Disco de la semana
Con una propuesta indescifrable e hipnótica, Elmalamía debutaba en pleno 2021 con un primer larga duración que recibió muy buenos comentarios, apareciendo en numerosos listados con lo mejor de esa temporada. Algunos años han pasado desde tal hito y las cosas parecen no cambiar, pues el lanzamiento de ‘Lo que me queda’, su segundo álbum de estudio, no hace más que sostener sus atractivos planteamientos.
Parte de esta imagen renovada pero consecuente con su trayectoria guarda relación con la apertura hacia otros horizontes. En específico, el factor colaborativo resultó crucial, dejando consigo colaboraciones con Broke Carry y LUME, además de una mayor retroalimentación de ideas que terminan por definir este destacado LP.
Humana experimentación
Varias diferencias existen entre lo nuevo y su antecesor, ‘DRAMA’, que el propio artista definiría como algo más solemne. El sonido en parte es el mismo, un r&b alternativo voluble, de caminos impredecibles y producción carismática, con bajos profundos y en constante movimiento. Sin embargo, esta encarnación privilegia las salidas de libreto si así le podemos llamar, en cuanto al acercamiento mismo de Lucas Solovera Araya hacia las composiciones.
La euforia en sus cantos, así como la expresión vocal llevada a su lado más físico y humano, genera grietas en las estructuras del disco. Espacios que son aprovechados con el fin de explorar formas de sonar, así como darle salida desde las entrañas a su propia lava emocional, generando una esencia ardiente que se percibe de principio a fin.
De este modo, Elmalamía concreta una obra de duración modesta, aprovechada al máximo para así exprimir el potencial creativo de su música. Sin forzar nada, al contrario, más allá de la esperable atención que haya puesto en la elaboración de canciones, el sentir que las impulsa se siente genuino.
Adrenalina, caos e innovación
Compuesto por 7 temas, ‘Lo que me queda’ acude apasionantes lineas vocales marcadas por temáticas emocionales, desplegando un imaginario sensible conectado con sus propias inquietudes sonoras. Aquello se estructura desde el principio con «no, gracias», memorable apuesta que da paso a un punto alto absoluto como «usted», la que profesa momentos industriales y una oratoria musical con ecos a Massive Attack.
La dinámica groovera que profesa «preludio uno» da paso al suspenso introspectivo y carnal de «te tengo ganas», adelanto que apareció hace algunas semanas atrás y que resume parte del alma que hay tras el álbum. El protagonismo de la guitarra en «MI PRIMERA VEZ» subsiste con el mismo afán de búsqueda, dentro de un panorama repleto de samples y bajos.
22 minutos de adrenalina, caos e innovación que mantiene hasta el final el factor sorpresa, como sucede con «memborracho» que bien traduce tales descripciones. Finalmente, «triste» agudiza el costado introspectivo, cargando con un cierre melancólico y quebrado potente como todo lo mostrado por Elmalamía en este LP.
Escrito por Felipe León
«Fue un disco que compartí entre la gente que tengo cerca, a diferencia de DRAMA que lo hice y publiqué en soledad. Ese ejercicio me sirvió mucho para desarmar esto de que las canciones son ‘joyas’ y que nadie las toca» comenta Elmalamía. «Me agradezco a mí mismo por este trabajo, gracias. Me juzgué menos» agrega.
Escucha ‘Lo que me queda’
Por Elmalamía
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Emi Prensa