Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Aarón Castro
El legado que dejó Chuck Schuldiner y su flamante banda Death al mundo es invaluable. El metal extremo siempre estará agradecido de lo que el músico hizo: una discografía perfecta de 7 obras que siguen sonando sumamente vigentes el día de hoy. De ahí que las nuevas generaciones que no hayan tenido la oportunidad de ver a los cultores del death metal en vivo sea tan cuantiosa, muestra de la genialidad que reinaba su música.
Por lo mismo, esta pareciera ser una de las pocas oportunidades donde el tributar sí está completamente justificado, en especial si son ex-integrantes de Death quienes toman las riendas del asunto. Así lo hicieron Gene Hoglan y Steve DiGiorgio con Death To All, y así lo está haciendo ahora Terry Butler y Rick Rozz con Left To Die, quienes se presentaron en la calurosa noche del sábado 18 de enero en el Teatro Cariola.
Una velada que inició con tres bandas chilenas con distintas muestras de death metal, siendo los encargados de abrir los fuegos Coffin Birth, quienes pusieron la primera dosis de pesadez con temas como «Desde la fosa común» y «Miasma», siendo una muestra en particular tectónica. Por su parte, con túnicas presentes y una personalidad llamativa, Dark Spell le puso pie al acelerador con una visión urgente del género de la mano de tracks como «Dawn of Golgotha» y «Gates of Hell». Finalmente, los clásicos Execrator reventaron el Cariola jugando de local con una muestra abrasiva que contentó a sus fans con canciones como «Suicide», «Men and Their Gods» o el gran cierre con «Death of God». Notable.
Ya siendo pasadas las 22:00 hrs. de la noche, y con un público ya en llamas erigiendo moshpits con música envasada de Slayer, Left To Die se toma el escenario mandándose tremendo cañonazo: “Leprosy”, dando así arranque a una auspiciosa velada con un público completamente enardecido gritando cada track como “Born Dead” y “Forgotten Past”. Se sentía de cierta forma el privilegio de revivir las canciones de una de las obras seminales del death metal, algo a lo que el público respondía bastante bien, después de todo las interpretaciones eran del todo fieles al material original con una correspondiente cuota de energía cortesía de Matt Hervey (Gruesome, Exhumed), quien hizo un gran trabajo invocando el espíritu de Chuck en sus vocales.
Con “Infernal Death” siendo el primer corte interpretado del ‘Scream Bloody Gore’ (1987), con bengala incluida, se vio uno de los rostros más agresivos del show. Saltaba a la vista la presencia juvenil (y adolescente) entremezclándose con los fans de siempre, ejemplificando con hechos la importancia de Death. De ahi, tracks como “Sacrificial”, la monumental “Open Casket”, “Choke On It” o “Regurgitated Guts” hicieron lo suyo ante un público que no bajó los brazos jamás.
Ya los grandes hits como “Left To Die” y “Zombie Ritual” hacían un verdadero llamado colectivo a la locura, dejando en claro que, como dijo Harvey, esta noche el death metal old school y Chuck Schuldiner estuvieron más que vivos en Santiago de Chile. Basta con ver lo acontecido con bestias de temas como “Scream Bloody Gore”, la esperadísima “Pull The Plug”, y el cierre con “Evil Dead”.
