Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Andie Borie
Después de 9 largos años, finalmente pudimos tener a DragonForce en Chile nuevamente. Los astros del speed/power metal británico llegaron al Teatro Cariola con el increíble ‘Warp Speed Warriors Tour’, el que, además, vino con nueva formación de la mano: esta vez Alicia Vigil llegaba como bajista, junto a Billy Wilkins como músico de tour a cargo de una tercera guitarra.
Claro, si bien se han presentado unas cuantas veces en el país, una espera de casi una década puede implicar muchas cosas. La audiencia puede envejecer y/o renovarse; también puede haber más material de estudio sin presentar; o simplemente los tiempos habrán cambiado lo suficiente como para significar algún tipo de cambio. Pero si algo quedó claro la noche de ayer, es que no hubo una sola alma que no estuviese estallando en alegría por lo obrado por Herman Li, Sam Totman y sus compañía.
Pero antes un viaje a Tierra del Fuego
Los encargados de abrir la jornada fueron los nacionales Austral, dueños del denominado ‘metal étnico’ quienes entregaron un espectáculo sumamente cuidadoso en todos sus detalles. Es decir, en la medida que temazos como «Ley Sin Dios», «Atsowen» o «Kawésqar» eran interpretados por la agrupación, la imaginería aborigen se apropiaba del escenario del Cariola.
Es que, con un selk’nam incluído, los chicos dieron gala de porqué su propuesta es trascendente el día de hoy. El lanzamiento de su segundo álbum de estudio ‘Tierra del Fuego’ ha tenido un buen recibimiento, lo que se nota al fulgor del tocar en vivo, cuando la audiencia queda absorta en las postales de resistencia que propone la banda. Además, clásicos del ‘Patagonia’ (2017), como «Newen» y «Cacería» hicieron presencia desatando la locura, y por sobre todo, mostrando lo potente de la performance de Austral.
Un comienzo a toda velocidad
Con una iluminación de carácter espacial estrellando el recinto en penumbras, se rompe la tensión acumulada de 9 años con «Revolution Deathsquad», uno de los tracks más agitados del recordado ‘Inhuman Rampage’ (2005), dejando entrever las siluetas de los músicos ingleses brillar entre las chispas disparatadas desde el escenario, contrastando de maravilla con un público desarmado en un rapidísimo moshpit, fanáticos cantando desaforadamente, y cientos más saltando como nunca.
Un momentum que vendría siendo aprovechado por la más heavy «Cry Thunder», haciendo honor a todas las épocas de DragonForce, en el que Marc Hudson hace buena de lo cercano que es como frontman. En especial cuando el dúo entre Li y Stotman resplandecen mientras deslizan sus dedos en sus guitarras de forma vertiginosa. Todo el mundo tenía su instante para destacar,
Cultura gamer
Para nadie es casualidad que el estrellato de DragonForce haya llegado tan tardío en la década de los 2000 para ser una banda de power metal –que sin dejar de ser popular, había pasado ya su época dorada–. Pero cuando la música llama la atención, más la presencia de un factor vinculante, la combinación es ganadora. Más aún si ese elemento son los videojuegos, y es que mucha gente conoció a los británicos con Guitar Hero III.
Sin embargo, esa relación no queda ahí. En tanto guiños a ‘Legend of Zelda’ o ‘Skyrim’ llegaron con temazos como «Power of the Triforce» y «The Last Dragonborn», hicieron vibrar al público que no bajó el ritmo de la velada en ningún momento. Los saltos y moshpits estaban a la carta, y los músicos en escena definitivamente lo notaban. Esta fiesta era para todo el mundo.
Colección de momentos en DragonForce en Chile
Ante la estupenda puesta en escena que conjuraba chispas, explosiones de humo y muchísimo confetti, la verdad es que este show destacó por lo entrañable que era. Como si fueran amigos de toda la vida, la relación banda-público era de lo más fascinante, en tanto la misma devoción de los fanáticos regaló recuerdos para la posteridad como el muchacho en silla de ruedas en el moshpit de «Fury of the Storm», siendo cuidado por sus pares, y a la vez levantado para un crowdsurfing que fue celebrado a más no poder. Qué linda postal, dios mío.
Incluso las ovaciones de la audiencia hacia los nuevos miembros, haciéndoles sentir en casa. Misma actitud que Herman Li destacó declarando que Chile ha sido y es uno de los mejores públicos ante los cuales han tocado, tanto en el pasado como en esta gira. En especial en este arranque del tramo latinoamericano, que tuvo corriendo a todo gas al metalhead chileno con un cover de «Wildest Dreams» de Taylor Swift. Nuevamente, esto era una fiesta.
Final apoteósico
Con el regalo inesperado de «Heart of Dragon», posteriormente llegó la opera prima de DragonForce: ni más ni menos que «Through the Fire and Flames», canción que desató el clímax puro de la velada, en el que cada individuo veía incrédulo como los guitarristas fundadores interpretaban esos solos como si nada, así como corear –gritar– con fuerza el estribillo icónico «so far away, we wait for the day…«. Una imagen que podría emocionar a absolutamente cualquiera.
Pero no sin eso, los riffs desataron feroces moshpits que, de alguna forma, se sentían como una catarsis colectiva en que lo que primaba no era la agresividad como tal, sino el buscar procesar tanto estímulo de forma física. Además, ante la vista, la combinación de elementos del espectáculo como las chispas y el confetti, hicieron quedar a todo el mundo satisfecho en el grand finale. Un concierto sumamente entretenido en todo sentido de la palabra.
Setlist de DragonForce en Chile:
- Revolution Deathsquad
- Cry Thunder
- Ashes of the Dawn
- Power of the Triforce
- Soldiers of the Wasteland
- The Last Dragonborn
- Black Fire
- Fury of the Storm
- Doomsday Party
- Valley of the Damned
- Highway to Oblivion
- My Heart Will Go On (Cover de Céline Dion)
- Wildest Dreams (Cover de Taylor Swift)
- Heart of a Dragon
- Through the Fire and Flames