Escrito por Jocsán Sánchez
Fotos por Paula Muñoz
Un partido histórico, tan histórico como aquella Copa América del 2015. Hoy la música chilena y su movimiento urbano se corona campeón a estadio lleno con un referente en su selección. Young Cister, si se pudo.
No es sencillo elegir las palabras para describir uno de los mayores hitos en todos estos años de la escena urbana. Young Cister, el joven que comenzó con sueños e ilusiones de ser un referente, hoy jugó de titular para su primer estadio, más bien, el primero que desbloqueó la nueva frontera. Emocionante, con repasos nostálgicos de su trayectoria, Esteban Cisternas será recordado como el líder debutante de los grandes recintos.
La previa del partido
Desde muy temprano ya se notó como la hinchada del concierto se hacía presente para lograr los primeros lugares. A pesar del gran calor que hizo en Santiago, siguieron hasta el final. Y vaya que les fue bien, ya que el propio artista se dio un tiempo para saludarlos. Llegada la apertura de puertas, poco a poco, se notó que las butacas tenían a sus asistentes. Y a eso de las 20:00 salió el responsable de la bienvenida al partido más importante de los Xulos Social Club, hablamos del shishigang Bryartz.
Algo nervioso, pero controlado, el artista dio su cátedra musical y dejó a la vista que él merece más de lo que ya se le ha reconocido. «Gracias por estar acá (…) es mi primer estadio también», dijo entre risas un conmocionado ser abrumado por una audiencia tan interactiva. Fue su particular personalidad la que se llevó las miradas por sobre los detalles técnicos de su espectáculo. Una propuesta simple, pero no importó. El mítico track «Gitana» hizo mover a todos al hilo de un pequeños pasos que se robaron las miradas. Bryartz se despidió feliz, misma sensación que traduce que está trabajando en lo que realmente le apasiona.
Young Cister al primer tiempo
A estadio lleno, las luces se apagaron para dar por iniciado el partido. Bajo un video, notamos a un Esteban sincerándose antes de salir como Young Cister. «No puedo creer que estoy a minutos de comenzar mi primer estadio, y te lo juro desde lo más profundo, que pensaba que no lo lograría«, muy por el contrario… si se pudo. En estelas rojas y de grandes referencias a lo que observamos en el espectáculo de Travis Scott en el mismo recinto, apareció Young Cister interpretando la no lanzada «Trappin como pablo».
Fuego, energía y bullicio, el partido más importante de la escena urbana se fue con todo. Se notó en los pocos minutos que teníamos a la mejor versión del artista. Seguro y sin titubeos. El hombre que triunfó en Viña, quien abrió las puertas al Movistar Arena, el mismo hombre que se enfrentó al estadio como si ya lo hubiese hecho en más de una ocasión… nuestro número 93 está motivado. En oscuridad plena, pero el llamativo blanco de su vestimenta aun visible en los sectores cercanos a la pasarela inició «Dolce». Una vieja conocida y mítica colaboración con el máximo referente de la música Argentina, Duki. Infaltable para muchos, como también primordial, estamos hablando de una canción cuyos artistas comparten el mismo título, el primer urbano en realizar un estadio. Desde este punto, la locura del público fue notoria de inicio a fin, así mismo los primeros desmayados.
A pesar de que teníamos al Cister en el escenario, Esteban siempre estuvo ahí. El que es preocupado por sus fans. En cierto punto solicitó ayuda inmediata a los fans que pedían auxilio con los flashes. Sin importar su ubicación, él siempre estuvo atento a todo. Ya con los contratiempos superados, se siguió disfrutando con «Oh La La» del proyecto que acuñó la identidad de la comunidad, «LO MÁS XULO DE TU INSTA» (2022).
Pasados unos minutos, Cister se mostró cautivo y silencioso. Como que a pesar de su experiencia, muy en el fondo aun no comprende que está escribiendo la historia. Fue esa misma emoción la que nos llevó con «Debí llevarte flores», la melodía cautiva que transportó a los fans a la rotundo dolor de haberlo intentado de otra forma. Su lírica particularmente sensible logró que los coros del estadio ensordecieron por completos a los parlantes de más alto calibre. La energía fue tanta que no hubo descanso alguno, salvo unas pequeñas palabras del Cister para que tiempo después llegase la primera invitada de la noche, Akrilla con «Sol & Prada». La bulla no se quedó atrás, esta gran sorpresa solo era el principio de algo más grande. «Ella es la número uno loco», dijo el protagonista al despedirse de colega musical.
A todo ritmo que somos historia
Por si esperábamos menos, la noche nostálgica prosiguió con un sueño que estaba por cumplirse. De la Ghetto se subió a la tarima para cantar «Con los Aros 22». Cister no daba más de la felicidad, misma que fue reflejada en los rostros de cada persona presente en el estadio. Así mismo y tras terminar la canción ocurrió un momento único para inmortalizar. Al son de una caja musical, el chileno sorprendió a todos al interpretar «Tu te imaginas», la mítica. Ambas voces en perfecta sincronización.
Tuvimos al fan que logró llegar al mismo escalón que su ídolo, y este último admira el trabajo de quien ahora considera un colega de los grandes. Tras esta etapa del espectáculo, el show nos llevó al 2018, donde todo comenzó a irse por un camino sin retorno. Sin presencia de Ceaese, sonó «Te quiero ver». Lágrimas, rostros orgullosos y otros nostálgicos, sin duda esta canción tocó los corazones de quienes estuvieron allí desde el inicio.
¿Hay algo más que nos haga llorar el joven Cisternas? Sí. A pantallas apagas, un audio comenzó a sonar en todo el recinto. Era un mensaje de Iris, su madre.
Siempre fuiste tan ansioso, tan tímido, introvertido. Te costaba hablar frente a los demás. Y quién lo iba a pensar, que hoy estás parado frente a todo un estadio… Siempre te dije que eras especial
En lo que parecía el final de sus palabras, hubo una particular petición de Iris… que su hijo cantase la canción que siempre le gustó de Luis Miguel. Fue entonces en que en pleno abrir y cerrar de ojos se entonaron los sintetizadores de «Cuando calienta el sol». Al son de esta canción, Young Cister demostró su versatilidad para cualquier género que se le presente, es más, su habilidad no solo existe en lo vocal, sino también en lo instrumental. Al son de una batería ubicada al centro del escenario, el artista procedió a realizar un solo ensordecedor. Iris, viste a tu hijo cumplir su hijo, y así él mismo te agradeció cumpliéndote el tuyo. Obvio el show continuó con «LuisMi».
Por si faltase poco, Esteban ya rodeó la primera hora de espectáculo, y parecía que no se acabaría pronto. Entre el millar de luces de cada alma presente en el lugar, Cister le dio la bienvenida a su gran amigo, mismo que lo vio crecer en las buenas y en las malas, Polimá Westcoast, para tocar juntos «Samurai» y «Sextime». Su abrazo fue icónico, un abrazo que simbolizaba un «lo hicimos» por parte de ambos. No era una victoria para un solo individuo, también fue la victoria para los BrokeBoyz. Con ello y con un Cister conmocionado, comenzó la canción más pedida de este dúo, «mosh».
Ustedes son mi razón
A pesar de tener a gran parte de su fanaticada presente, hubo 3 personas, específicamente Benjamín, Joan y Michelle, que no estaban. A veces el destino es cruel, pero los gestos siempre quedan. En memoria a ellos, Young Cister aseguró que «la siguiente canción, la cantarán allá en el cielo», con ello y en un silencio estremecedor se escucharon los rasgueos de «Ay Dime». En palabras sinceras de quien escribe esta reseña, el momento demostró de una vez por todas que la conexión que Young Cister mantiene con sus fans es real e intensa. Tanto así, que fue capáz de realizar esta dedicatoria. Un artista que crea en agradecimiento para su gente.
Pasada esta especial imagen, el estadio se tornó oscuro. Con una espera estimada de 5 minutos aproximadamente, el concierto regresó al ritmo del perreo con «Ganas», ocasión que tuvo la llegada de Juliano Sosa al escenario. «El primero que desbloqueó el Movistar Arena para todos, ahora desbloqueó el estadio (…) él es un líder», aseveró un orgulloso y entusiasmado colega. Con el paso de unos minutos llegaría el turno de Pailita, quien ingresó al son de «Llámame bebé». A pesar de no contar con la presencia de Cris Mj, el tema se vivió como si él estuviese ahí, incluso se aprovechó de enviarle sus respectivos saludos a la distancia por parte del Xulo.
¿Un viaje internacional suena bien, no?
«¿Dónde están mis Xulinhos», dijo a viva voz nuestro titular. Tras los números estelares antes mencionados, el escenario se tornó de tonos azules y al sonido introductorio al ambiente brasileño. Fue así en que el ambiente del Xulos Social Club comenzó con «Duro» para luego en una transición de ritmo se diera la bienvenida a CJota con «Misteriosa (Xulinho). Más allá de ser proyectos lanzados o escuchados recientemente por su audiencia, estos fueron coreados a gran nivel. Incluso la parte en que el brasileño debía cantar. Nos referimos a una comunidad que sin si quiera mencionarlo en este escrito, es leal y confía en cualquiera de las etapas del artista, ya que saben que no les decepcionará.
Así mismo como Cjota abandonó la tarima entregando un regalo al Cister, llegó el turno de Morad bajo las líricas de «Puerto Escondido». Un artista más que amado en nuestro país, que hasta incluso el rumor de su participación era seguro, y vaya que no falló. Su mera presencia fue suficiente como para poner a bailar a todos desde la cancha a las galerías. Bajo esta misma lógica y motivación, tendríamos la sorpresiva actuación de Álvaro Díaz al son de Humo0o. Juguetón y saltón, simplemente la estaba pasando increíble junto a un colega que lo apañó en su momento por el Auditorio Nacional de México. Finalmente la fiesta internacional prosiguió con «el único tema del ferxxoo».
El segundo tiempo es para Chile
«El siguiente artista no necesita presentación», anticipaba Estaban para que comenzará a sonar «Fashion Girl». En algo no se equivocó… no era necesario nombrar a la estrella que se aproximaba. Kidd Voodoo con un rostros que no ocultó ante nadie, se enfrentó ante un estadio repleto de emoción por su llegada. Fue así que la fiesta no continuó su curso con «Hasta la Luna». En un juego impresionante de luces y fuego que asomaba unas visuales que quedarán registradas por la eternidad en las retinas del público, teníamos en el escenario a quien se fijó en el gran rostros de la nueva generación, y en la promesa convertida en referente.
«Aun tengo más invitados». Fue así en que la pausa no fue permitida y se acercaron los integrantes faltantes para el turno de Los 4 fantásticos. Con «Gatamente» se dio por iniciada la cátedra de la boyband chilena que más ha dado que hablar este año. Queridos para unos y odiados para otros, pero debemos ser sinceros… son impresionantes y no hay por donde perderse. Un Easykid imponente, un Kidd Voodoo con la voz protagónica y un DreQuila con el flow destacable. Así mismo y juntando sus habilidades, se despidieron con el origen de toda esta movida… «Enrolar (Fantastic Four remix)».
Entre agradecimientos y muchos aplausos, Young Cister se despedía con «Casi un amor de verano» y «La terapia». Este último tuvo un pequeño paseo del artista entre las rejas de la cancha para poder saludar y tomarse algunas fotografías con su fanáticos. Mismos que con mucha pasión, cantaron hasta quedar sin voz alguna. Lo que debió ser un final hermosos con noticias alentadores, el espectáculo tuvo una revelación que hasta quien les escribe le duele. Esteban Cisterna anunció un retiro temporal para repensar algunas cosas de su vida y carrera. A pesar del dolor y que quizás después de este estadio no podremos verlo en mucho tiempos, están todos convencidos que será una pausa para mejor. Finalmente y para un cierra estelar, Cister tocó «Miau». Entre aplausos, lágrimas, gritos pasionales y arengas que decían «¡Si se pudo!, ¡Si se pudo!», el cantante que jugó sus casi 3 horas de partido, se retiró con una merecida victoria. La leyenda se retira para llegar mucho más fuerte que antes. Esto fue «mi primer estadio».