Escrito por Felipe León
Fotos por Isidora Blanco
Desde su anuncio a mediados de junio pasado, NOES FEST se instaló como un panorama prometedor de cara al buen presente que sonidos ligados al hardcore, rock y metal están teniendo hoy en día. Un encuentro de proyectos que en sus variadas formas de acercarse a la música, yace el encanto de encarnar la intensidad y emoción desde una catarsis en común.
Los 6 nombres congregados en esta primera versión acudieron al llamado, acuñando su mejor impresión al momento de musicalizar el panorama vivido en Sala Metrónomo. Porque Chances, Relámpagos, Elnueveonce, Estoy Bien, Cidadão Mal y Mano de Obra estuvieron a la altura, dando luces del potencial que posee el certamen de cara a un futuro prometedor.
Destellos y conmoción
La gente encargada de NOES FEST tuvo la capacidad de congregar desde el comienzo una cantidad de público no menor. Y con justa razón la gente respondió, puesto que Relámpagos fue la primera banda en salir al escenario, echando chispazos por doquier.
El grupo de Santiago lleva solo unos años en activo, pero ha sido suficiente para ganar cierta notoriedad dentro de los mundos subterráneos. En base a un post-hardcore apabullante generaron una atmósfera de intensidad y emoción, al congregar potentes canciones como «Tierra» o «Agrietados» de su EP ‘Temporada de Tormentas’, las que fueron recibidas con bastante entusiasmo.
Por otro lado, el primer acto internacional se hizo presente con ideas diferentes, aunque igual de electrizantes que sus antecesores. Cidadão Mal eran los siguientes, y dispusieron de su mejor cara para afrontar la misión de tocar por primera vez en nuestro país.
Los brasileños emergieron con una propuesta próxima al metal alternativo, de momentos pesados y filosos al son de voces duras pero también melódicas. Piezas como «Só Pra Você» o «Orar pra Que ?» fueron parte de este encuentro, respondidas con gente moviendo la cabeza a ratos, puesto que la audiencia se dedicó más que nada a disfrutar escuchándolos.
Intensidad y descontrol
Todo hasta ese momento iba viento en popa, más una tormenta se avecinaba y eso bien lo sabía una audiencia hambrienta por hardcore punk del más clásico. A la espera de los cada vez más reconocidos Mano de obra, que en esta oportunidad jugaron sus cartas como nunca. Se nota que están en un momento alto de su carrera, y lo mejor de todo es que las ganas por sembrar la bulla y el deleite siguen intactas.
Descontrol ocasionado por esos ritmos contagiosos y cantos para gritar a todo pulmón, donde la banda entregó un festín de temas que gran parte del público se sabía al pie de la letra. Lo mejor de todo fue que tanto la banda como la gente se motivaron en plan «entreguémonos con todo». Reacción natural a bombazos como «Estallar», «Códigos», «No sirve sin dolor» o «Jefe».
A estas alturas NOES FEST estaba en el ojo del huracán, lo que no se detendría con la llegada de los trasandinos Elnueveonce. De distinto modo sus pasiones fueron igual de caóticas, con integrantes al pie de los impulsos que dictaban sus punzantes canciones.
«Presos», «Volviendo a perder», «Rotos» o la más reciente «A cada paso» fueron algunas de las seleccionadas para este vibrante momento que vivió el festival. Un recinto incendiado gracias a una frenética y prendida performance que incluyó colaboración con Ignacia Fernández de Decessus, e incluso un momento donde su vocalista y guitarrista bajaron del escenario para unirse al público.
Catarsis y sensibilidad
El siguiente turno fue de Estoy bien, quienes hace poco anunciaron una presentación en vivo junto a Chico Eléctrico donde repasarán el Blue Album de Weezer. Frente a un tiempo prudente de duración dispusieron un repaso representativo de su trayectoria, siendo cantado tanto por el trío como por la gente presente en NOES FEST.
Canciones como «No hace falta» o «Ya no hay nada que hacer» suenan más frescas que nunca, mientras que su repaso del destacado ‘Apoyo Emocional’ destacó por contener momentos como «Piel», «Ahora» o «Vuelves a aparecer», celebradas por un público no exento de protagonismo. De igual modo, la interpretación de «Piedra» junto a Tam de Chances quedó grabada como otro instante estelar del certamen.
A portas de participar en CL Rock y tocar junto a Converge, Chances constató el porqué de su gran momento como banda. Si ya la génesis de su homónimo el pasado año significó un renacer para el proyecto, a estas alturas se muestran más compenetrados que nunca, cerrando la noche con uno de los shows más catárticos de la jornada.
Oscura proyección de un post-hardcore fisurado por detalles ominosos y desgarradores, en base a voces gritadas y distorsiones electrizantes. Todo desde una fuerza visceral que se ve beneficiada por lo imponente que suenan en vivo. Testimonio de aquello fueron temas como «Condena», «El muro que cedió», «A medias» o «Primero en caer», encargadas de cerrar una primera edición de NOES FEST de la mejor manera posible.
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