Escrito por Franco Ascui
Directamente desde el corazón de Nueva York, los Gorilla Biscuits llegarán a Chile por primera vez en sus casi 40 años de historia. La cita está fijada para este sábado 28 de septiembre en el Teatro Cariola –entradas por Ticketplus–.
Considerados como una arteria vital para el desarrollo del hardcore punk, te invitamos a conocer más de cerca a uno de los exponentes del movimiento youth crew de finales de los 80.
El nacimiento del youth crew
La historia de los Gorilla Biscuits parte con un puñado de adolescentes que compartían gustos musicales cuando todavía iban al colegio. Anthony Civarelli (vocalista) y Arthur Smilios (bajista) concurrían frecuentemente el mítico club CBGB, hogar de los Ramones y, posteriormente, la cuna del hardcore neoyorkino, acogiendo a los Bad Brains y a Agnostic Front por mencionar solo dos grupos de la larga lista de proyectos que dejaron su huella en el local ubicado en el East Village.
A mediados de los 80, la escena punk en Estados Unidos estaba en un período de transición extraño. Los shows tanto en la costa este como en la costa oeste se ponían cada vez más violentos, habían pandillas metidas entre medio y proliferaban los discursos de odio de grupos supremacistas.
Con esto, las personas que solían ir a los conciertos por el amor a la música preferían quedarse en casa y las tocatas se convirtieron en espacios inseguros. En este contexto, una nueva generación de músicos y bandas punk proliferó en Nueva York y Washington D.C al mismo tiempo, rechazando la violencia y adoptando un pensamiento más positivo. Dejando atrás el sonido viciado de las bandas de la época, dejando atrás los discursos de odio e introduciendo un enfoque y actitud diferente a una escena que lo necesitaba para revitalizarse.
Es así como en Nueva York nace el movimiento youth crew de la mano de Youth of Today, Warzone y Cro-Mags. Teniendo como credo el «P.M.A» (Postive Mental Attitude), o actitud mental positiva en español, se trata de una filosofía descrita en una canción de los Bad Brains con la que los chicos de la ciudad se hicieron un espacio dentro de la escena, movilizando a una nueva generación de punks a participar de las tocatas.
We’ve got that P.M.A!
‘Reviviendo el orgullo del hardcore‘
En esta vorágine de nuevas ideas y tocatas recargadas con bandas nuevas, Civarelli y Smilios conocen a Walter Schreifels, mente maestra del punk que, por esa época era bajista de Youth of Today, ad portas del lanzamiento de «Break Down the Walls» (1986).
Cerrando la formación en 1987 con Luke Abbey en batería, los Gorilla Biscuits lanzaron su primer disco homónimo en 1988 y, posteriormente, lanzando «Start Today» (1989) con el ingreso del guitarrista Alex Brown, fallecido en 2019. Con «solo» estos dos discos, la banda oriunda de Nueva York dejó una marca imborrable en la escena under de Estados Unidos. Influenciado a nuevas generaciones a ver más allá de la rabia y a utilizar el poder de la música como material de cohesión entre las personas.
La banda se terminó separando en 1991, dando paso a la formación de CIV, banda liderada por Civarelli en compañía de la mayoría de los miembros de Gorilla Biscuits, mientras que el autor de toda la música de la banda, Walter Schreifels, empezó la banda de post-hardcore, Quicksand y fundó el sello Some Records.
Como acotación importante de compartir, Schreifels ocupó labores de producción en discos de Hot Water Music, Sinch y The First Step. Siendo además el productor del disco debut de Title Fight, uno de los discos más queridos por la nueva escena hardcore chilena.
La fecha que se viene de los Gorilla Biscuits en el Teatro Cariola el próximo sábado 28 de septiembre promete ser una jornada histórica. Siendo, probablemente, la única oportunidad de verlos en vivo en territorio nacional.
¿Nos vemos en el pit?