Quizás una de las muestras más grandes del sitio sólido que está ocupando la cantante en el panorama vino de la mano con «Faroles», aquel track colaborativo con grandes figuras del pop chileno como Denisse Rosenthal, SOULFÍA y KYA, y vaya que las cadencias irresistibles de la voz de Shirel brilló como nunca. Por lo demás, es importante destacar que la propuesta de la artista es realmente ambiciosa, tanto por los caminos recorridos en términos creativos así como a nivel de producción, y ello tomó un carácter evidente cuando «Scarlett O’Hara» comenzó a sonar, con unos bajos que daban escalofríos y unos arreglos que contrastaban de maravilla con su voz de terciopelo.
«Cristal» (2022) siguió tomando un papel columnar, de la mano de las emociones abrasivas como mesuradas de «Ay Qué Suerte» y «Xq El Amor No», que terminó tomando un matiz mucho más trap con «Control». Así, el final se comenzaba a gestar con «Money», el tema que vio el nacimiento de su carrera, con esos cortes de R&B alternativo que bien se moldean con el trap, denotando la versatilidad vocal de Shirel, que se manifestaba ya desde etapas tempranas, y que sus fanáticos desde el día 1 disfrutaron como nunca.
Tras cerrar con «Libre Albedrío» y «TYF», quedó en evidencia que estamos viendo el nacimiento de una super estrella del pop latino nacional, y es que el rango de acción de la artista es tal, que puede codearse con el trap, el r&b, el reggaetón, el pop, y tantos sonidos más que disfrutaron cientos de espectadores en el Perry’s Stage. Flor de presentación.