Morat
Live Review

Morat en Chile: Su recuerdo no se va

Escrito por María Jesús Núñez
Fotos por Alejandra Besoain

El sábado 5 de octubre Morat se presentó en el Estadio Bicentenario de la Florida con su gira «Antes que amanezca. Los estadios». Un concierto único en mucha de sus palabras.

Eran al rededor de las 18:30 cuando el espectáculo ya empezaba. Aún no salía Morat, pero la artista Shirel se encargó de animar el ambiente mientras tanto. En ello, pudo demostrar su seguridad, destreza y feminidad con diversas canciones. Cabe destacar que era la primera vez que se presentaba en un estadio, fue tanto el furor que estrenó una canción que aún no está disponible en las plataformas.

Con un estilo innovador Shirel combina las características del género urbano con el pop, destacando en todo momento el uso de la guitarra acústica. Antes de dar pie a la siguiente telonera, Shirel se despidió diciendo: «Que viva la música emergente, que viva el pop». Presentó canciones como: «Otra mujer«, «Oxígeno«, «Amor de verano«, entres otras.

Posteriormente se presentó Susana Cala, una artista colombiana que visita por primera vez la nación, demostrando su afecto por el público chileno. «Es la primera vez que estoy en Chile y estoy muy contenta», dice.

Susana manejaba experiencia con el público, se notó por su afecto y cercanía de hacerlos partícipes, contando diversas historias que daban inicio al pie de sus canciones. El estilo de Susana Cala, se asimilaba mucho más a la performance que entrega Morat, un romántico pop dinámico.

En su presentación destacó canciones como: «Ataque de Ansiedad«, «Paciencia«, «Amnesia«, entre otros. Susana y su equipo lograron que todo el Estadio aplaudiera al unísono con el final de su canción «Domingo».

El comienzo de una noche inolvidable

Mientras se esperaba el porvenir de Morat había una dinámica en torno la producción del show. Consistía en escanear un cógido QR que estaba proyectado en las pantalladas led, una vez escaneado te dirigía a una página oficial en donde podías mandar tu sueño, posteriormente se veía el sueño en pantalla grande.

Hubieron diversos sueños aludiendo a casamientos, nacimientos, estudios, y amores. Además, se logró que le cantaran el cumpleaños a una de las presentes gracias a esta dinámica que permitió que el público se uniera.

En uno de estos sueños se encontraba uno que decía «que empiece luego el concierto» y así fue. Ya eran las nueve de la noche, se apagaron las pantallas y las luces y se veía cómo se alumbraba el escenario, específicamente con el baterista Martín Vargas, que era el más fácil de divisar por su spot en la altura. A la par mientras sonaba el instrumental, se deslumbraba el Estadio Bicentenario con los fuegos artificiales al ritmo de la melodía. En ello ya se notaba la canción «Cómo te atreves».

Luego el vocalista principal de la banda, Juan Pablo Isaza, da la bienvenida a esta gira en el Bicentenario, aludiendo que «nos gusta pensar que esta noche en Santiago estamos soñando todos juntos». Por ello el nombre de «Antes que amanezca», para soñar en grande la noche completa junto a Morat. 

Durante el show, cada integrante pudo interactuar directamente con el público, explicando el origen de distintas canciones o cómo se inspiraron, pero siempre se encargaron de que todos los presentes vivieran una noche inolvidable.

Mi suerte

Una de las canciones que implicó una gran participación del público fue «Mi suerte», cantada y dirigida por el baterista Martín Vargas. En un principio, se marcó completamente por su protagonismo, que otorgó un solo de batería espectacularmente escalofriante. Asimismo, logró que al principio todos aplaudieran al ritmo de la bateria, creando un efecto único y desenfrenado en su presentación, marcado únicamente por la repercusión general, tanto del público como de la banda.

Fue realmente admirable cómo Martín se desenvolvía tan bien, para tocar de una manera tan apasionada, dirigir a la multitud y cantar con tanta seguridad, realmente, se robó el espectáculo en esta canción.

La euforia por Simón

Tal como mencionamos anteriormente, cada miembro pudo interactuar con el público. Uno de los más «solicitados» fue Simón Vargas, el bajista de Morat. Puesto que cada vez que interactuaba o encaminaba una canción, se escuchaba en el público el coro chileno «mijito rico, mijito rico, lalalala (bis)». Ante ello Isaza enfatizaba que «lo ponen nervioso».

Una de las canciones lideradas por el bajista fue «Debi suponerlo», aludiendo que «cuando uno está enamorado le hace pensar que el amor durará para siempre, todo es perfecto, nada nunca se va a acabar, las cosas no tienen final, pero uno en la parte de atrás de la cabeza uno sabe que eso no es cierto», mientras comienza la melodía de esta canción.

Switch de colores

Una manera muy entretenida de hacer más presentes a los invitados fue a través de las pulseras, que además de cambiar al ritmo de las canciones, permitieron que el público escogiera una de las tres canciones que aparecían en pantalla. Se trataba de «No hay más que hablar» (azul), «En un sólo día» (rosa), «Acuerdáte de mí» (amarillo).

En ello la multitud se dividía entre azul y amarillo, haciendo más difícil la elección. Sin embargo, finalmente predominó el color amarillo. De esta forma, Morat tocó «Acuerdáte de mí».

Performance e interacción

El grupo pudo tocar en la parte de atrás del escenario como también en la pasarela de adelante, con instrumentos más simples y accesibles. Juan Pablo Isazacomentaba que el comienzo de Morat fue así, «mucho más pequeño y orgánico». Además, la instalación en pasarela, permitió aún más la cercanía con el público presente. En ello, el guitarrista Juan Pablo Villamil, comentó que «Chile es uno de mis públicos favoritos», provocando euforia entre los fans.

En este espacio, Martín Vargas también pudo divisar un letreto que decía «piedra, papel y tijeras por tus baquetas», a lo que el integrante accedió con la fan. Ella le explicaba que el juego consistía de tres rounds, el mejor de tres gana. Martín perdió 2-1, por lo que le entregó felizmente sus baquetas.

Besos en Guerra: El final

Se llega a la recta final del concierto, y una canción que no podía faltar en el repertorio fue «Besos en Guerra». En esta canción el Bicentenario completó gritó y cantó a todo pulmón, además, que el uso de fuegos artificiales y demás, permitió que la despedida del show fuera mucho más emocionante, creando una atmosfera única entre los presentes.

Sin embargo, esta no era su última canción, pero hicieron creer que sí. Luego de Besos En Guerra apareció en patalla todos los sueños que habían escrito los presentes en virtud de la dinámica del QR. Pero luego se vuelven a apagar las luces y salen entre las sombras los cuatro integrantes, para esta vez sí despedirse con «Faltas tú».

Una vez terminó la canción el grupo se reunió en la pasarela con una bandera que unía las naciones de Chile y Colombia. En ello, todos los integrantes hicieron su reverencia y agradecieron la oportunidad de estar viviendo su sueño.

Sin duda, Morat logró que su concierto sea una noche inolvidable, esto no sólo por el nivel de música, sino por toda la producción; destacando la interacción entre el público y ellos. El uso del QR y la elección de canciones sin duda aportó una gran experiencia para todos los presentes. Morat consiguió una vez más que su recuerdo no se va.

Setlist

1- Cómo te atreves
2- 506
3- A dónde vamos
3- Porfa no te vayas
4- Sobreviviste
5- Mi nuevo vicio
6- Otras se pierden
7- Mil tormentas
8- Segundos platos
9- Cuando nadie ve
10- Mi suerte
11- Debí suponerlo
12- Antes de los 30
13- Date la vuelta
14- Aprender a quererte
15- No hay más que hablar
16- Yo no merezco volver
17- Tarde
18- Feo
19- No se va
20- Salir con vida
21- Enamórate de alguien más
22- Amor con hielo
23- París
24- Llamada perdida
25-Besos en guerra
26- Faltas tú

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