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Entrevista

Simón Campusano de Niños del Cerro: «Lo que sea que empecemos a hacer ahora va a ser más sencillo»

Por Alexander Castillo

Con tres discos de estudio, un EP y un álbum en vivo, Niños del Cerro ha marcado la vida de un montón de personas a lo largo de diez años, ellos mismos incluidos en la ecuación.  

Una década de historia musical que les ha permitido cruzar fronteras hacia México, Perú, Argentina y Uruguay, además de recorrer, lo más posible, nuestro largo y estrecho país. Ahora, acompañándose de Adelaida e invitando a los locales El Señor Camaleón, cumplen una promesa pendiente: visitar el Norte Grande —Antofagasta, Iquique y Arica—.

En marco de esta “Expedición Norte”, conversamos con Simón Campusano, la voz de Niños del Cerro, sobre las últimas andanzas de la banda desde el estreno de “Suave Pendiente” (2022), su mirada sobre el indie chileno actual y lo que viene más adelante para uno de los pilares del rock y el indie nacional, entre otros temas. 


Constatar ese cariño es muy lindo, nos dan ganas de seguir tocando

En octubre de 2022 estrenan “Suave Pendiente” y de ahí en adelante se embarcan en casi dos años de girar, incluso por Latinoamérica, y hasta celebrar la década de la banda. ¿Qué sacas en limpio de todo este tiempo?

Ha sido lindo ver cómo ha crecido la audiencia. Con el tiempo nos ha ido conociendo más gente, sobre todo más jóvenes. Ahora recuerdo con mucho cariño el momento en que salió el disco: era todo post pandemia, recién reactivándose, entonces estaba medio extraño. Es lindo pensar que ha pasado un buen tiempo de eso y que hay cosas que hemos podido afiatar, tanto musical y artísticamente como en nuestro equipo de trabajo. 

Ahora es un poquito más fácil salir a regiones a tocar, al extranjero. Hemos consolidado pequeñas cosas que a nosotros nos tienen contentos, como el funcionamiento de la banda y que el proyecto se pueda sustentar.

¿Y qué te ha parecido el público de Argentina o de México en estos años de ir conociéndolos? 

Ha sido lindo ir descubriendo esos públicos. Siento que pasamos un buen tiempo sin tener una noción clara de cómo era tocar afuera, sobre todo en los años de pandemia. Durante 2020 y 2021, es una impresión mía en realidad, pero siento que harta gente llegó a nuestra música en ese tiempo. Que llegaron a escuchar el “Lance” (2018) y después, cuando sacamos “Suave Pendiente” (2022), ese público creció un poquito más y se consolidó esa fidelidad. Ha sido lindo constatar eso en carne propia, emocionante. En la gira que hicimos en diciembre pasado por Argentina estuvimos en varias ciudades del interior, además de la capital. Estuvimos en Montevideo, en Uruguay, también, pero claro, de repente tocamos en Córdoba y conocíamos gente que había viajado de Tucumán, que quedaba no sé a cuántas horas. 

En el mismo show que hicimos en Buenos Aires conocí a unos hermanos que venían de Neuquén, que es como a la altura de Temuco. Gente que se pega esos piques para vernos, ese tipo de cosas son emocionantes. Quizás no es algo de tanto volumen, no tocamos en estadios, pero constatar ese cariño es muy lindo, nos dan ganas de seguir tocando.

Me da mucha vida ver que estos proyectos se mueven, que están haciendo música muy linda y que hay gente que los puede ir a escuchar.

Otra cosa que cumplirá diez años dentro de poco es el compilado “NMC: Pop de Guitarras en Chile”. Viéndolo en retrospectiva, ¿cómo observas tú el ecosistema del indie chileno hoy en día, en comparación a esa época?

Está todo pasando ahora. Hace diez años atrás, por lo menos para nosotros, estaba empezando a pasar. Se estaba conformando una escena súper interesante, música muy fresca. Cuando recién empezamos a tocar yo tenía la sensación de que no había nada, de que estaban los proyectos más viejos y consolidados que tocaban en lugares más grandes y que de ahí para abajo no había un circuito. Ahora siento que hay un terreno pavimentado, un poco por la generación de nosotros, de todas las bandas que publicaron discos entre 2015 y 2016. Es lindo ver que hay mucho público y que bandas como Asia Menor, Estoy Bien y Candelabro con un disco debut puedan tocar en salas más grandes para una mayor cantidad de gente. Eso para nosotros, hace diez años, era impensado.

Por ejemplo, “Nonato Coo” tuvo harta prensa especializada porque era algo que sí se movía un poquito más en esa época, pero seguíamos haciendo tocatas en casa. No nos cambió mucho la vida en ese sentido. Durante años fue difícil salir del nicho o que se generara una audiencia grande para que el proyecto fuera más sustentable. 

Ahora los chiquillos, gracias a lo que se ha construido estos años, pueden sacar un disco y, en el caso de la tocata de Asia Menor, Confío en tus Amigos, Estoy Bien y Candelabro, hacer sold out en Metrónomo, que es un recinto mediano-grande. Eso en la época en la que empezamos a tocar era impensado, entonces me parece muy lindo porque bandas y proyectos buenos siempre han habido, pero siento que aunque ni siquiera hayan tantos más espacios, sí hay más audiencia. 

Me da mucha vida ver que estos proyectos se mueven, que están haciendo música muy linda y que hay gente que los puede ir a escuchar. 

¿Y cuáles son las bandas chilenas del hoy que le gustan a Simón Campusano?

Creo que lo he dicho harto, pero las bandas que van a tocar en Metrónomo este fin de semana, por ejemplo, y con las que también nos relacionamos de otra forma. Yo soy muy amigo de los Asia Menor. Siempre que voy a Temuco salimos a pasear para vacaciones de verano o de invierno, nos pegamos unos viajes a acampar. Estoy Bien también son amigos cercanos. Compartimos sala de ensayo, Benje es nuestro roadie. A los Confío en tus Amigos los conozco desde chicos, también tengo una relación muy cercana con Matías Ávila de Candelabro. 

Me gusta mucho Nando García, que hace poco sacó su disco, donde canto en una de las canciones. Me gustan harto los temas nuevos que van a sacar los Déjenme Dormir, también. Juanito es una persona que conozco hace varios años, desde que estaba terminando el colegio y me invitó a las Sesiones En El Tercero. Niño Polar también, un amigo muy querido de Concepción. Bueno, toqué un tiempo con la Chini y ahora se fue su bajista y voy a volver con ellos en unas fechas, entonces igual estamos muy cercanos. Para qué decir el catálogo de Uva Robot, también. Esas son las cosas que me gustan y de las que me acuerdo en este momento.

Despejar un poco para que todo brille un poquito más

¿Cómo ves los planes a mediano plazo de Niños del Cerro? ¿Van a seguir agendando fechas durante el año, o ya llega el momento de volver a encerrarse en el estudio? 

Queremos dejar unas pocas fechas en lo que queda de este año. Este segundo semestre me voy a mover más por mi cuenta porque es más fácil, pero claro, hay varias cosas en la banda que han cambiado. Por ejemplo, el Pepe fue papá, entonces este invierno estuvimos más replegados para que tuviera un buen posnatal y sigue en eso. Yo recién estoy haciendo canciones nuevas, entonces vamos viendo paso a paso, con calma, qué va a pasar con eso. 

Veremos un par de fechas para fin de año, para el verano. Quizás hacer algo entretenido y más grande en Santiago porque no tocamos hace tiempo. Yo creo que me voy a estar moviendo más como solista, o con el formato trío, y lo de Niños en vivo va a ser más acotado para darnos más tiempo de hacer canciones nuevas.

¿Y cuál dirías tú que es la inspiración de estos temas nuevos? Considerando que “Suave Pendiente” tuvo muchas referencias de la literatura espiritual y lo místico-cristiano. 

En lo que estamos todos de acuerdo es en hacer que la propuesta sea más legible. Despejar un poco, que sea menos denso y alivianar la carga instrumental. Yo creo que terminará siendo algo un poco más pop. En el paso del “Lance” al “Suave Pendiente” teníamos muy claro lo que queríamos: llegar a una versión más sofisticada de lo que ya veníamos haciendo y el resultado nos encanta. A mí todavía me gusta cómo suena, pero fue muy difícil de mezclar. Era todo muy grande: 15 canciones con muchas capas de instrumentales, ¿cachai? Además de lo que habíamos grabado en vivo en el estudio. 

Lo que sea que empecemos a hacer ahora va a ser más sencillo, todo más simple, todo más directo y con más espacio. Me dan ganas de tocar menos, que el show sea demandante en otro sentido y no estar tan pendiente de los pedales o incluso de tocar guitarra. Que todo sea un poco más liviano y más legible, que de esa forma se luzcan más las canciones y se luzca de forma distinta la manera en que tocan los chiquillos. Despejar un poco para que todo brille un poquito más.

Vamos respondiendo a la necesidad del momento, a lo que pide la gente

¿De dónde aparece el plan para visitar el Norte Grande y cómo sale la idea de compartir el viaje con Adelaida?

Era algo que teníamos pendiente hace tiempo, porque igual es difícil. Yo diría que no hay un circuito establecido en el norte, a diferencia del sur donde ya conocemos los locales donde vamos a tocar y hemos ido varias veces. También, por una huella geográfica, es más fácil recorrer el sur de Chile porque las ciudades están más cerca, en cambio Antofagasta, Iquique y Arica quedan súper lejos la una de la otra. Justo aprovechamos esta oportunidad de que nos ganamos un fondo para girar por Chile y Adelaida también se lo había ganado, fue de parte de nuestro management la propuesta de hacerlo juntos y me pareció buena idea.

Ojalá vaya harta gente y funcione, pero siempre es un riesgo para nosotros que llevamos años tocando. Tocar fuera de Santiago es difícil porque hay pocos lugares y tampoco tienen la mejor implementación técnica o la mejor infraestructura. Para un proyecto como nosotros, full autogestionado, es complejo llevar más gente fuera de Santiago. Por lo mismo dijimos «bueno, tenemos un fondo, aprovechemos de ir al norte porque de otra manera es imposible». Así que esperemos que esté bueno. Yo no tengo muchas expectativas. Si llegan cinco personas voy a quedar contento.

Para muchas personas esta quizás sea una oportunidad única en años de poder verlos en vivo, ¿cómo se han preparado para estas fechas? ¿Van a tener algo especial para el público, quizá setlists extendidos?

Ojalá poder hacer el show lo más cómodos posibles. Bien holgado en el tiempo en el escenario, al menos, y ser más receptivo con lo que la gente quiere escuchar. Hace mucho tiempo dejamos de hacer setlists y vamos respondiendo a la necesidad del momento, a lo que pide la gente y de ahí ir construyendo un relato musical coherente. Tratamos de leer los espacios, ver qué canciones sonarían mejor en ciertos contextos. De acuerdo a eso vamos armando los show. 

Vamos a ver cómo está la onda en cada ciudad, qué canciones va pidiendo la gente, y ahí le daremos prioridad a ciertos temas del repertorio. Depende mucho del momento, del contexto.

Y hay alguna posibilidad de que alguna de estas nuevas composiciones salga en vivo o todavía no están listas para eso?

Me gustaría empezar a hacer eso un poco más adelante, con más confianza. Ver cómo cuajan, cómo pueden encajar estas canciones con el resto del repertorio y eso todavía no los hemos visto. Aún no es el momento.

¿Cuál es el escenario o localidad en la que aún no tocan y en la que a ti te gustaría, o tienes como meta, presentarte?

A mí me gustaría tocar en Punta Arenas. De hecho voy a ir como solista, solo con guitarra, en unos meses más. Creo que en Octubre, si no me equivoco. Tampoco tengo muchas expectativas, pero me gustaría porque queda lejos y sé que hay gente que me escribe desde allá, entonces voy a ver cómo me va y en el futuro sería bacán ir con Niños del Cerro. Sería una linda experiencia llegar al extremo sur del país. 

De afuera siempre está el sueño de girar por México de manera más extendida, más cómoda. El año pasado lo hicimos en Argentina por primera vez, visitando otras ciudades, y estuvo bien entretenido. Me gustaría poder hacer eso mismo en México, porque sabemos que podría funcionar. Volver a Monterrey o llegar más al norte de México, no sé…

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