Escrito por Oscar Cortés Rojas
Fotos por María José Muñoz
Cuando una banda quiere dejar todo sobre el escenario, el público es capaz de sentir esa energía, entenderla y responder de la manera adecuada. Esto no siempre sucede, de hecho es algo más bien especial, pero cuando pasa se crea una conexión increíble, tal como sucedió la noche de ayer con Mother Mother en su regreso a Chile.
Y es que durante una hora y media en el Teatro Caupolicán, la reconocida banda canadiense trajo sus mayores éxitos, todos sus integrantes dejaron sus almas en el escenario y demostraron ese cariño único que tienen con nuestro país.
La previa por parte de la casa
Antes de la locura que se desataría con los liderados por Ryan Guldemond, fue el dúo chileno, Mono o Estéreo?, los encargados de abrir la jornada y entregar las primeras muestras de música para el público. Trayendo un sonido electrónico, fueron las canciones como “Kali”, “Hey Tss” e “Iguales Distintos”, las que prendieron a los asistentes que llegaron más temprano, ofreciendo un sólido acto.
Antes de partir, el dúo agradeció a todos los presentes la buena disposición al escuchar su música y se despidieron para dar el paso a Mother Mother.
Un inicio fuerte y apasionado
Luego de la presentación de los teloneros, las luces en el recinto se prendieron y la gente comenzó a acercarse más al escenario. En esa secuencia, se pudieron ver bastantes grupos de padres e hijos como también de amigos, quienes no se molestaban en demostrar su emoción por el show que se venía. De hecho, cuando las luces comenzaron a parpadear y la música de ambiente bajó su nivel, la emoción se podía sentir. Y justamente a las 21:10 hrs, todo explotó cuando la banda subió al escenario.
“Nobody Escapes”, “Arms Tonite” y “Hayloft II” fueron las primeras canciones en ser interpretadas, marcando claramente como sería la noche: un estadillo de sentimientos. Uno que, por lo demás, llegaría a un momento clave con la última de estas canciones, pues el Caupolicán entero se uniría para cantar como si no hubiera mañana.
Tras aquella situación, y tocar temas como “The Matrix” –la cual tuvo entremedio un cover de “Where Is My Mind”– y “Problems”, Ryan Guldemond se daría el tiempo para saludar, presentar a la banda y entregar un mensaje claro a Santiago: “Estamos hoy aquí por ustedes, este show es de ustedes y para ustedes, así que, ¿están listos?”, dijo, obteniendo el grito positivo de los asistentes.
En una seguidilla de temas, donde destacaron “Explode!”, un cover de “Video Games” de Lana del Rey y “Body”, llegaríamos a “Sleep Awake”. Allí, junto a unas palabras hermosas de la banda sobre chile, sería Molly Guldemond la que nos deleitaría con su voz junto a un juego de luces precioso, entregando un momento muy íntimo. Esto, además, daría el paso para que todos salieran de escena por un pequeño momento.
Cambiemos a lo acústico
Tras los gritos típicos de “otra” y “mijito rico”, Mother Mother volvió al escenario, pero con una alineación más acústica. Ahora, se había cambiado la batería enorme por una caja y un platillo, la guitarra eléctrica por una acústica y el bajo por un bajo acústico pequeño. Asimismo, todos se pusieron en el medio del escenario, entregando una especie de ambiente más cercano.
De esa forma, tocarían las siguientes canciones una tras otras, pero acortándolas un poco: “Medley de Dirty Town”, “Neighbour”, “Wisdom”, “Ghosting”, “Little Pistol” y “It’s Alright”. Lo mejor de este mix, sin duda, fue ver como con cada canción distintas personas se emocionaban, ya que realmente era una sorpresa saber si podría salir tu canción favorita o no.
Como algo ya normal de la noche, Ryan volvió a dedicar unas bellas palabras para su público y quiso reconocerles su importancia en este nuevo camino que ha tenido la banda desde la pandemia. Asegurando, sin guardarse nada, que ama a este país, a toda su gente y a la administradora del club de fans.
Una despedida con mucho amor
Para entregar un final por todo lo alto, la banda decidió tocar sus canciones más conocidas: “Oh Ana”, “Verbatim”, “Hayloft” y “Burning Pile”. Todos esos mega hits siguieron uno tras otro, no dándole respiro a nadie y entregando un cierre más que idóneo para un show que tuvo de todo. Y es que ningún momento se dejo de cantar, saltar y disfrutar, demostrando que entre Mother Mother y el público de Chile hay una conexión distinta.
De hecho, incluso después de despedirse la banda completa y retirarse entre ovaciones, Ryan decidió volver y acercarse todavía más a la gente. Casi entrando al sector de la cancha, el cantante le dio la mano a todos los fanáticos que pudo y se retiró dando gestos de gracias y mandando besos. Sin duda, una muestra más que clara de amor.