‘Zalmo’ es el nuevo lanzamiento discográfico del pianista nacional Benjamín Furman. Erradicado en Estados Unidos de hace varios años, el músico conversó con Expectador sobre su segundo disco y sobre sus experiencias en la escena jazzera de Nueva York.
La primera pregunta tiene que ver con que tú grabaste Desde el Jardín en el 2014 en el mismo piano en que tocaste toda tu vida, 10 años después ¿Cómo ha sido tu evolución?
Sí, ese piano es de la marca Blutner, es muy lindo y es el piano con el que tuve la fortuna de crecer en Santiago y marcó toda mi vida para siempre. Desde el Jardín es un disco más jazzero, más instrumental, hay dos canciones que son cantadas en ese disco, pero en general era más instrumental. Era como otra época de mi creación y ahora estoy con este disco ‘Zalmo‘ y algunos EPs que he lanzado entre medio también y un single. Estoy encontrándome por el lado de cantautor, estoy escribiendo letras y cantándolas. Eso es lo que he ido descubriendo con los años, pero el piano siempre ha sido la base y el inicio de todo. En general, cuando escribo algo nuevo empiezo improvisando en el piano, eso es como en mi casa y ahí voy encontrando cosas que están enterradas, melodías y letras que van surgiendo. Pero todo empieza ahí, en el piano.
Increíble, y con respecto a tu carrera en el plano internacional, me podrías compartir ¿Cómo ha sido tu experiencia como un músico que decidió entrar en la escena jazzera de Nueva York?
Sí, mira, yo antes de estar en Nueva York estudié en Boston, en la Berklee College of Music y después vine a Nueva York. Inicialmente con esa idea de ir a la meca del jazz, pero me fui dando cuenta incluso ya cuando estaba en Boston que a pesar de que me había ido a estudiar jazz, en realidad lo que me empezó a llamar aún más la atención y lo que sentí que era más mío era la música sudamericana. Y bueno, empecé a explorar cómo se puede combinar eso con el lenguaje del jazz, la música clásica europea, y empecé a encontrar ahí ciertas cositas. Pero en realidad, ahí cuando yo me fui de Sudamérica, de Santiago, empecé a encontrar que en realidad eso era lo que más me atraía, como el folclor y también el folk y el rock en Sudamérica. Entonces empecé a encontrar formas y gente aquí en Nueva York, que hay de todo. Encontrar a gente que está en esa misma línea y, afortunadamente, los músicos que están en este disco, ‘Zalmo’, son muchos músicos, es una colección de muchos músicos de todos lados del mundo. Están todos un poquito en esa línea de combinar elementos de jazz con música de sus hogares y, en mi caso, de Sudamérica.
En 2016 ganaste la Songwriting Competition con «Felina», que sale el 2023. ¿Me podrías contar la historia detrás de esos años entremedio en que no salió en streaming? ¿Cómo entró en la competencia? Quiero saber de esa etapa de tu vida.
Sí, mira, gracias por escuchar en Spotify. En realidad hay una corrección ahí, porque «Felina» en realidad salió y estaba ya en plataforma en 2016. Después se bajó y bueno, hubo algunos temas técnicos, pero ese es un EP que era de dos temas. Ahora está en Spotify otra vez, que son «Felina» y «De la Soledad al Amor», que salieron en esa fecha, y sí, ese año tuve la fortuna de ganar el USA Songwriting Competition con «Felina», y fue algo lindo, fue un momento especial.
Me imagino que sí. Con respecto a suelo nacional, ¿Qué tan importante fue el Thelonious en tu formación?
Muy importante. El Thelonious ha sido para todos los músicos que están muy interesados en el jazz, en Chile, ha sido uno de los hogares más importantes. Iba mucho cuando niño a escuchar y con los años fui colaborando con muchos músicos que descubrí ahí. Tuve la fortuna de colaborar con algunos de los mejores músicos allá, y nada, es un lugar muy místico, muy importante.
La gran mayoría de mi carrera profesional la he hecho en Estados Unidos
Con respecto a tu carrera en Estados Unidos, me gustaría ahondar desde una perspectiva un poquito más social, ¿Cómo ha sido el trato que has tenido con los productores en Estados Unidos, o bien con la gente que te hace booking para hacer los shows?
Sí, mira, yo ya he estado en Estados Unidos por 13 años, así que la gran mayoría de mi carrera profesional la he hecho en Estados Unidos. No tengo amplia experiencia con eso en Chile, porque lo que hago es que voy una vez al año, a veces dos veces al año. Si es que puedo, voy a Chile a dar giras. Así que el 2025, sin falta, voy a estar allá. La fecha la voy a ir anunciando en mis redes. En mi experiencia, Nueva York es un lugar que tiene demasiada gente, entonces al final uno necesita arreglárselas mucho por su propia cuenta. Lo que sí ha sido muy lindo es que la comunidad de músicos todos nos vamos ayudando y nos vamos dando información. A veces uno hace un booking y comparte una fecha con el otro y así. Yo diría que no hay mucho, o sea, es difícil encontrar un apoyo de un manager o un booking aquí. En una de esas, puede ser que en Europa sea un poquito más factible eso. Nueva York es un lugar demasiado grande a veces y es un poquito agobiante, pero a la vez lo que te da es una cantidad ilimitada de inspiración. Zalmo es un disco que lo hice por tres años, es un disco que se demoró mucho y aparte era porque yo quería ir al estudio con varios músicos que yo admiro acá en Nueva York. Intenté que cada uno de los temas en el disco esté hecho por una agrupación distinta, entonces en ese sentido es como una fotografía de mis años aquí en Nueva York y de los músicos que están en ese disco también.
¿Cómo los fuiste seleccionando y cómo te comunicabas con ellos?
La música en este disco yo la considero muy sudamericana, es un lenguaje que está muy influenciado por el folclor y también por la tradición del rock y el folk sudamericano. Transmitir eso a músicos de acá que no son de Sudamérica, o sea, hay argentinos, uruguayos y chilenos en el disco, pero también hay gente de Italia, Israel y México también. Entonces, yo tuve que llegar con los temas muy definidos, muy claros, lo que yo necesitaba de ellos. Ellos son músicos que son muy abiertos de mente y eso es lo lindo de estar en Nueva York, que no hay muchas fronteras entre los géneros. Yo hago jazz, pero este disco no es solamente de jazz y estos otros músicos, casi todos son de la escena del jazz, pero hacen también sus canciones y escriben en su idioma. Entonces, encontré a la gente más sensible que pude encontrar, que puedan entender esta visión, es como a la vez un disco muy internacional, pero también muy sudamericano.
¿Te mueve más Spinetta, Charly o Fito Páez en este disco en particular?
Es una pregunta muy cruel (risas). En verdad ellos tres están en el disco, de hecho, hay un tema mío que se llama «Reunión» en el disco y menciono a Fito en el tema. Ese es como un tema tributo a él de cierta forma y a mi infancia con mi amigo escuchándolo, entonces él está ahí explícitamente. En el disco hay otra que se llama «La creación del sol» y Spinetta está como muy ahí también en ese tema, no con su nombre, pero hay una alusión a una metáfora que él usa en un tema que se llama «Cisne». Yo hablo de un cisne también y esa es una forma de como mencionarlo indirectamente y Charlie está en todos lados también, así que ahí no hay cómo elegir.
Ya llegando al final de la entrevista, me gustaría definir contigo cuál es tu norte ahora, 10 años después de tu debut de 2014 con un disco nuevo bajo el brazo, ¿cuál es tu mirada hacia el horizonte?
Mira, en realidad lo que más amo es hacer música en vivo, ese es siempre mi norte. Tocar con la banda en vivo y darle a la gente esa experiencia. El disco es súper importante pero yo lo veo como, ojalá, una puerta hacia más cosas en vivo. Ahí es donde sucede la magia de verdad, diría yo, y entonces lo que espero con ansias es ir de gira a Chile. Estoy organizando para el otro año giras en Chile, Argentina y México y puede ser que en España también. Ojalá que se den todas esas, pero ese es mi norte siempre, es estar en el escenario con músicos que yo admiro y respeto. Ojalá que sean músicos con más experiencia y sabiduría que la mía para poder aprender y darle a la gente con el disco y con los shows en vivo una experiencia de vida. De conectar y reconectar con la vida porque yo siento que, bueno, en el día a día uno se desconecta y la música eso es lo que hace. Es como reconectarnos con lo que es estar vivos y espero que la gente cuando escuche ‘Zalmo’ vean un poco eso y puedan conectarse con la vida. Invito a la gente que entren en contacto conmigo a través de Instagram que me escriban si les gusta lo que hicimos con este disco porque es muy lindo estar en contacto también directamente con el público.
