CA7RIEL & Paco Amoroso en Chile: Dionisíaco

Escrito por Juan Pablo Ossandón
Fotos por Isidora Blanco

Ya son unas cuantas las veces en que CA7RIEL y Paco Amoroso se han presentado en Chile, y sin bajarle en ningún momento el estatus de cada una de ellas, la verdad es que lo acontecido en Blondie Club la noche de ayer fácilmente quedará marcado como uno de los grandes shows que hayan pasado por nuestro país.

Fue una de dichas instancias en las que todo estaba bien, todo encajaba y todo tenía sentido. Un Sold Out que no fue sorpresa para nadie, en el mejor momento de la carrera de los argentinos, y que se sentía en los contagiosos ánimos de la audiencia que repletó el recinto.

La acertada decisión de tener a KUINA como opening act es solo un ejemplo de ello, en tanto la temucana, quien declaró que estaba nerviosa, tiene un carisma similar al de Ca7riel y Paco. Entre el humor, entrega sin tapujos y una actitud desafiante, la cual el público se encargó de responder de forma recíproca prácticamente gritando y saltando sus canciones tales como “TOI ENOJA”, “RASPUKUIN” y “KARO LUJOSO”.

Y yendo a lo obrado por el excéntrico dúo, sorprende de sobremanera como lograron encapsular el show a un espacio como la Blondie –recordemos que llenaron el Movistar Arena de Buenos Aires, recinto para 15.000 espectadores. Un 1400% más que la Blondie–. Pero desde el inicio quedaba patente que ningún tipo de obstáculo iba a mermar el espectáculo que se nos venía, tal y como la frenética “LA QUE PUEDE, PUEDE” evidenció en un inicio (y 5 minutos antes de lo estipulado).

De ahí que las personalidades, extravagancias y egos de Paco Amoroso y CA7RIEL simplemente congeniaban a la perfección, aún si son amigos de toda la vida. Esta veneración a la bohemia era más que adictiva, captando a través de la transgresión artística eso que tanto anhelamos: pasar el mejor momento de nuestras vidas.

Como profetas en su propia tierra, el dominio de las masas era certero, en tanto con “BABY GANGSTA” y “DUMBAI” en tempranísimas etapas del show, ya tenían a cada alma en su bolsillo. Si hasta un disfrutado guiño al axé nos dejaron al final de esta segunda.

No había nada al azar y aún así todo se sentía orgánico y natural, como hosts innatos que conocen muy bien de la volatilidad y seducción de las fiestas. Ese mismo es el corazón de ‘BAÑO MARÍA’, del cual las tocaron todas, por cierto.

Si hasta hubieron momentos para sus propias canciones, dejando sacar a relucir temazos de lujo como “Viuda Negra” de Paco, y “BAD BITCH” de CA7RIEL. El enfoque performático y desprejuiciado era embriagante, sitio ideal para dejarnos seducir por las increíbles interpretaciones vocales de ambos artistas. Qué voces, cuánta personalidad y cuánto arte (un uso del autotune también sumamente dinámico).

Algo que también llamó muchísimo la atención fue la disposición lumínica, en cuanto usaron las propias bondades del recinto y un juego de lasers hipnótico que denotaba la altísima calidad del show. En especial el enfoque oceánico y casi espacial que tenía, iluminando los rostros del público también –y uno muy protagonista–.

Momentos altos hubieron bastantes, pero encantó la emotividad de “PIRLO”, con un mar de voces que armonizó de maravillas con las voces del dúo. El toque rave de “SHEESH”, o bien los dejos rockstar de CA7RIEL al hacer uso de voces guturales, como también el solo de guitarra exquisito que se mandó.

Pero ya al final, “EL ÚNICO” adoptó ese toque colectivo que hizo de dicha canción el clímax del show, que llegaría a su final próximamente para despedirse iniciando la rave más grande de todas. Aún al final, el carrete apenas comenzaba.