Una noche irrepetible nos regaló Gorilla Biscuits en su tan ansiado debut en Chile ante un Teatro Cariola atestado de gente. Fueron décadas de espera para que fanáticos del hardcore de todas las edades y de diferentes ciudades pudieran ver a una de las bandas más importantes del género en lo que bien puede ser una de las mejores tocatas de los últimos años.
Como pocas veces, se abrieron las barricadas para que quien quisiera (o pudiera) llegar al escenario y poder bailar al lado de la banda, compartir micrófono con el maestro Anthony Civarelli y, finalmente, saltar hacia el público con la esperanza de que te agarren y ojalá no romperle un diente a alguien.
Fue realmente un momento memorable, una jornada hardcore que tuvo absolutamente de todo, moshpits inagotables, crowdsurfing y, por sobre todo, un sentimiento generalizado de éxtasis dentro del caos. Sumándome al sentir expresado en el escenario por Jerónimo Ruiz, vocalista de Entrefuego, son pocas las palabras que quedan para poder expresar lo que significó la noche del 28 de septiembre de 2024 en el Cariola.
Asunto: Cuando las sutilezas mueren
Asunto es una banda histórica dentro del circuito del hardcore y del movimiento del straight-edge latinoamericano. Mezclando con gran precisión el riffeo propio del metal con el mensaje y la entrega del punk, el quinteto de Recoleta lo dio absolutamente todo arriba del escenario. Durante todo el set se sentía como si fuera la tocata de sus vidas, desplegando su rabia con clásicos como «Cuando las sutilezas mueren», «Confrontación», «Rechazo», «Una noble verdad» y «Cuando el sufrimiento es infinito».
Haciendo ruido desde 1995, y ad portas de su aniversario número 30, Asunto le dio el tono perfecto a la tocata debut de los Gorilla Biscuits en Chile, considerando que en sus inicios solían tocar dos covers de los íconos del punk. Además, resulta importante destacar las palabras de Raúl Jiménez, vocalista de la banda, quien señaló lo relevante que es el cariño de esta escena. Dentro de la rabia y el desenfreno también hay hermandad.
Values Here: El cruce generacional
Haciendo su debut en territorio nacional, la banda internacional conformada por una española, un argentino y tres gringos fueron los siguientes en tomarse el escenario. Presentando su disco ‘Take Your Time, I’ll Be Waiting’ (2023), la agrupación liderada por la cantante Chui y el histórico guitarrista John Porcelly, (Youth Of Today, Shelter, Judge) tuvieron un recibimiento más bien tibio en comparación al resto de las bandas en el cartel.
Viniendo del lado más melódico del hardcore con una clara sensibilidad por el pop, las canciones «Bring Me The P.MA», «We Get Stronger», «No One’s Left Behind», «Will Be Tomorrow» y «Do You Know Why», motivaron a un Teatro Cariola que ya empezaba a llenarse a seguir el ritmo del quinteto pero no lo suficiente como para iniciar pogos. Llegando al final de su presentación, Values Here tocó la canción de Dag Nasty que le da su nombre e identidad a la banda, generando los únicos coros de la audiencia, cerrando en un punto alto su primera visita a territorio nacional.
Entrefuego: Himnos de esperanza y frustración
Antes del plato fuerte de la noche, los infatigables Entrefuego subieron al escenario bajo el mismo trance de Asunto. Décadas de trabajo duro para cumplir el sueño de no solo ver a los Gorilla Biscuits en Chile, sino que también de compartir cartel con sus ídolos. Ver a esta banda nacional abrir para pesos pesados del hardcore internacional siempre es un agrado por la reacción que genera en el público. Con muy pocas pausas entre medio, los clásicos «Las Murallas y los Sueños», «Himnos de Esperanza y Frustración», «En Contra de las Cenizas» y «Horizontes» motivaron a sus más fieles fanáticos a acercarse al escenario y compartir micrófono con Jerónimo Ruiz.
«Es la razón, de por qué no creo en ti», de su trabajo más reciente ‘Cimientos’ (2023), llegó con dedicatoria especial a la ex ministra Marcela Cubillos mientras la agresividad del pogo llegaba a nuevos niveles. Punto aparte para esta canción que realmente es muy buena, una recomendación calada para seguirle el pulso a Entrefuego por el uso de armónicos en las guitarras y su inconfundible ritmo que es parte de la base del sonido de la banda.
Gorilla Biscuits en Chile: Locura simiesca en el Cariola
En completa oscuridad, las trompetas de la intro de «New Direction», primer tema del clásico ‘Start Today’ (1989), hace que el teatro se venga abajo en cuestión de segundos. Aparecen los protagonistas de la jornada con Walter Schreifels y Anthony Civarelli a la cabecera, suena el primer acorde y, como una patada en la cara, se da comienzo el tan esperado show de los Gorilla Biscuits en Chile. El pit es gigante y cobra vida propia durante toda la presentación de los neoyorkinos, vuelan llaves, zapatillas, gorros, poleras y polerones mientras que los primeros crowdsurfers llegan al escenario. Siguiendo el tracklist del disco, suenan «Stand Still» y «Degradation», momento en el que los más valientes llegan al escenario pasando por el lado de la barricada para lanzarse al público.
Después del primer bloque de canciones, «Forgotten», «Thins We Say», «High Hopes» y «Good Intentions», son himnos que mantienen la intensidad, multiplicando la cantidad de personas que acompañaban a la banda en el escenario. La sensación de colectividad es la bandera de los shows de Gorilla Biscuits, si te caes, te recogen, y ningún puñetazo fue suficiente para sacarle la sonrisa de la cara a los acérrimos fanáticos del quinteto. Como punto extra está la buena onda de Civarelli que en ningún momento se le vio enojado por cómo algunos de los fanáticos más locos lo tomaban o lo rozaban con algún paso prohibido.
Con cuatro covers bajo el brazo, «As One» de Warzone, «Minor Threat» de Minor Threat, «Do Something» de CIV y «Sitting Around at Home» de Buzzcocks, los Gorilla Biscuits nos comparte canciones que los influenciaron y que fueron muy bien recibidas por el público. Los pits se multiplicaban y se mezclaban entre sí de manera natural, siguiendo los cánones de los shows de los íconos del hardcore de fines de los 80.
Llegando al final de la jornada, justo después de «Time Flies»,Anthony Civarelli se toma un momento para dedicarle unas palabras a todas las personas que fueran veganas, haciendo énfasis en todo lo que representa esta increíble banda. El respeto por la vida humana, elegir una vida sana, alejarse de los vicios y la mentalidad positiva que determina el movimiento del straight-edge. A continuación, suena «Cats and Dogs» mientras el escenario estaba cada vez más lleno, a tal punto que Civarelli perdió un zapato y delegó a un fanático a cantar un verso entero de la canción, una postal difícil de olvidar.
Es bien sabido que los Gorilla Biscuits no hacen encores, por lo que para «Start Today», última canción de la jornada, todos los miembros de la banda optaron por subirse a la plataforma de la batería para que el caos reinara en el escenario. «Esta es su última chance de bailar», repetía Civarelli. Fue el clímax perfecto de un concierto que sin problema alguno se codea como una de las mejores tocatas del año.
Estuvo brutal.