Escrito por Antonia Hernández
Fotos por María José Muñoz
Alex Anwandter siempre ha tenido ese algo, aquella magia y autenticidad que mueve a su público con una fuerza eléctrica, y la noche del pasado sábado en Blondie fue una manifestación certera de esto. Abriendo a eso de las 21:30hrs con «Precipicio», single de su penúltimo disco ‘El Diablo En El Cuerpo’, Alex ofreció un show en el cual no sólo hizo moverse a la audiencia, sino en el que bailó junto a esta.
El recorrido fue así bastante equitativo por su trayectoria solista, mediante la cual a través de los años Alex se ha establecido como una de las voces más fuertes del pop nacional, continuando con «Unx de nosotrxs» y «Ahora somos dos», también pertenecientes a su cuarto álbum, que le otorgó una nominación a los Grammy Latinos en su momento. Y es que la Blondie se ha convertido ya en casa del artista, habiendo recibido su música en múltiples ocasiones, y formando parte del imaginario musical del recinto y sus asistentes. Se trata de elementos que son familiares para el público y que permitieron construir un show cálido y enérgico, un espacio donde poder soltar el cuerpo y las emociones que lo inundan.
La noche de electropop continuó con éxito tras éxito, con «Mi vida en llamas», «Traición» y «¿Qué piensas hacer sin mi amor?» construyendo esta oportunidad de expresión única: Alex dando sus clásicos pasos de baile bajo las luces del escenario y la masa de gente dejándose llevar por sus baterías fuertes y sintetizadores.
«Siempre es viernes en mi corazón» fue así uno de los puntos álgidos de la jornada, una de las canciones más exitosas del cantante y también una de las más representativas; coreada por cada fanático en el recinto, la síntesis de la noche y del proyecto que Alex ha construido durante años se volvió clara: el baile ante la injusticia, ante el sufrimiento, pero sin dejar de lado jamás la identidad propia, la autenticidad, y la causa social.
Esto fue recalcado directamente por Alex Anwandter tan sólo unos minutos después, al introducir «Cordillera», canción que pese a que originalmente no estaba en el setlist de la Blondie, hizo su presencia como la declaración ideológica que es. Acompañado solamente de su voz y su guitarra, el cantante y productor se encargó de recordar que, frente todo la carga histórica de nuestro país y en vista de las luchas que ante todo continúan vigentes, «esto no se acaba acá».
Tras esto, el recinto se inundó con las melodías de «Ave del campo» y «QTDE», pertenecientes a su último disco ‘Dime Precioso’, una excelente continuación del estilo tan personal del artista y la razón de convocatoria para estas noches de viernes y sábado, una celebración del lanzamiento de este álbum hace tan sólo unos meses, proyecto que fue seguido temáticamente por la excursión de Anwandter en la literatura por medio de su libro de poesía “Mil noches de Sudamérica”.
Con un par de cambios de vestuario y con un juego de iluminación constante, el último tercio de esta noche movida fue llevado por hit tras hit, con «Bailar y Llorar» llevando al público al mayor movimiento, emocionado y coreando no sólo esta canción, perteneciente a Teleradio Donoso en los años mozos del cantante, sino que «Casa Latina», parte del único álbum homónimo de Odisea, primer proyecto solista de Alex cuya presencia sorprendió dentro del setlist.
Trayectoria y autenticidad
Tras un pequeño encore volvieron los coros y sintetizadores, ciertamente reminiscentes de Emmanuel, con «Locura», una de las canciones más queridas del cantante parte de ‘Latinoamericana’, y “¿Cómo puedes vivir contigo mismo?”, perteneciente a ‘Rebeldes’, otra aseveración de una tesis esencial sobre una disidencia identitaria y manifiesta; una reflexión sumamente madura del artista que permea su música hasta el día de hoy.
Aún tras años de recorrido, el frescor de el artista brilla tanto por su música como por su personalidad, y el cierre a cargo de «Amar en el campo» y «Toda la noche», lanzamientos separados por 15 años de trayectoria, fue una confirmación de esto, un broche de oro para una jornada memorable para todos los asistentes, evidencia de un público que demuestra un gran cariño hacia el cantante, y una continuación de la gran calidad que Alex Anwandter siempre ofrecerá.