El ‘The Future Past Tour’, la gira que traerá a Iron Maiden a Chile el 27 y 28 de noviembre en el Estadio Nacional –con entradas aún disponibles en Ticketmaster–, tiene un concepto particular dentro del vasto mundo de giras mundiales que han realizado los británicos.
Este tour, en especial, está centrado alrededor de dos piezas fundamentales en la discografía de los liderados por Steve Harris. Estos son ‘Somewhere In Time’, publicado en 1986, y ‘Senjutsu’ el último álbum a la fecha de Iron Maiden lanzado en 2021.
Desde la premisa que los shows de esta gira acercarán a los fanáticos a temas que, quizás, nunca antes habían escuchado en vivo, es que haremos una revisión breve de porqué estas piezas son tan importantes al hablar de la Doncella de Hierro hoy en día.
Somewhere In Time y el cambio en el sonido
Tras haber publicado uno de los álbumes más pesados a la fecha –y en la historia– de la banda, y terminar una de sus giras más extensas y exhaustivas –el World Slavery Tour ’84-85’–, pareciera del todo natural que varias cosas cambiaran a nivel integral en la agrupación. El material que compuso Dickinson fue desechado porque se estaba yendo a otra arista, los formidables aportes de Adrian Smith, etc., pero si algo marcó la diferencia para siempre, fue el uso de sintetizadores de guitarra.
Un cambio de recursos que implicaría toda una revolución en el sonido de la banda, en tanto la aproximación ahora estaba mucho más centrada en las progresiones y melodías que en los riffs. Uno que permitiría que aparecieran grandes canciones como «Caught Somewhere In Time» y «Stranger in a Strange Land», y es que el distanciamiento del trabajo previo era bastante notorio.
Si bien en la siguiente obra ‘Seventh Son of a Seventh Son’ ya usaron derechamente sintetizadores, es factible decir que la aproximación compositiva quedó fijada, en tanto Iron Maiden incorporó elementos del metal progresivo que derivaron en canciones más largas, repletas de solos de guitarra y una narrativa sonora bastante rica en panoramas sonoros. De ahí que en ‘Somewhere In Time’ exista una canción como «Alexander the Great (356 – 323 B.C.)» rozando los 9 minutos de duración, y si bien el minutaje no es exactamente un factor a considerar (en el mismo ‘Powerslave’ está «Rime of the Ancient Mariner» con casi 14 minutos), comienza a notarse que en el extenso de las obras la duración comenzó a subir, lo que suele referirse como una de las características del prog.
De esta forma, lo fundamental de este disco que dejó himnos inmortales como «Wasted Years», fue el cambio compositivo a nivel estructural que engendró una nueva era sonora para la Doncella que se puede percibir hasta el día de hoy incluso.
Un sólido presente con ‘Senjutsu’
Siendo el sucesor de ‘The Book of Souls’ (2015), demoró 6 años en llegar –siendo la espera más larga entre discos de Iron Maiden–, pero la espera valió la pena tanto para los fans como la crítica. Es que en sus más de 80 minutos de duración, los británicos incorporaron un sonido algo más rústico para mantener un buen tono con estas largas composiciones –de hecho, es un álbum doble–.
En este punto de la historia de la banda, lo que se percibe como el elemento más visible y valorable en ‘Senjutsu’, es en su cualidad cinematográfica que reside en sus composiciones. Hablamos de que hay múltiples tracks por sobre los 10 minutos como «Death of the Celts» y «Hell On Earth», por lo que la narrativa es fundamental en tanto hace buen uso de la épica.
Ese es el punto más atractivo de la obra. La épica. Uno que ciertamente ya se venía viendo con sus obras anteriores, pero en ‘Senjutsu’ esos factores son potenciados por interpretaciones vívidas en el que la experiencia y el camino recorrido se notan. Como un buen vino, la madurez les vino bien y entregaron canciones que están en un excelente punto intermedio entre el heavy y el prog.