Escrito por Felipe León
Fotos por Aarón Castro
La mística tras la realización de ‘Un último deseo fest’ condimentó la experiencia de tal manera que los recuerdos siguen tan frescos en la memoria. Un día después se hace imposible obviar el hecho de que Chile fue escenario de un encuentro histórico con la música subterránea, la que fue pasando de una generación a otra a través de cassettes, cd’s, mp3’s y actualmente el streaming.
No importa el formato, los clásicos del ayer y hoy siguen impregnando de vida un panorama a ratos desolador, al construir un lazo imperecedero con ciertas bandas que incluso han salvado vidas. Puede sonar un tanto exagerada y hasta romántica dicha afirmación, más no deja de ser real que mucha de la música que sonó ayer en M100, sin ser ultra masiva, tocó el corazón de algunas personas a lo largo del mundo y de los tiempos.
Muchas de estas almas estuvieron presentes en un evento que pareciera tener todo para continuar después. El 26 de octubre pasado con Heavenly, Viva Belgrado, Sastre y Apache, My light shines for you y Estoy Bien. Quizás en el futuro con otros proyectos, pero con un sentir similar. ‘Un último deseo fest’ que esperemos se repita una vez más.
My light shines for you: para cumplir deseos
Si bien algunas bandas presentes se mantienen tocando, hay otras que era menos esperable verlas en vivo. Tal es el caso del cuarteto My light shines for you, anuncio que sorprendió a cierto número de entusiastas considerando la inactividad que arrastran hace rato. Pero esta era una noche especial. Para cumplir deseos.
Desde un comienzo el sonido estuvo a la altura de las circunstancias, encontrando a la banda de twee pop en un estado de inspiración a madurez que ilusiona a modo soñar con un regreso discográfico. La química entre sus integrantes como presencia sobre el escenario acompañó cada canción interpretada como «green bicycle girl«, «Detective» o «Last Page», las que fueron encendiendo poco a poco los ánimos del público.
Entre escuchas casuales y fieles de antaño sucedía el reencuentro, con «Gloomy Days», «Letterzone» y «Why?» desatando los cantos y saltos. Incluso hubo espacio para una colaboración con Amelia Fletcher de Heavenly y Talulah Gosh, precisamente en «Don’t Go Away» de esta última. Un junte esporádico que tendrá réplica el 13 de diciembre en Caja Acústica.
Estoy Bien: Un trío compenetrado
El interés que suscita Estoy Bien no fue indiferente en esta ocasión, replicando de cierta forma el impacto que han tenido sobre todo con ‘Apoyo emocional’. Canciones que parte de la audiencia ya conoce al revés y al derecho, por lo que una vez más fueron apareciendo con el éxito de siempre.
La compenetración del trío suele aprovecharse en situaciones como la de un festival, en gran medida por la frescura que representa en sí su sonido emo-pop. Siempre se hacen notar. Se les notó en todo momento disfrutar de tocar piezas como «Frente a frente», «El sonido de las campanas» o «Piedra», las que generaron ciertas revueltas en un público que mostró confianza y ganas de divertirse en todo el show.
Otras como «Ahora» o «El sueño de todos» complementaron la experiencia en vivo de Estoy Bien, quienes se alistan a celebrar el primer año de su primer LP.
Sastre y Apache: Méritos y términos
Distinta en sus propios méritos y jugada en sus términos, la presencia de Sastre y Apache fue clave para generar un ambiente más atmosférico, ritualista y reflexivo. Una incursión a la lírica viva de sustancia poética que el proyecto viene entregando desde la aparición de su ‘Acta primera’ el pasado 2023.
En ese sentido, el magnetismo fue clave a la hora de plasmar la esencia sonora del grupo, incursionando en notorios elementos del reggae y una influencia de raíz que resuena con cada sonido. Cada palabra dentro de sus momentos recitados atrapa, tanto desde las imágenes mentales que genera su arte comunicativo hasta la forma en la que se ensambla, con un sentido que varía entre lo expansivo, meditado e impulsivo.
Un nombre revelador que ha sido construido gracias al esfuerzo colaborativo entre miembros de bandas como Lerdo, Asamblea internacional del fuego y Osorezan. Aunque con una identidad propia.
Heavenly: Al son de un melódico carisma
Pasada la media noche fue el turno de Heavenly, que cerró su sorpresiva y esporádica vuelta a los escenarios con show en Santiago. Por lo mismo, las expectativas por ver a la banda inglesa se transformaron rápidamente en un cálido recibimiento al sonar los primeros segundos de «Sperm Meets Egg, So What?».
El concierto pasó por distintos momentos de su selecta discografía, evidenciando el buen ánimo de Amelia, Tufthunter, Rob, Cathy e Ian. Se les vio disfrutar en el público de M100 previo a su presentación, y también sobre el escenario, generando variadas intervenciones en español que fueron la tónica, al conectar desde el humor, y por supuesto, la música.
La presentación de Heavenly dejó numerosas postales en la memoria del público, con una calidez que se traspasó a las canciones. En ese sentido, piezas como «Our Love Is Heavenly», «Shallow», «Hearts and Crooses» y «Trophy Girlfriend» fueron recibidas con cantos, saltos, y una emoción suscitada al son del melódico carisma que guarda su propuesta.
Otras como «Me and My Madness», «She and Me» y el viral de TikTok «P.U.N.K. Girl», como bien mencionó Amelia, llenaron de más momentos para el recuerdo la jornada. Solo quedaba vivir y disfrutar de esta emblemática banda que definió el twee pop.
De hecho Anto, uno de los organizadores del evento, subió a cantar el clásico «C is the Heavenly Option«, dueto original con Calvin Johnson de Beat Happening. Después se le pudo ver en un crowd surfing disfrutando de «Atta Girl», lo que representa de gran manera la importancia de este hito, y que los deseos se pueden cumplir.
Viva Belgrado: Apasionante melancolía
Finalmente vino el turno de Viva Belgrado, quienes subieron al escenario de M100 para entregar una última dosis de música. Un último deseo que se concretó tarde en la madrugada, pero que sin embargo contó con varios entusiastas respondiendo a la pesadez y emotividad del aclamado proyecto español.
Un repaso dinámico y esencial por una trayectoria que comenzó la primera mitad de la década pasada, y que ha dejado importantes registros. Desde su disco ‘Flores, Carne’ (2014) con temas como «Báltica», «Madreselva» y «De Carne y Flor», llegando hasta su actual ‘Cancionero para los cielos’ (2024) que evidencia el buen momento que atraviesan.
Es más, canciones como «Chéjov y las Gaviotas», «Elena observando la osa mayor» y «El Cristo de los Faroles» fueron recibidas con el mismo entusiasmo que las mencionadas anteriormente. Del mismo modo, piezas de ‘Bellavista» (2020) como «Shibari emocional», «Cerecita Blues» y «Una soga» fueron vividas al máximo.
Viva Belgrado es una muestra fehaciente de lo que aún puede lograr el post-hardcore y screamo, al plasmarse desde lo visceral de sus intenciones. Una apasionante melancolía que clamo desde la energía y reflexión, el poder de la expresión como base de la conexión entre seres humanos, adquiriendo una épica que será difícil de borrar. Un último triunfo para sellar este destacado festival.