Escrito por Felipe León y Constanza Machuca
Fotos por Nicolás Rosales y producción de Lollapalooza
Agua, bloqueador, y a disfrutar de las cuantiosas novedades que trajo este segundo día de Lollapalooza Chile 2023. Un sábado 18 de marzo igual de caluroso que el viernes, donde visitantes musicales de todos los tipos compartieron escenario con los sonidos locales, y su gente.
¡Cómo te puedo hacer entender! Hay que llegar temprano, porque al principio uno se pilla joyitas como el conciertazo que dió Masquemusica en el Axe Stage. Minutos antes de las 13 horas subió al escenario acompañada por “La Masqueband”, compuesta por un selecto grupo de artistas como Dj Pérez y Ania Ivania, depositando la vida en una versátil repasada de sus canciones. Su carismática interpretación generó sintonía con un público que pese al calor resistía, con el fin de escuchar esos nuevos himnos locales del r&b que formarán parte de su primer álbum, así como la simbólica “Cuotas” que se encargó de cerrar el show. Porque 2023 lleva grabado Masquemusica, y su presentación en Lollapalooza Chile 2023 es una prueba fehaciente de aquello.
A diferencia del día anterior, el Parque Bicentenario de Cerrillos se notaba mucho más lleno desde el comienzo. Eso puede deberse a la alta popularidad de artistas como Villano Antillano, que para las 13:15 horas se tomaba el escenario Banco de Chile con una performance creada para devorar. Así se sintieron los 45 minutos en los que la rapera puertorriqueña dejó caer temas como “Yo tengo un novio”, “Tusi”, y por supuesto, la «Bizarrap Session 51», conquistando al público con una puesta en escena al choque, donde el sonido de banda en vivo junto a sus cualidades natas para liderar, terminaron siendo determinantes. Si hasta hubo un beso con un fan.
Lo de Louta en el escenario Banco de Chile un poco antes de las 15 horas, sería otro de los puntos altos de la jornada. Un logro no menor pese a los pesos pesados que estuvieron el día sábado, aunque para nada extraño debido al carácter más innovador que deposita en su arte en general, dejando en claro que la puesta en escena y la música pueden ir juntos más allá. Porque el artista argentino generó un punto de encuentro de maximalistas proporciones, donde el baile, el canto, la distorsión, o la electrónica convivieron en una alucinante experiencia, ideada con el fin de generar algo en la audiencia. De interactuar y hacer partícipe al público, con un relato de emociones pop disfrutable de muchas formas posibles. Demás que varias personas van a llegar a escucharlo en casa.
El concierto que dió Young Cister en Lollapalooza Chile 2023 simboliza de alguna manera el cierre de un ciclo, el logro de algo. Porque ser una de las presentaciones que mayor cantidad de gente llevó a plena luz del día, es sinónimo de éxito, y así se sintió desde que el artista pisó el escenario Costanera Center, encestando un hit tras otro para así despertar los cantos y gritos de un público que quería perrear, pero también darle el corte, y emocionarse. Eso bien lo sabe Young Cister, quien no dudó ningún momento en darlo todo y cantar canciones como “Samurai”, “Ganas”, o “Te quiero ver!, haciendo uso de la rampa para así desatar la locura, mostrándose cercano y adrenalínico, como el huracán que siempre ha sido. Nadie le gana en energía. Perfectamente podría haber sido de los actos de cierre con esta presentación en vivo.
Marilina Bertoldi es otra de las buenas sorpresas que entregó la jornada del sábado, atrayendo un público de escuchas casuales y otros más instruidos en su música. Todo esto pese al calor que hacía en ese momento, aunque no podía ser menos con el tremendo show que la artista junto a su banda tenían preparado para Lollapalooza Chile. Así, el escenario Axe fue encendido con una sólida presentación, cargada con un sonido bastante pulcro, contundente y robusto de un rock alternativo enraizado a tradiciones más bluseras, dando cuenta de la gran frontwoman que es. Su conexión con la herencia clásica del rock se siente genuina, dejando para el momento y la memoria temas como “La Cena” o la tremenda “Amuleto” junto a Javiera Mena en la versión de estudio. Póngale oreja a su música.
Minutos después de las 16 horas fue que comenzó el show de Danny Ocean, con un stage repleto de gente esperando su comienzo a pesar del calor de la tarde, el cual recalcó e incluso agradeció y dio sus respetos a todos los asistentes por estar allí a todo sol. El reggaetonero terminó dando una jornada de alegría y fiesta con el público, quienes se vieron motivados a bailar durante todo el show y lo acompañaron coreando canciones como “Volare”, “Dembow” y “Me Rehúso”.
Tal cual ocurrió con un humorista que hace pocas semanas atrás fue convocado a último momento al Festival de Viña del Mar, Pettinellis llegó a Lollapalooza como invitado hace pocos días atrás, supliendo el lugar de Willow. Porque sí, fueron de los regresos locales más celebrados el año pasado, demostrando en esta ocasión el notable catálogo de canciones que tienen como “Un hombre muerto en el ring” o el coloquial sonido marciano de “Ch Bah Puta la Güeá”, pero más importante aún, lo bien que están sonando, con un Álvaro Henríquez que por sus sonrisas, se nota que disfrutó mucho la tocada. Buena oportunidad para reencontrarse con estas canciones que transportan en el tiempo, y para que nuevas generaciones conozcan este otro lado del artista. Gracias Pettinellis.
Aurora le hace muy bien a Chile y Chile a Aurora. Eso quedó demostrado con el inolvidable concierto que brindó pasadas las 18 horas en el escenario Banco de Chile, donde la artista y el público conectaron gracias a su forma de ser genuina y real, contagiando con su carisma a la hora de interactuar con la audiencia, e incluso con la banda y bailarines que estuvieron presentes. En medio de los sonidos mágicos y evocadores que trajo a escena, Aurora dió un vistazo a su aclamado último álbum The Gods We Can Touch (2022), con temas como “Exists for Love” o “Cure for Me”, además de otros hitos de su carrera como “The Seed” o “Running With the Wolves”, pasando a ser un espectáculo aparte del espectáculo en sí, claro, sin restarle mérito al show en general , al contrario, aportándole mayor sustancia y carisma; haciéndolo más memorable aún.
Cerrando el Banco de Chile Stage fue que se presentó Rosalía, con un público que la ovacionó desde el momento que salió al escenario. Celebrando el primer aniversario de Motomami en pleno concierto, la cantante se desplegó en el escenario de una forma que sólo ella sabe hacer; teniendo una conexión única tanto con los asistentes como con sus propios bailarines. Desde una fiesta con canciones como “DESPECHÁ” y su remix con toques de hyperpop, hasta canciones más emotivas y sentimentales como lo fue el extracto de “Como un G” relatado por su propia abuela, fue que desplegó un amplio rango de emociones en el público, a quienes incluso bajó a saludar y cantar con ella en “La Noche de Anoche”, como suele hacer en cada concierto. A pesar de las críticas negativas que pudo haber recibido su último álbum en un comienzo, a través del show y casi de forma poética al ser el aniversario del álbum, demostró una vez más que su música se ha mantenido con el tiempo, y que sin dudas lo seguirá realizando en el futuro. En resumen, un despliegue único, una variedad de emociones y un talento indiscutible.
Un gusto ni siquiera amargo, más bien extraño es el que dejó Drake con esta primera visita a Chile, cerrando el día sábado el escenario Costanera Center de una forma un tanto decepcionante. Apresurada presentación que mermó cualquier intento de brindar un show a la altura de las circunstancias. Estaba repleto, un tanto apretado (tuvo que salir la producción a pedir retroceder un paso en una atinada jugada), con el artista entregando una lista robusta de canciones que recorren su carrera como “HYFR”, “Hotline Bling”, “One Dance”, “Enemy”, entre otras, aunque cada una interpretada un intervalo de tiempo considerablemente menor, generando un efecto anticlimático constante con puros hitazos sonando de fondo. Sí, después se prendió un poco más, pero no fue suficiente. La interpretación de Drake ayer es la de alguien que no prepara previamente un concierto, confiando únicamente en su presencia para darle vida al show. Y lo hizo, pero de la peor manera posible.
Los encargados de cerrar el Axe Stage fueron Cigarettes After Sex, los cuales, con un show completamente puntual, sumergieron al público en una noche más emocional, quienes coreaban sus canciones mientras miraban atentamente cada momento del show. En una atmósfera nostálgica y bajo el concepto de blanco y negro, y cerrando con un juego de luces a través de una bola disco mientras tocaban “Apocalypse”, la banda de dream pop estadounidense logró destacar la importancia de captar la atención del público: que no sólo se puede hacer a través de una fiesta, sino que también se puede lograr adentrándolos a un universo de sentimientos escondidos.