Por Nicolás Merino
El artista surcoreano se mostró al mundo hace ya algunos años el 2016 con su mixtape Tony, donde presentaba su característica propuesta como un artista de Hip-Hop que equilibraba la estética del Emo-Rap con la inmediatez del Pop-Rap. Garantizándose un espontáneo éxito y arrastre, particularmente decidor en un medio tan sobrepoblado como lo es el del Hip-Hop adyacente –tanto estética como musicalmente- al K-Pop.
No necesariamente envejeciendo como su Ep más popular, el 2018 lanza Bloo In Wonderland, un trabajo de 5 canciones bastante apacibles e inmediatas. Y el 2021 le da una continuación al ciclo con su primer larga duración; Bloo In Wonderland 2. Estando este condenado a cumplir con una expectativa que se había visto acumulada a partir del paso de los años acompañados de diversas publicaciones en Ep y singles.
Y el resultado en Bloo In Wonderland 2 es una obra bastante hermética de trece tracks que aborda distintos sonidos sobre los cuales Bloo se permite desplegar su marcada performance vocal. El disco se permite pasearse desde lo bombástico que ofrece el hip-hop más pop hasta la suavidad de algunas expresiones del R&B, encontrándose a veces con algunos matices más jazz o incluso uno que otro más propio de la escuela EDM de la electrónica.
No hay que confundirse, a pesar de que sean visibles constantes elementos propios de un abanico más abierto de influencias musicales, el disco se compromete con una estética acotada a aquello que le brindó al músico la credibilidad de la que goza en su respectivo público. Es decir, hay mucho de festividad empapada de una prosa emocional más bien sencilla pero suficiente para brindarle a sus canciones un cuerpo más cercano y auténtico. Similar a lo que se le ha celebrado a la faceta más bombástica BROCKHAMPTON, una icónica boy-band de Pop-Rap muy entusiasta en su música, pero no así necesariamente en todas sus letras, permitiéndose estas un espacio de reflexión.
Las letras de Bloo, sin desesperarse por ser particularmente cerebrales, sí son capaces de brindar una expresión sincera sobre su perspectiva en torno al mundo en el que está inserto, y así mismo, de la emocionalidad que le plasman las circunstancias. Pues mucho del trabajo lírico tiende a ser bastante introspectivo, que de nuevo, no alcanza grandes aspiraciones, pero sí le da coherencia suficiente a la estética emocional del álbum. Y funciona como una consecuencia lógica de Bloo In Wonderland bastante interesante, pues este Ep también seguía esa emocionalidad disconforme pero acompañada de un pulso musical más tranquilo. De alguna forma, Bloo In Wonderland 2 viene a cerrar un ciclo a partir de una ambición bombástica aparentemente necesaria para su posicionamiento en la industria del género.
Bloo debuta en Chile el domingo 19 de marzo en Club Blondie
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