Escrito por Alexander Castillo
Fotos por @igancia_
Desde hace unos años, Abelocaín anda en algo: una cruzada por llegar a la mayor cantidad de gente posible a través de canciones de rock pop creadas de forma honesta, bajo el lema de hacer lo que ellos quieren y no lo que el resto les pide. Con nuevas adiciones a la banda, el foco cambió del pop tradicional, como ellos le llaman, a uno más rockero, y entre dos composiciones nuevas y dos sencillos previamente publicados aparece “Ando en algo”, estrenado a finales de enero.
Conversamos con Abelocaín sobre esta nueva etapa de la banda, los aprendizajes de tocar en vivo y el ímpetu creativo de cara a un posible nuevo álbum, todo en marco de una gira de dos partes que ya concluyó su primera mitad pasando por ciudades como La Serena y Viña del Mar y que pronto los llevará al sur de Chile en un 2025 que, según cuentan, también traerá nueva música a las plataformas.
¿En qué contexto surgen las canciones de “Ando en algo”?
Desde hace un par de años tenemos una formación más estable como banda. Llegaron Vicente y Felipe, empezamos a explorar, y estas canciones llegaron en ese período. Son distintas a lo que habíamos hecho. “Ando en Algo”, que parte el EP, es explosiva, más fuerte, empezamos a meter más el rock dentro de nuestro estilo. Necesitábamos material que definiera lo que somos en este momento, porque los discos anteriores tenían otra formación y estaba todo disperso, no había nada muy ordenado. Este EP fue una manera de mostrar al mundo lo que realmente somos y sentimos que nos representa bien.
Hablando de este nuevo sonido de la banda, que es más potente que el de sus discos anteriores, ¿fue una decisión consciente adoptar estos matices del rock, o fue algo que se ha dado con el tiempo, en estos años de trabajar con la nueva formación?
Quisimos hacer algo más inesperado. “Ando en Algo” se hizo pensando en que todos nos decían cómo deberíamos tocar, qué clase de canciones hacer, y nuestra respuesta es que vamos a hacer lo que nosotros queramos, no nos importa lo que diga el resto. Entonces lanzamos esta canción que era super dura y que nadie se esperaría que nosotros sacáramos, porque antes habíamos hecho canciones mucho más suaves, más tranquilas y pop. Sacar esto fue un giro más inesperado, aunque se vienen cosas más inesperadas más adelante, pero fue una decisión de hacer algo completamente diferente y empezar a pulirnos para hacer más cosas distintas.
“Ando en algo” abrió puertas para la banda, también. Antes éramos de hacer un sonido en particular y ahora estas sonoridades más pesadas entran en nuestra música. Estamos explorando nuevas vertientes dentro del grupo con las que antes nos paqueábamos, ahora tiramos toda la carne a la parrilla y vamos viendo qué elegir de ahí.
¿Entonces ya están en marcha los planes para el próximo disco?
Lo estamos trabajando de a poco. El EP es muy reciente y puede que vengan varias canciones este año, pero por mientras estamos planificando qué hacer con el disco, porque hay varias ideas, pero queremos algo más ordenado y más fijo que iremos descubriendo con el tiempo. Por ahora, a la banda le viene bien seguir lanzando canciones para ir preparándonos porque hay mucha creatividad. Antes trabajábamos cada una canción, ahora estamos viendo cada siete, ocho temas, porque nacen demasiadas canciones entre nosotros. En ese sentido, pensar en un álbum no es descabellado sabiendo que hay mucho que podemos hacer. Nuestra idea es hacer un buen material largo, que tenga coherencia y que quede lo mejor posible.
“Han sido muchas primeras veces”
¿Cómo han sido estos últimos años de tocar en vivo con la nueva formación? ¿Qué han aprendido?
Ha sido una gran escuela. El año pasado no le hicimos el asco a ninguna tocata. Fuimos a cualquier lugar y eso nos dio cuero de chancho. Estamos preparados para cuando el público te pesca y cuando el público no te pesca. Tocar en vivo nos motivó para afiatarnos y conocernos más. Ha sido una lección, es la gran escuela de nosotros.
También nos entretiene mucho. Cada vez que tocamos lo pasamos muy bien sobre el escenario y eso se ve reflejado, la gente nos dice después de los shows que se nota y nos ha servido mucho.
Uno de los grandes hitos de la banda fue participar en el sideshow de Rockódromo, Cordillera 2024. ¿Qué tal la experiencia?
Fue loco. Enviamos la postulación a Escuelas de Rock sabiendo que en la Región Metropolitana es muy difícil quedar, pero fuimos seleccionados para el sideshow del Rockódromo. Lamentablemente no quedamos en el festival grande, pero sí conocimos a otras bandas bacanes, como Reptilia, que son increíbles, y Samsara, con quienes habíamos compartido antes. Fue una experiencia muy diferente y profesional, por primera vez entramos a un mundo en el que te remuneran y no te pagan con chelas. También sirvió para aprender a ser puntuales con los horarios. El show partía a tal hora, tenía que durar 20 minutos, ni más ni menos, y ya tenemos esa rutina. Ahora ensayamos con cronómetro.
Para nosotros, quedar seleccionados fue un gesto de confianza y de reconocimiento a nuestro trabajo. Fue algo bonito para cerrar el año, nos esforzamos harto, tocamos en muchos lugares e intentamos empezar a profesionalizar la banda, entonces terminar en Rockódromo fue muy lindo.
Y ahora están partiendo el año con una gira. ¿Cómo se gestan estas fechas y cómo estuvo la primera parte?
Para nosotros han sido muchas primeras veces. Nunca habíamos salido de gira, fue la primera vez que nos subimos a una van, como el sueño del pibe. Es importante porque poco a poco vamos logrando cosas, a nuestro ritmo.
Tuvimos la suerte de adjudicarnos un Fondo de la Música. Esta primera patita fue en La Serena y Viña del Mar, ciudades en las que ya habíamos tocado, y salieron fechas muy buenas. Al show de La Serena fue un público muy nuevo y familiar, después de tocar se acercaron a comprar pósters, pedir firmas y sacarse fotos. Fue bonito. Habían muchos niños, que son muy genuinos para expresarse, y fue mágico estar ahí y recibir el cariño. Esperamos que el sur sea igual de mágico.
¿Qué pueden adelantar de la segunda parte de la gira?
Va a comenzar en Chillán, estamos terminando las gestiones. También tocaremos en Temuco y Concepción. Nunca hemos ido al sur como banda y vamos a ver qué tal es la reacción allá. Queremos tocar con bandas locales, la idea es conocer la música que se está haciendo allá y expandir un poco la movida.
¿Hay algún proyecto del sur con el que les gustaría tocar?
Queríamos tocar con Los Fomes, una banda de Chiloé con la que somos bien amigos, pero no pudimos coordinar. Con Onírica, también. Acá en Santiago tocamos con Nunca vas a Ver, que son de Conce, y ahí quedó el contacto. También queremos conocer bandas en el camino. En Temuco y en Chillán habían ciertas aproximaciones, pero ahí iremos viendo qué se teje y si nos quieren recibir allá (se ríen).
“Es parte de nosotros jugar y probar cosas, hay que estar siempre jugando.”
Entonces, termina la gira ¿y qué viene después?
Más canciones y más shows. Los últimos años tocamos harto y la idea es hacer lo mismo en este, quizás un poco menos pero con mejores shows en locales bacanes.
Ahora nos estamos dando cuenta de que nos consideramos una banda de rock pop, pero no tradicional, sino que rock porque hacemos lo que queremos y pop porque tratamos de llegar a la mayor cantidad de gente, no hacer un nicho. Estamos yéndonos en la volá’ con las canciones. Vamos a grabar nuestro próximo single, que podría salir pronto, y queremos ir cachando para dónde va la cuestión y seguir experimentando, eso es lo que va a pasar con la banda. Es parte de nosotros jugar y probar cosas, hay que estar siempre jugando.
Y entre esta multiplicidad de cosas que se proyectan a hacer durante el año, ¿cuál es un hito que les gustaría cumplir en 2025?
Estamos preparados para tocar frente a un público masivo. Nuestro show está bien armado y lo que hacemos en vivo contagia mucho, ojalá que se dé la oportunidad este año de tocar a más personas, que más gente reciba la energía que estamos tratando de entregar. Queremos tocarle a un público transversal, de distintas edades, géneros, creemos que la banda puede llegar a todas las personas de distintas maneras, pero con la misma música. Hemos tocado en colegios, también para personas mucho más grandes, y la reacción era muy parecida.
Tenemos la capacidad de llegar a mucha gente y queremos que nuestro mensaje llegue a todas las personas sin que nada lo detenga.