Stailok en Teatro Coliseo: Amistad, amor y familia

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Andie Borie

Stailok, el nombre artístico de Francisco Rojas, es una figura más que conocida por el público chileno. Sin duda, su aporte al género del hip hop en nuestro país ha sido clave, en especial desde la segunda mitad de los 2000, en la que, en conjunto con Aerstame y DJ Acres levantaron una propuesta que bebe mucho del dancehall y el reggae, variando en ciertas formas con lo que se había estado haciendo con el rap por estos lugares. De esa forma, el hablar de hip hop en Chile dejó de remitirse al boom bap únicamente, y tomó tonos muchísimo más coloridos y hasta acalorados, en los que la audacia de este trío permitió abrir un montón de posibilidades sonoras y conceptuales.

Lo anterior es tan sólo una de las razones que explican el porqué el show de ayer era tan importante. Después de todo, hay un gran legado tras la espalda de Stailok, y su decisión por disparar su carrera solista como se debe no es más que acertada, y este show –sold out– en Teatro Coliseo viene a sellar metafóricamente ello. Y vaya que lo hizo en grande.

Un evento de tal magnitud y con tales propósitos debía contar con grandes nombres que calentaran las aguas con sus propios méritos, por lo que la presencia de Bubaseta y Chystemc como artistas invitados era más que ideal. Esto va más allá de fichar artistas exitosos, sino que, de cierta forma, retrata el estado del hip hop chileno como escena con 3 de sus nombres más emblemáticos. En otras palabras, no sólo se conmemoraba el legado del otrora miembro de Movimiento Original, sino que también se celebrara al hip hop chileno como un todo. En ese sentido, si bien no pudimos estar en la presentación de Bubaseta –por motivos logísticos–, no cabe duda que la rompió con su presentación, momentum que Chystemc aprovechó para brindar ese rap tan certero y muscular del que se le caracteriza –con DJ Transe en las perillas–, en el que canciones como «Boombarrio» o el himno «I Love You a Lo Vio» resonaron con una fuerza digna de un show propio. La humildad, entrega y comunión generada dejó el ambiente preparadísimo para lo que estaba por venir.

El intentar abordar lo que sucedió en el show de Stailok es sumamente complejo, por decirlo así, pero hay que tener en cuenta un par de cosas. Por una parte, era el primer show solista del rapero y que, como mencioné anteriormente, representaba de cierta forma el despegue definitivo de su carrera solista, en el marco de su LP debut «Recetas«. Por otro lado, Francisco recorrió diversos momentos de su discografía con gratitud, lo que develó una idea que, simple en su concepción, goza de una riqueza inconmensurable: la importancia del amor, la amistad y la familia.

Nuevamente, no es fácil desmenuzar lo sucedido en el show, pero en un esfuerzo por hacer ello, comenzaré hablando por un elemento –que sin duda era la columna vertebral del concierto–, el cual se remite a los nombres invitados. Aparecieron en el escenario en diversos momentos Shugar –con quien interpretó «E.U.C.S.L.»–, Khali Polo –con quien tocó «Lúcete»–, Seamoon con quien interpretó «More», e incluso Mr. Dysen con quien dio una versión de «Querer es Poder». Es importante rescatar como Stailok se ha rodeado de gente querida toda su vida, y en Recetas en especial está bastante acompañado, ya sea por su pareja Seamoon, su propia abuela (quien tuvo un recibimiento lleno de ovaciones) y amigos de toda la vida como Cestar y su compañero de grupo, Aerstame.

Existe cierta poesía en el trabajar en conjunto con tus seres queridos, y si es que existe cierto principio que ha comandado las acciones de Stailok ha sido querer hacer lo que quiera. Eso no es al azar, puesto que en su carrera es posible ver como se ha dejado caer en diversos sonidos y géneros como el dancehall y el reggaetón, en un claro acto de celebrar la diversidad y los desafíos artísticos. Esto no sin tirar dardos a todos aquellos individuos cerrados de mente que tildan de «vendido» a quien se atreva con más sonidos fuera del nicho, acto que fue aplaudido por sus fans.

Es importante destacar la propuesta artística especial para este show, que corría en dos niveles totalmente fascinantes. Las pantallas que rodeaban el escenario que develaban un juego de luces, gráficas y animaciones que acompañaban las temáticas de las canciones, y que a su vez contrastaban constantemente con el espectacular trabajo de danza que realizó el grupo de bailarines, quienes interpretaron de formas dinámicas y camaleónicas cada una de sus canciones, entregando una narrativa exquisita que vio uno de sus puntos más altos en «Luz», en donde la vista fue engañada por la ilusión óptica entre las sombras, humo y luces tintilantes. Realmente alucinante.

En cuanto a las canciones, Stailok interpretó su disco «Recetas» por completo, pero en un orden distinto a su tracklist original que se entrelazaba con singles en conjunto con Cestar, o temas de Movimiento Original interpretados junto a Aerstame, por decir algunos. Aquí es donde me quiero detener, porque si bien es hasta de lo más normal que la popularidad que descansa sobre las canciones de su banda madre sea notoria, es increíble el cómo su público avasallaba los speakers coreando «Natural» para unos Aerstame y Stailok completamente extasiados. Pero ese vínculo no terminaba ahí, y es que la petición estruendosa –creanme que lo fue– de «Grandes Pasos» fue algo que el rapero no podía ignorar, por lo que tuvo que llamar de vuelta a su compañero, y entre palabras de cariño y afecto mutuas y una conversación con el DJ, se salieron de la pauta y regalaron uno de los momentos más altos del show.

Esta es la belleza del hip hop, del barrio, de la «candela latina» como bien decía Stailok, y de las propias bondades que brinda la música. El calor de lo popular, de aquello conjurado cuidadosa y vehemente con tus amistades, amores y familia que puede hacer vibrar a miles, elevando los decibeles y expeliendo un sudor que se evaporaba en el calor de un recinto repleto de personas que venían a la fiesta más grande de sus vidas –o al menos así se sintió–. Realmente una belleza de show, y si el futuro de Stailok llega a ser tan sólo la mitad de lo que fue esta presentación, será realmente prometedor. Bravo.

Setlist: